Nos encanta hacer senderismo en familia. Es una actividad muy saludable que te sale gratis. Como dice mi suegra, solo gastas zapatillas. En Portugal uno de los sitios que más nos gusta para andar es el Parque Natural de Montesinho, una zona casi virgen apartada del mundanal ruido en la que viví mis vacaciones más salvajes de los últimos tiempos.
El Parque Natural de Montesinho está en el norte de Portugal. Es una zona que está fresquita cuando aprieta el calor en el sur. Incluso hay días en los que necesitas echar mano a la chaqueta.
Este parque ocupa una extensión de 75.000 hectáreas y ofrece muchas posibilidades para practicar senderismo sin riesgos excesivos. Vamos, que no te pierdes. Encuentras caminos señalizados y un montón de personas que se ha echado a andar por aquellos montes.
En este parque viven unas 9000 personas repartidas en 92 aldeas, algunas de ellas limítrofes con Galicia. Otra parte del parque linda con Castilla y León. Son las zonas más boscosas. Más que arboledas ves matorrales. Pero árboles hay. Más al norte se hacen presentes los castaños y los robles. Hacia el sur del parque son las encinas las predominantes.
Lo que menos me gustó de este parque fueron la cantidad de bichos voladores que hay. Decía mi santo que había 160 variedades de pájaros. Nosotros vimos unas cigüeñas negras que daban miedo. Están en peligro de extinción.
Este tipo de pájaros raros como el águila imperial se ven mucho en los lameiros, es decir, en los pastos de montaña. También ves ciervos, corzos y el lobo ibérico. Nosotros tuvimos la suerte de no encontrarnos con el lobo, pero unos amigos nuestros casi tienen un accidente con una manada de lobos que se les cruzaron delante del coche en un camino de tierra.
Os recomiendo ir al Parque Natural de Montesinho. Las carreteras para llegar al pueblo de Montesinho están en bastante buen estado. Si no te interesa mucho la naturaleza salvaje, siempre puedes pasear por este pueblo de arquitectura antigua.
El Parque Natural de Montesinho está en el norte de Portugal. Es una zona que está fresquita cuando aprieta el calor en el sur. Incluso hay días en los que necesitas echar mano a la chaqueta.
Este parque ocupa una extensión de 75.000 hectáreas y ofrece muchas posibilidades para practicar senderismo sin riesgos excesivos. Vamos, que no te pierdes. Encuentras caminos señalizados y un montón de personas que se ha echado a andar por aquellos montes.
En este parque viven unas 9000 personas repartidas en 92 aldeas, algunas de ellas limítrofes con Galicia. Otra parte del parque linda con Castilla y León. Son las zonas más boscosas. Más que arboledas ves matorrales. Pero árboles hay. Más al norte se hacen presentes los castaños y los robles. Hacia el sur del parque son las encinas las predominantes.
Lo que menos me gustó de este parque fueron la cantidad de bichos voladores que hay. Decía mi santo que había 160 variedades de pájaros. Nosotros vimos unas cigüeñas negras que daban miedo. Están en peligro de extinción.
Este tipo de pájaros raros como el águila imperial se ven mucho en los lameiros, es decir, en los pastos de montaña. También ves ciervos, corzos y el lobo ibérico. Nosotros tuvimos la suerte de no encontrarnos con el lobo, pero unos amigos nuestros casi tienen un accidente con una manada de lobos que se les cruzaron delante del coche en un camino de tierra.
Os recomiendo ir al Parque Natural de Montesinho. Las carreteras para llegar al pueblo de Montesinho están en bastante buen estado. Si no te interesa mucho la naturaleza salvaje, siempre puedes pasear por este pueblo de arquitectura antigua.
También os recomiendo ver las casas antiguas de las aldeas. Me recordaron mucho las casas de las aldeas gallegas, con su huerto y con sus establos para el ganado del que aún viven muchos vecinos.
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