En el Hotel Belvedere pasamos una semana fabulosa con las niñas. Está en Italia, cerca de Positano, en una zona muy rocosa y escarpada.
Es un hotel que tiene hasta playa privada. Bajas por unas escaleras y llegas a esa playa que está sólo a disposición de los huéspedes del hotel.
Nuestra habitación no era grande. Estaba decorada con estilo casa de pueblo. Una cama con cabecero de madera marrón a juego con dos mesillas de noche igualitas a las que había en la habitación de mis abuelos cuando yo era pequeña. Teníamos una terraza que me gustaba más que la habitación. En la terraza había una mesa con sillas de forja. Las vistas eran preciosas.
No nos cobraron extra por la conexión wi fi de nuestro cuarto. Tampoco por el parking.
Este hotel de Conca dei Marini es muy recomendable, más para unas vacaciones en pareja que para llevar niños. Tiene unas vistas espectaculares al mar. Te sientas en la terraza y te sientes como en el paraíso.
Todo estaba muy limpio. El personal era muy profesional. Me encantaba lo ordenadito que lo tenían todo. Mi marido pidió un par de veces el desayuno a la habitación y nos trajeron las bandejas con todo muy colocado y un ramo de flores naturales que te alegraba la mañana.
Fuimos varias veces a Amana ciudad que queda cerca del hotel. Vistamos su museo y su catedral y comimos en los restaurantes. Son tan buenos como el restaurante del hotel, donde sirven unos pescados y mariscos excelentes. Yo me hubiera quedado a comer todos los días, pero mi marido es muy de comer y cenar cada día en un sitio distinto cuando estamos de viaje o de vacaciones.
Os recomiendo el Hotel Belvedere. Es sencillamente fabuloso. Tiene una decoración un tanto antigua en las habitaciones, pero las vistas lo compensan todo y el trato recibido por parte del los empleados y el director del hotel también.
Es un hotel que tiene hasta playa privada. Bajas por unas escaleras y llegas a esa playa que está sólo a disposición de los huéspedes del hotel.
Nuestra habitación no era grande. Estaba decorada con estilo casa de pueblo. Una cama con cabecero de madera marrón a juego con dos mesillas de noche igualitas a las que había en la habitación de mis abuelos cuando yo era pequeña. Teníamos una terraza que me gustaba más que la habitación. En la terraza había una mesa con sillas de forja. Las vistas eran preciosas.
No nos cobraron extra por la conexión wi fi de nuestro cuarto. Tampoco por el parking.
Este hotel de Conca dei Marini es muy recomendable, más para unas vacaciones en pareja que para llevar niños. Tiene unas vistas espectaculares al mar. Te sientas en la terraza y te sientes como en el paraíso.
Todo estaba muy limpio. El personal era muy profesional. Me encantaba lo ordenadito que lo tenían todo. Mi marido pidió un par de veces el desayuno a la habitación y nos trajeron las bandejas con todo muy colocado y un ramo de flores naturales que te alegraba la mañana.
Fuimos varias veces a Amana ciudad que queda cerca del hotel. Vistamos su museo y su catedral y comimos en los restaurantes. Son tan buenos como el restaurante del hotel, donde sirven unos pescados y mariscos excelentes. Yo me hubiera quedado a comer todos los días, pero mi marido es muy de comer y cenar cada día en un sitio distinto cuando estamos de viaje o de vacaciones.
Os recomiendo el Hotel Belvedere. Es sencillamente fabuloso. Tiene una decoración un tanto antigua en las habitaciones, pero las vistas lo compensan todo y el trato recibido por parte del los empleados y el director del hotel también.
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