Thursday, March 31, 2022

Mis vacaciones en Cecebre




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El senderismo es el deporte más barato que existe. Nosotros lo practicamos mucho. No hacemos siempre rutas senderistas establecidas. Algunas veces nos echamos a andar por el monte por nuestra cuenta si conocemos bien el sitio. Fue lo que hicimos en la Fraga de Cecebre, en Cambre, La Coruña. La Fraga de Cecebre es muy conocida gracias a la obra literaria de Wenceslao Fernández Flórez y la posterior película de animación, El bosque animado. Mi suegra dice que ya no es lo que era. La conservación que debían hacer las autoridades deja bastante que desear. Hubo unos años en los que primo más el interés particular que el interés general. La Fraga de Cecebre es un espacio protegido por su riqueza en flora. 

Mis hijas se quejaron un poco durante la caminata. Decían que sólo se veían montes. La cosa cambió cuando llegamos al lugar del Apeadero 14, donde se encuentra Villa Florentina, espacio en el que vivió el famoso escritor y su familia, convertido hoy en su Casa Museo, regentada por la Fundación Wenceslao Fernández Flórez. Hicimos un alto en nuestro camino para verla por dentro. Villa Florentina puede ser visitada por ser abierta al público. Nosotros tuvimos la suerte de que no hubiera nadie de visita. Nos sentimos como en casa. Parecía la casa de un anciano tío. 


Seguimos andando tras la visita. Pudimos ver como quedan algunos espacios intactos con especies arbóreas autóctonas que ocupan una superficie no superior a las siete hectáreas. La Fraga de Cecebre se ha ido haciendo más pequeña. De hecho, la supervivencia de esta zona, conocida como la fraga de Quintán y, paradójicamente, la más cercana a la gasolinera y a la carretera que conduce a Piñeiro, ha sobrevivido en buena medida por las medidas que han tomado las autoridades a finales de los años ochenta. 

Os recomiendo la Fraga de Cecebre. No es el bosque animado que dio lugar al libro de Wenceslao Fernández Flórez. De aquel bosque inmenso que llegaba a Guísamo queda un bosque bastante más pequeño. Pero sigue siendo bonito. Puro verdor. Pura naturaleza. El embalse de Cecebre es el pantano que contribuye a darle todavía más magia.




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Asistimos a la boda de unos amigos en El Pazo de Cela, en Cambre, La Coruña. Este pazo es una casa solariega de estilo barroco situada en la parroquia de San Julián de Cela, en el municipio coruñés de Cambre, a menos de 15 kilómetros de la ciudad de La Coruña. Como cuesta mantener el caserón, sus dueños abren sus puertas para la celebración de bodas y banquetes nupciales o bautizos. Además el pazo cuenta con un restaurante interesante. 

Yo me hubiera quedado a vivir en el Pazo de Cela una temporada. Me sentí como una hidalga gallega: buena casa, buen jardín y estupenda comida en el restaurante. El edificio de estilo barroco data del siglo XVIII. Parece más viejo. La humedad de Galicia envejece mucho las piedras. Los muros del pazo fueron construidos en mampostería, mientras que la cubierta está realizada con teja plana. Tiene una fachada con mucho encanto. En la fachada destaca la escalera de granito, con patín monumental. Las fotos de la boda de nuestros amigos salieron preciosas en la escalera. La ornamentación del pazo es escasa, aunque destacan dos blasones a sendos lados de la entrada principal que hacen pensar en la importancia de la familia que lo mandó construir. 

El Pazo de Cela es en la actualidad de propiedad privada. No puedes a ir a verlo como si fuera un museo. La manera de entrar es yendo de boda, bautizo o comunión. Desde hace varios años sus dueños alquilan el recinto para la celebración de eventos familiares. 

Los eventos no se hacen en el edificio principal. Los jardines cuentan con un pabellón acristalado, donde tiene lugar la celebración de eventos. Suele ser la costumbre en todos los pazos donde organizan banquetes. El pabellón del Pazo de Cela está muy bien. Es un pabellón con vistas a los jardines, estanques y al Pazo. Sólo ves belleza. 

A nosotros nos sobró espacio. Sólo éramos unos cincuenta. El pabellón tiene capacidad para 400 comensales. Para aparcar no tuvimos problema. El complejo dispone de un aparcamiento privado con acceso directo al pabellón. Comimos una mariscada excelente preparada allí mismo. La cocina, situada en las dependencias del Pazo, es de nueva y está equipada con tecnología de última generación. No hace falta traer la comida de catering. Te la hacen allí y comes todo fresquito. 

Os recomiendo el Pazo de Cela para vuestra boda o para ese evento familiar tan emotivo como puede ser un bautizo o una primera comunión. El Pazo está situado en el centro de una finca amurallada. Esto te da mucha privacidad. Nadie te ve desde fuera. No debes perderte los jardines. Son preciosos. Te quedan las fotos como si fueras una princesita de cuento de hadas. Los jardines, de estilo afrancesado, ocupan una superficie total de 6.000 metros cuadrados. Los tienen muy cuidados. Los parterres de boj albergan diversos ejemplares de palmeras, plátanos de sombra, helechos, camelios y criptomerias. Hay que felicitar a los jardineros por el buen trabajo que hacen.

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Mis vacaciones entre montañas y pizzas



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Alanís es un pueblo precioso que está a 100 kilómetros de la ciudad de Sevilla. Nos impactó su belleza. Alanis está a pie de unas montañas interminables. No debes perderte sus atardeceres: son de ensueño. Me enamoré más de mi marido viendo caer el sol antes de anochecer. Había unos tonos rojizos en el cielo que parecían salidos de una paleta de acuarelas. 

Este pueblo limita con Malcocinado y Azuaga, localidades extremeñas. Alanís sigue siendo un pueblo muy rural. Muchos de sus 1700 habitantes viven de la agricultura. El turismo se vuelve importante en verano cuando regresan vecinos emigrados y visitantes buscando el fresco de la sierra. En verano no parece el mismo Alanís que en invierno. 

Nosotros fuimos en invierno. Quería poder disfrutar sus sus calles sin tanta gente. Pudimos ver en nuestro recorrido por Alanís huellas romanas y árabes en sus paredes. Mi marido es un apasionado del Arte. Siempre nos da clases in situ en nuestros viajes, sobre todo cuando vienen las niñas. 

Tiene este bonito pueblo un castillo en una cima al sur del núcleo urbano que le encantó a mis hijas. Decían que era un castillo encantado. De origen árabe (anterior a 1392) conserva muros de más de dos metros de anchura testigos de defensa. Mucho trabajo tuvieron los hombres que levantaron aquellas paredes. Desde el casillo se observa gran parte de la sierra. En el castillo celebran las Jornadas Medievales y otros eventos. 

Después de ver el castillo, recorrimos La Fuente de Santa María, la Ermita de San Juan y la Ermita de Nuestras Señora de las Angustias. Cansada de ver tanta iglesia, propuse regresar al coche. Mis pies se negaban a dar un paso más por bonito que fuera el pueblo. Andar es muy cansado. 

Seguro que volvemos a Alanís. Mi suegra quiere ir a la Romería en honor a María Auxiliadora celebrada el último fin de semana de mayo. Mi santo me propuso acompañar a su madre. Me parece una buena idea. Podemos buscar una casa rural por la zona para estar unos cuantos días. 

La primera vez que fuimos a Alanís llevamos la furgoneta que tenemos camperizada. Queríamos disfrutar la naturaleza. Alanís se encuentra rodeada de naturaleza bien cuidada. Es una localidad que apuesta por el turismo rural y cuenta con espacios delimitados para autocaravanas. 

Os recomiendo visitar Alanís. Tiene dos rutas de senderismo interesantes: el Sendero del Cerro del Cura y el Sendero Aguardianteros. Es un pueblo donde caminar es una opción a tener en cuenta, tanto dentro del casco urbano como fuera de las calles en las que se apiñan las casitas pintadas de blanco.




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Charlatán en la calle Galera de La Coruña es un restaurante de comida que dará que hablar. Los dueños tienen otros dos locales: el restaurante Peculiar y el bar Intenso, más de picoteo. Charlatán es una mezcla de los dos. Toda la comida es casera, también los postres. 

Las pizzas del Charlatán son deliciosas. Hacen en la cocina del restaurante la masa. Son pizzas artesanas al cien por cien. Todo un lujo. Por eso les llueve la gente. Siempre que fuimos estaba hasta los topes. La última vez tuvimos que arreglarnos con la comida de barra. No había mesa libre. 

Los vinos del restaurante Charlatán también son muy buenos. Tienen una amplia carta de vinos. Siempre encuentras un vino que te guste porque hay mucho donde elegir. Yo prefiero un agua. Como me toca conducir, tengo que privarme de los buenos caldos de este restaurante que ha abierto recientemente en la calle de la Galera. 

La decoración del establecimiento contrasta con la decoración que una piensa para un restaurante donde la reina del menú es la pizza. Sus paredes de piedra a la vista hacen pensar en la calidad por la que apuestan los dueños de Charlatán. Me gusta que hayan puesto el nombre dentro con la frase "comida que habla". Facilita que recuerdes el nombre del restaurante. Muchas veces entras en restaurantes que te quedan de paso. Así fue como entramos nosotros en Charlatán. Seguro que volvemos. Nunca había comido unas pizzas con una masa tan rica. La pizza casera es una delicia. De su variedad de pizzas me quedo con la pizza a la brasa. Hay más: Margarita, portovelo, carbonara, burrata y el guanciale que le encantó a mi santo. El guanciale es una chacina italiana muy parecida al beicon. 

Os recomiendo este restaurante. No debes perderte sus pinchos. Las gambas están deliciosas. En Charlatán apuestan mucho por los productos de temporada. Traen lo mejor de lo mejor de toda la geografía española. El restaurante Charlatán está en el centro de La Coruña. En la calle Galera se come bien de toda la vida. Los nuevos locales que abren siguen apostando por la comida de calidad.

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Saturday, March 19, 2022

Mis vacaciones en las Lagunas de Ambroz

Las lagunas de Ambroz están entre la M-40 y la R3, en una zona poco conocida del distrito de San Blas-Canillejas. Son la mayor zona de laguna en la ciudad de Madrid. Es una pena que no estén muy cuidadas. La gente deja un montón de basura tirada.

A mi marido le gusta ir por las Lagunas de Ambroz a ver pajaritos. La ornitología es practicada por muchos visitantes. Se ve mucha gente con los prismáticos mirando los vuelos y los comportamientos de las aves. Yo no soy una apasionada de la ornitología, más bien lo contrario. Pero me gusta ir a las lagunas de Ambroz porque son un trocito de naturaleza en una ciudad enorme. Tal vez si estuvieran lejos de Madrid estarían más cuidadas. La multitud acaba con la naturaleza.

En estas lagunas hay una mina a cielo abierto de sepiolita. Es una zona bastante peligrosa. Por eso hay que ir con cuidado. Nosotros nunca llevamos a las niñas por estas lagunas de Ambroz. Me horroriza que puedan tener un accidente. Además, no es un sitio que esté limpio precisamente.

Lo mejor que les ha pasado a las lagunas de Ambroz ha sido el cierre de la mina. Les caducó el contrato y se fueron. Hablaron de reabrir la mina de sepiolita hace unos años. Hubo protestas vecinales. La gente temía que la producción minera ocasionara enfermedades entre los vecinos.

Os recomiendo visitar las lagunas de Ambroz, unos humedales de la ciudad de Madrid con difícil acceso. Las lagunas son artificiales. Tienen una profundidad de ocho metros. Como os decía, son bastante peligrosas. Si a la profundidad le añades la suciedad de las aguas, tienes motivos de sobra para no introducirte en ellas. Darse en las lagunas un chapuzón no es buena idea.

La mina de Tolsa estuvo en funcionamiento desde 1977 hasta 2007. No creo que la vuelvan a abrir. La oposición vecinal es muy fuerte. Con lo que quitan de la mina fabricaban morteros para la construcción. Seguro que se arreglan sin volver a la actividad. Hay que apostar por la Naturaleza.
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https://tiendamarbella.blogspot.com/2022/03/babydoll-pura-quimica.html


Monday, March 14, 2022

Mis vacaciones más divertidas

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Valencia es una ciudad a la que mi marido va de forma habitual por negocios. Estos últimos años la capital del Turia se ha vuelto una ciudad muy interesante. Puedes hacer turismo cultural mientras tu marido está en sus reuniones de negocios. El Helen Berger Boutique Hotel se encuentra en Valencia, a 400 metros del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Nos pareció un hotel ideal para compatibilizar su agenda y la mía. Este hotel ofrece un bar y vistas a la ciudad. Es un gusto asomarte a la ventana de tu habitación y ver Valencia como si fuera una foto de postal.

Para las comidas resulta práctico quedar en el hotel. Hay restaurante, recepción 24 horas, servicio de conserjería y WiFi gratuita en todas las zonas. Han pensando en todo. Puedes teletrabajar en tu habitación con la WiFi gratuita del hotel. Va como una moto. El establecimiento cuenta con mostrador de información turística y consigna de equipaje. Nosotros no necesitamos la información turística. Conocemos bastante bien Valencia. Servidora sabía a qué tiendas iba a ir a hacer el turismo de compras que tanto me gusta.

No nos faltó de nada en nuestra habitación. Era una habitación espaciosa, luminosa, decorada muy estilo hotel moderno. Las habitaciones del hotel disponen de aire acondicionado, escritorio, hervidor de agua, minibar, caja fuerte, TV de pantalla plana y baño privado con ducha. La ducha tenía una buena presión de agua. Es lo primero que miro. Todas las habitaciones del Helen Berger Boutique Hotel incluyen ropa de cama y toallas. Todos los días cambian sábanas y ponen toallas limpias.

El desayuno es mejor a la carta. Se sirve un desayuno continental o a la carta. Es mejor pedir lo que quieres a comer lo que te ponen. Yo pedí mi zumo natural y un café con pan caliente con mantequilla. Es el desayuno saludable que suelo tomar cuando estoy fuera de casa. En casa desayuno más ligero.

Os recomiendo el Helen Berger Boutique Hotel, un hotel moderno, en el que te sientes cómoda. El Helen Berger Boutique Hotel está cerca de lugares de interés como el Jardín del Turia, el mercado central de Valencia y los Jardines de Monforte. Invita a dar paseos románticos por los alrededores, sobre todo si viajes en pareja. Los críos le quitan romanticismo a cualquier situación. Por un suplemento, el establecimiento ofrece un servicio de enlace con el aeropuerto de Valencia, que es el más cercano y está a 11 kilómetros. Compensa pagar el suplemento. Te sale más barato que pagar el taxi al aeropuerto.

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El Hotel Hubert está situado en un edificio histórico del centro de Bruselas. No es un hotel tan bueno como los hoteles españoles que están en el centro de las ciudades, pero no te desilusiona mucho. Lo tienen bastante bien cuidado. De la limpieza tampoco tuvimos queja. Durante los cuatro días que pasamos en este alojamiento vinieron a hacer limpieza todos los días. Mi marido temía tener que limpiar él los suelos. No fue el caso.

Este hotel ofrece habitaciones con aire acondicionado y WiFi gratuita. Son habitaciones silenciosas. No parece que estás en el centro de una ciudad como Bruselas. La estación central de Bruselas, situada a solo 200 metros, ofrece conexiones directas en tren con el aeropuerto de Bruselas en 20 minutos. Puedes ir sin coche. Nosotros alquilamos un coche en el aeropuerto porque mi marido es de esas personas que no sabe vivir sin conducir él mismo. Yo me hubiera movido en transporte público sin ningún problema.

La mayor ventaja del Hotel Hubert es lo bien equipadas que tiene las habitaciones. Todas las habitaciones disponen de armario, nevera y TV de pantalla plana con canales vía satélite. El armario no lo utilizamos apenas. No me gusta deshacer las maletas. Tienes que volver a hacerlas y es un lío. Cuanto menos trabajas mejor. Mi marido se pidió el armario para él solo. Colgó sus trajes y sus camisas. Temía que se le arrugaran en la maleta, tras el planchado que le dio con una pequeña plancha de viaje que llevaba en su maleta.

El baño es privado e incluye artículos de aseo exclusivos. Un bonito detalle. Mi marido utilizó todos los jabones que nos dejaron. Yo me duché con mi propio gel. Prefiero no acostumbrar mi piel a productos que no compro.

En el Hotel Hubert puedes comer lo que te gusta. The Foodmaker sirve un desayuno saludable, en el que no faltan sabrosos zumos naturales y bollería recién horneada. Por las tardes no debes perderte un food truck en el vestíbulo, donde se ofrecen perritos calientes y un menú que cambia regularmente. Me recordó la merienda habitual de las niñas. De hecho, mis hijas se sentían como en casa. Cuando vieron aquellos perritos calientes pensaban que los habían preparado para ellas a petición nuestra. Su padre nunca les hubiera pedido lo que considera merienda poco saludable.

A donde no llevamos a las niñas fue al bar. Se bebía mucho. El bar del hotel propone bebidas y aperitivos hasta las 23:00. No nos pareció un lugar ideal para unas niñas de corta edad. En el Grab&Go se ofrecen bebidas y aperitivos todos los días, las 24 horas. Es mejor no ir mucho. Los precios los tienen por las nubes.

Nosotros estábamos en Bruselas por negocios de mi marido. Encontramos tiempo libre para hacer turismo cultural. El Museo de la Ciudad de Bruselas se encuentra a 300 metros del Hotel Hubert. Tienen una bonita colección de cuadros. Cerca del hotel hay varios lugares de interés, como la Grand Place y el ayuntamiento de Bruselas. Puedes ir andando.

Os recomiendo el Hotel Hubert de Bruselas. La estación Gare du Midi se encuentra a 2 kilómetros y ofrece conexiones internacionales a través del servicio Eurostar y Thalys. El aeropuerto más cercano, el aeropuerto de Bruselas, está situado a 15 kilómetros. No gastas mucho dinero en un taxi si no tienes coche.

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Me encantan los hoteles a pie de playa. Resultan muy prácticos cuando viajas con niños y niñas de corta edad. Puedes bajar a la playa andando y regresar también caminando. Por eso elegimos el Duna Hotel Boutique, en Peñíscola, un bonito hotel que está situado frente a la playa de Peñíscola, a 100 metros de playa Norte y a 300 metros de playa Sur.

Una vez en Peñíscola recorrimos más playas. El hotel se encuentra a unos dos kilómetros de la playa de Santa Lucía. Allí nos fuimos en nuestro coche alquilado. La playa estaba bastante llena de gente. Mi marido nos propuso dejar el turismo de playas y pasarnos al turismo cultural. No me apetecía mucho. Quedamos en un término medio: visitar algún edificio bonito. La elección fue un castillo famoso. El hotel nos quedaba a menos de 1 kilómetro del castillo de Peñíscola. Fue donde nos sacamos las fotos de familia feliz.

Este hotel está muy bien. Tiene habitaciones de no fumadores. Nosotros pedimos dos habitaciones de no fumadores. A mis hijas les tocó la habitación más pequeña. Mi marido y yo elegimos la habitación más amplia. Somos un matrimonio que necesita espacio para ser feliz. El hotel ofrece WiFi gratuita. Otra ventaja a tener en cuenta, sobre todo por las personas que teletrabajamos. Algunas habitaciones tenían balcón con vistas al mar. No tuvimos la suerte de encontrar ninguna de estas habitaciones libres. Nuestras dos habitaciones tenían unas preciosas vistas de la piscina del hotel.

Os recomiendo este hotel de Peñíscola. Disfrutas unas vacaciones de sol y playa, en medio de un ambiente de diversión total. No falta una animación interesante para huéspedes que no se saben animar solos. Las habitaciones disponen de aire acondicionado, armario, caja fuerte, TV de pantalla plana y baño privado con ducha. En el cuarto de baño el secador del pelo estaba tan bien atado a la pared que tuve que llamar a recepción para que lo soltaran un poco. No me daba el cable para secar las melenas de las niñas. Las habitaciones del Duna Hotel Boutique incluyen ropa de cama y toallas. Son muy generosos con las toallas. Tienes toallas de sobra para ducharte, llevar a la playa, bajar a la piscina y volverte a duchar.

Si buscas un aeropuerto también lo tienes. En media hora te pones en el aeropuerto de Castellón, si conduces rápido. El aeropuerto de Castellón, situado a 45 kilómetros, es el más cercano.


Saturday, March 05, 2022

Mis vacaciones en la casa del último Rey de Granada

La Alquería de Morayma en Cádiar, Granada, tiene el nombre de la última esposa del último rey de Granada. Fue justo por el nombre por lo que elegimos esta casa rural para pasar unos días en familia, mientras teletrabajábamos a todo dar mi marido y servidora. Mi marido decía que se sentía el rey Boabdil. Es un exagerado. El rey Boabdil murió en Granada, en tierras del Andarax, antes de poder cumplir el destierro africano decretado por los cristianos. Lo suyo era amor al terruño.

La alquería es bonita. Está formada por cinco casas típicas, una pequeña ermita y un cortijo. Explotan el complejo como hospedaje agroturístico de calidad. A mí me enamoró nada más llegar. Más me enamoró cuando paseamos por la finca. Es una finca de 35 hectáreas. Cultivan viñas, olivos, almendros, higueras, encinas y frutales. Mis hijas pudieron recibir una clase de agricultura andaluza insitu. Su padre fue el profesor. Yo me sumé como oyente.

En la alquería no nos faltaron comodidades. Yo me hubiera quedado a vivir allí de lo cómoda que me encontraba. La carpintería de castaño le daba un toque acogedor, debajo de unos tejados de launa. La decoración tenía muchas reminiscencias arábigas.

Nos dieron dos habitaciones con muebles recuperados del pasado. Las colchas alpujarreñas eran preciosas. Mi santo quería el dormitorio que estaba en la ermita. Le dije que ni hablar. Yo no dormía en una iglesia aunque dejara de ser iglesia porque se paga como habitación de turistas. Siempre fui muy respetuosa con las religiones propias y ajenas.

Os recomiendo la Alquería de Marayma. Tiene nombre de reina musulmana. No debes perderte su restaurante. Se come de cine. Te sirven las especialidades de la comarca. El restaurante de la alquería de Morayma tiene unas preciosas vistas a las lomas alpujarreñas.

Seguro que volvemos a este complejo rural pintado de color blanco. Lo pasamos muy bien haciendo senderismo por la zona. Mi marido llevó una bicicleta por si nos cansábamos. Al final sólo fue él pedaleando por los Montes de las Alpujarras. Pedaleaba para abajo y empujaba la bicicleta cuando había que subir las cuestas. Mi santo no es muy ciclista. Enseguida se cansa de dar pedales.


Mis vacaciones rurales más baratas

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El Hotel Guadalope en Alcañiz, Teruel, es un hotel de dos estrellas que merece una tercera estrella. A mí me sorprendió su buen mantenimiento. Las habitaciones y las estancias comunes están perfectamente pintadas. No faltan paredes piedra vista, dando un toque de antigüedad conservada al establecimiento hotelero.

Todas las habitaciones cuentan con balcón privado. Da gusto despertar por la mañana y asomarte al balconcito. Desde el pequeño balcón de nuestra habitación teníamos unas vistas estupendas de la ciudad. De noche era un lujo ver la ciudad iluminada.

Lo pasamos bien. El nuestro era un viaje privado. Mi marido y yo íbamos a la boda de unos amigos. Como habíamos gastado mucho dinero en el regalo para los novios, optamos por un hotel barato. Lo que no pensábamos era que el hotel barato fuese a salir tan bueno o más bueno incluso que un hotel caro.

No echamos de menos un restaurante porque salimos a comer todos los días. Para tomar un café teníamos el bar del hotel. Este hotel de dos estrellas alberga un bar muy tranquilo con terraza. También el hotel es tranquilo. Mi marido decía que se escuchaba el televisor de la habitación vecina. Yo no escuchaba nada. De noche me dedico a dormir. Además, seguro que escuchaban más nuestro televisor de pantalla plana. Mi santo lo ponía un poquito alto para mi gusto.

Os lo recomiendo. El Hotel Guadalope en Alcañiz ofrece habitaciones con aire acondicionado, de distintos tamaños y decoración de casa de abuela con comodidades. Tiene buena conexión WiFi gratuita y baño privado en todas las habitaciones. Me gustó mucho la colcha blanca de moda antigua que tenía nuestra cama. Un pared de la habitación era piedra vista. El resto de las paredes y el techo estaban pintados de blanco. La cama tenia el cabecero de forja. Me gustó el detalle de tener una alfombra a los pies de la cama. Venía bien para calzarte cómodamente, sin que tus pies pisaran las frías baldosas.

En el hotel no pasas frío. Tienen una buena calefacción. Otra ventaja es lo limpio que está todo. Daba gusto ver las blanquísimas cortinas de nuestro cuarto. Parecían lavadas a mano de lo limpias que estaban.

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Buscando un hotel rural en el campo de Granada acabamos haciendo una reserva en el Hotel La Garapa que está situado en Cájar, en las afueras de Granada, en medio de un campo fértil que da gusto mirar. Me encantan los campos trabajados. Resulta muy relajante mirar las tierras cultivadas. Mi marido no tuvo muy en cuenta los campos cultivados para elegir hotel. Se fijó en las vistas. Este maravilloso hotelito ofrece unas vistas espectaculares de Sierra Nevada. Nuestras vacaciones familiares fueron muy relajantes.

Mi suegra también se encontró a sus anchas. Esta casa de campo reformada es un lugar único y agradable. Te sientes más que huésped, invitada. Tienen la casa muy limpia. Es un pequeño hotel con una decoración y un ambiente de estilo rústico y típico de Andalucía. He visto otras casas rurales andaluzas muy parecidas en cuanto a decoraciones.

Pudimos hacer algo de senderismo por los alrededores. La casa está rodeada de diferentes tipos de árboles frutales. Mi marido nos dio clases de cultivos arbóreos. Mis hijas aprendieron in situ los frutos de cada árbol en nuestros paseos.

Cuando caía la tarde las vistas eran todavía mejores. El pequeño hotel ofrece unas vistas magníficas de la Alhambra, Sierra Nevada y Cájar. Mi marido y yo nos enamoramos más el uno del otro mirando aquellos atardeceres llenos de misterio.

La gran ventaja de este hotel rural es que te permite disfrutar de la tranquilidad y la paz que brinda un entorno natural y relajante, lejos del bullicio de las zonas más turísticas de Granada.

Os recomiendo el Hotel La Garapa. Me encantaron las habitaciones, con sus cortinas blancas a juego con las colchas de las camas, sus contras en las ventanas. Cerrabas la contra y podías dormir sin que te despertaran los primeros rayos de sol de la mañana. En nuestra habitación había una gran cama de matrimonio. En la habitación de las niñas había dos camas juntas. Mi suegra eligió una habitación individual pequeña que nos costó lo mismo que las habitaciones grandes.

Los cuartos de baño eran más andaluces. Los azulejos parecían un recuerdo del pasado. Sólo llegaban a mitad de pared. El resto era pintura. Los lavabos antiguos, con la pila en madera tenían su gracia.

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El Xalet La Coromina en Girona en Viladrau, Girona es una casa rural con mucho encanto. Su fachada, en gran parte cubierta de plantas enredaderas, hace pensar en una casa de cuento de hadas. Las ventanas blancas, lote tejados rojos y unas cortinas a juego dando la bienvenida hacen pensar en una estancia confortable.

Piensas bien pensando en la comodidad. En esta casa rural de Girona encontramos la tranquilidad que buscábamos para nuestro fin de semana en familia de andar por casa. Mi marido y servidora pudimos teletrabajar mientras nuestras hijas disfrutaban la naturaleza sin salir más allá del jardín con su abuela.

Este chalé fue construido a principios del siglo XX. Una familia catalana pudiente pudo permitírselo. Los actuales dueños no pudieron permitirse tanto lujo para sí solos. Tuvieron que alquilar habitaciones a los huéspedes que nos gustan este tipo de casas rurales en plena naturaleza catalana.

No es una casa tan grande como parece por fuera. Sólo tiene ocho habitaciones. Estás como en familia. Las habitaciones tienen decoraciones distintas. Yo lo agradecí. No me hubiera gustado tener una habitación igual a la de mi suegra. La madre de mi marido eligió la habitación más pequeña. Poca diferencia había. La de mis niñas era casi tan grande. La que tenía mayores dimensiones, sin ser descomunal, era la nuestra. Siempre pido habitaciones grandes. La falta de espacio es un problema para nosotros.

Poco nos alejamos de los alrededores del Xalet La Coromina. Pese a que los conocíamos de una estancia anterior, preferimos quedarnos en la casa. En la planta baja había un restaurante donde se comía muy bien. Es un restaurante un tanto curioso. En el mismo recinto sirven la comida y tienen una especie de saloncito para echar unas partidas de cartas. Es en ese saloncito donde está la chimenea original de la casa. En el restaurante sirven productos de temporada perfectamente cocinados. Siempre tuvieron buenos cocineros.

Os recomiendo el Xalet La Coromina. Llegas sin perderte por la N-152 en dirección a Vic, salida a Tona. Entras en Viladrau a la izquierda. Enseguida ves una casona con la fachada principal cubierta por plantas enredaderas que trepan hasta el tejado sin impedimentos de los jardineros. La casa ganaría más sin las plantas enredaderas. No dan sensación de limpieza. Mi marido estaba obsesionado con los posibles bichitos que pudieran entrar por la ventana. Había que cerrarle las ventanas para que estuviera tranquilo.

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Gijón es una ciudad que nos encanta, sobre todo en verano. Puedes disfrutar del fresquito que hace poner chaqueta. Por eso vamos siempre que podemos a esta bonita ciudad asturiana. Hace unos meses fuimos para asistir a la boda de unos amigos. Nos alojamos con las niñas en el Genius en Silken Ciudad Gijón, un hotel estupendo.

Mis hijas daban saltos de alegría porque tenían la playa cerca. Mis niñas con tener el mar con su arenal a un paso del hotel ya son felices. Salen a mí. Les gusta la playa tanto como a servidora. Este alojamiento está a sólo ocho minutos a pie de la playa. Sales del hotel y en un pis pas estás entrando en la arena de la playita. No necesitas coche ni autobús para ir a la playa. Una gran ventaja, sobre todo cuando vas con niñas de corta edad.

Mi marido estaba más contento que servidora. Consideraba que habíamos gastado mucho en el regalo de boda de nuestros amigos y en ponernos guapos para el evento. Por eso un hotel con playa nos venía de cine. Ir a la playa es gratis. Los dos días que íbamos a estar en Gijón, además del día del bodorrio, los pasaríamos tomando el sol. Nada de tiendas. Le hicimos caso.

Este hotel moderno se encuentra a 700 metros de la playa de Poniente, en Gijón. No te cansas de ir y venir andando de la playa. Si tienes más fuerzas, puedes ir a hacer un derroche de fortaleza al gimnasio. Me llamó la atención que no estuviera muy concurrido. Mi marido estvo a sus anchas. Hizo pesas, ejercicios variados y se subió a un montón de máquinas que se veían muy nuevas. Estaba muy limpio.

También estaba limpia la sauna. Fui una tarde que mi santo se quedó con nuestras hijas en la piscina climatizada de uso gratuito. Mis hijas se apuntan a todo lo que sea agua. Tanto le da que sea agua de mar, agua de río o las limpias aguas estancadas de la piscina del hotel donde nos alojamos.

Otra ventaja de este bonito hotel es la amplitud de sus habitaciones. No tuvimos problemas de espacio. Mi matrimonio no se puso en crisis por falta de espacio para nosotros y para las maletas que nos acompañaban. Las habitaciones son amplias. Tienen una decoración moderna de hotel. Te encuentras en estancias bien iluminadas, bien limpias y con todas las comodidades que tienes en tu casa. Cuentan con televisor de pantalla plana. Si te aburres, puedes poner una película o empezar a consumir contenido de la caja tonta.

Nosotros no nos aburrimos. Las niñas fueron las que miraron la televisión. Les encantan los dibujos animados y esos contenidos infantiles que sólo entienden ellas. Había WiFi gratuita en todas las habitaciones y en las zonas comunes. Aprovechamos para teletrabajar un ratito. Una no se puede olvidar del trabajo que le da de comer. Las habitaciones también incluyen aire acondicionado. Nosotros lo quitamos. No hacía calor agobiante, más bien todo lo contrario. Mi marido de noche decía que casi necesitaba la calefacción. Veníamos de los calores del sur. Fue de noche cuando miramos algo la televisión aprovechando que teníamos TV vía satélite.

Casi mejor que en el banquete de la boda de nuestros amigos, comimos en el restaurante del hotel. El elegante restaurante Gala ofrece cocina local moderna. Nos sirvieron unas fabes que te chupabas los dedos. Yo no las quería, pero mi marido dijo que no se iba de Asturias sin zamparse un plato de fabes. Lo acamañé. No quería que fuera el único comesal del restaurante con plato de cuchara bien caliente en pleno dia de verano.

Os recomiendo este hotel. No debes perderte ni su restaurante ni su cafetería. Los huéspedes pueden disfrutar de bebidas y aperitivos hasta las doce de la noche en la cafetería o en la terraza exterior. Se está mejor en la terraza. Hay que prevenir contagios de sitios cerrados.

Este alojamiento en Gijón está bien ubicado. Puedes prescindir de coche en tus desplazamientos por la ciudad. El hotel está a 15 minutos a pie del centro de Gijón y sus lugares de interés turístico. Para lo que necesitas coche es para ir al aeropuerto. Ir andando es un poco cuesta arriba, y más si vas tirando de un par de maletas. El aeropuerto de Asturias se encuentra a unos 36 kilómetros del Silken Ciudad Gijón. Nosotros fuimos en taxi. Es maravilloso que conduzcan por ti cuando estás cansada de conducir todos los días.