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El Paseo de los Enamorados en Cervo se puede recorrer durante cualquier época del año, pero en primavera adquiere un encanto especial. Es un sendero romántico que mi marido y yo recorrimos en nuestro primer año de casados. Nos enamoramos más.
El sendero se ubica en el conjunto histórico-artístico de Sargadelos. No mide más de trescientos metros. Va paralelo hasta un canal del río que alcanza la presa del Xunco.
A mí el agua de las presas no me hace mucha gracia. Esta presa se ve antiquísima. Los años no le han pasado en balde. Fue construida en 1791. Tiene un muro de retención y en cantería.
El fin de la presa fue en su día industrial. Hoy no sientes la zona como industrial. El verde se impone por doquier, recordándote que estás en plena naturaleza gallega.
Mi marido yo solemos sentarnos en uno de los bancos que pusieron. Es un placer abrazar a tu pareja con el murmullo del río de fondo. Se trata de un pequeño regato que nace en los montes de Buio. Desemboca en la preciosa ensenada de Rueta.
Fuimos en una ocasión en invierno. No es lo mismo. Los meses con días más cortos hacen el Paseo de los Enamorados sombrío y triste. La alegría a este sendero regresa en primavera, con la luz a raudales, con el sol, con el buen tiempo.
Os recomiendo visitarlo. En el Paseo de los Enamorados encuentras algún banco de madera para sentarte. Si no tienes temor a los bichitos, también puedes sentarte sobre la hierba de los prados que lo rodean.
También os recomiendo ampliar la visita hasta el conjunto histórico de Sargadelos. Es una zona que está siendo reforestada por el ayuntamiento de Cervo. Mi marido les fue explicando a las niñas la variedad de arbolitos que encontrábamos. Eran todos árboles autóctonos.
Nos cruzamos con unos jóvenes que iban a caballo. Es un buen sitio para practicar la equitación. No hay coches que asusten a los equinos. También es ideal para descubrir su encanto especial como paseo de los enamorados.
El sendero se ubica en el conjunto histórico-artístico de Sargadelos. No mide más de trescientos metros. Va paralelo hasta un canal del río que alcanza la presa del Xunco.
A mí el agua de las presas no me hace mucha gracia. Esta presa se ve antiquísima. Los años no le han pasado en balde. Fue construida en 1791. Tiene un muro de retención y en cantería.
El fin de la presa fue en su día industrial. Hoy no sientes la zona como industrial. El verde se impone por doquier, recordándote que estás en plena naturaleza gallega.
Mi marido yo solemos sentarnos en uno de los bancos que pusieron. Es un placer abrazar a tu pareja con el murmullo del río de fondo. Se trata de un pequeño regato que nace en los montes de Buio. Desemboca en la preciosa ensenada de Rueta.
Fuimos en una ocasión en invierno. No es lo mismo. Los meses con días más cortos hacen el Paseo de los Enamorados sombrío y triste. La alegría a este sendero regresa en primavera, con la luz a raudales, con el sol, con el buen tiempo.
Os recomiendo visitarlo. En el Paseo de los Enamorados encuentras algún banco de madera para sentarte. Si no tienes temor a los bichitos, también puedes sentarte sobre la hierba de los prados que lo rodean.
También os recomiendo ampliar la visita hasta el conjunto histórico de Sargadelos. Es una zona que está siendo reforestada por el ayuntamiento de Cervo. Mi marido les fue explicando a las niñas la variedad de arbolitos que encontrábamos. Eran todos árboles autóctonos.
Nos cruzamos con unos jóvenes que iban a caballo. Es un buen sitio para practicar la equitación. No hay coches que asusten a los equinos. También es ideal para descubrir su encanto especial como paseo de los enamorados.
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El conjunto histórico de Sargadelos se trata de un complejo industrial de finales del siglo XVIII. Su fundador fue Antonio Raimundo Ibáñez, el marqués de Sargadelos. Empezaron con una industria siderúrgica y acabaron con una fábrica de cerámica.
Los bosques que lo rodean tienen suelos ricos en caolín. Tenían la materia prima in situ. Para sacar la mercancía estaba el mar cerca.
Yo fui con mi familia a ver el complejo. Lo han recuperado instalando allí el Centro de Emprendemento e Artesanía. Pudimos ver como restauraron las viejas caballerizas.
También rehabilitaron la antigua nave de fundición. Lo que no restauraron fueron los altos hornos. Da pena ver las ruinas. La casa de la administración está ídem de ídem: tirada según ha caído.
Fuimos andando por lo que en su día fue el camiño real, un camino que unía las Reales Fábricas con el puerto de San Cibrao. Lo construyeron en 1849. Vuelvo a decir que apena a una que no se haya mantenido todo funcionando a día de hoy.
Os recomiendo visitar el conjunto histórico de Sargadelos. Nada tiene que ver con la factoría actual que está a pocos kilómetros. Nos acercamos a verla. Mi hija mayor quería visitar su museo histórico. Pudimos ver la casa que ocupó el intelectual Díaz Pardo, un artista coetáneo a Castelao.
Este complejo industrial, hoy en ruinas, fue un ejemplo de prosperidad en su día. Lo tenían bien montado. A pocos metros sacaban hierro, caolín, cuarzo y pedernales, las materias primas que necesitaban para su proceso de fabricación.
El marqués de Sargadelos era un hombre listo. Lástima que los que lo siguieron en vez de mantener la industria en pie la hayan dejado a ruinas entre helechos y matorrales.
En la actualidad le sacan rendimiento con los turistas. Para algo declararon las fábricas conjunto histórico artístico en 1972. La tranquilidad de la zona y la belleza de los bosques invitan a pasear. Se respira aire puro.
Los bosques que lo rodean tienen suelos ricos en caolín. Tenían la materia prima in situ. Para sacar la mercancía estaba el mar cerca.
Yo fui con mi familia a ver el complejo. Lo han recuperado instalando allí el Centro de Emprendemento e Artesanía. Pudimos ver como restauraron las viejas caballerizas.
También rehabilitaron la antigua nave de fundición. Lo que no restauraron fueron los altos hornos. Da pena ver las ruinas. La casa de la administración está ídem de ídem: tirada según ha caído.
Fuimos andando por lo que en su día fue el camiño real, un camino que unía las Reales Fábricas con el puerto de San Cibrao. Lo construyeron en 1849. Vuelvo a decir que apena a una que no se haya mantenido todo funcionando a día de hoy.
Os recomiendo visitar el conjunto histórico de Sargadelos. Nada tiene que ver con la factoría actual que está a pocos kilómetros. Nos acercamos a verla. Mi hija mayor quería visitar su museo histórico. Pudimos ver la casa que ocupó el intelectual Díaz Pardo, un artista coetáneo a Castelao.
Este complejo industrial, hoy en ruinas, fue un ejemplo de prosperidad en su día. Lo tenían bien montado. A pocos metros sacaban hierro, caolín, cuarzo y pedernales, las materias primas que necesitaban para su proceso de fabricación.
El marqués de Sargadelos era un hombre listo. Lástima que los que lo siguieron en vez de mantener la industria en pie la hayan dejado a ruinas entre helechos y matorrales.
En la actualidad le sacan rendimiento con los turistas. Para algo declararon las fábricas conjunto histórico artístico en 1972. La tranquilidad de la zona y la belleza de los bosques invitan a pasear. Se respira aire puro.
Estrenas la juventud y los lunares. Has elegido el Bikini Lunares Primera Juventud para el primer chapuzón de la mayoría de edad. ¡Felicidades! tiendamarbella.blogspot.com |
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