El lunes empieza la nueva temporada de Ana Rosa en Telecinco y la reina de las mañanas me quería entrevistar. Me negué. Yo soy como los de la Familia Real: no concedo entrevistas. Si Ana Rosa me quiere conocer tiene que leer mi blog. Además estoy muy ocupada. Tuve que ir estos días a Roma para darle ánimos a la Reina Rania de Jordania. La pobre quedó traumatizada tras hablar con el Papa Francisco de la pobreza. Mi amiga la Reina Rania no sabía que hasta en el Vatiacano hay pobres.
-La pobreza es universal -le dije.
-Tenemos que hacer algo, Miss, ayudar, darles comida, ropa,...
La Reina Rania se sacó un anillo del dedo y dijo que lo vendería en eBay para pagar unas cuantas comidas a los pobres que piden en la plaza de San Pedro. Me emocioné. Mi Carlos, también presente en el restaurante, sacó su chequera empresa Kinvestors y firmó un cheque con muchos ceros. Tuve que secar mis lágrimas a una de mis camisetas Miss Culta porque un pañuelo no llegaba para contener la llorera que me dio. Entonces me acordé que yo también podía contribuir a la causa de la pobreza regalando unos cuantos ositos que se venden en mi banner de camisetas personalizadas. Hize enseguida el pedido con cargo a la cuenta corriente de la empresa de mi Carlos.
Si Ana Rosa Quintana viera aquella generosidad nos sacaba en primicia en su programa. Pero no tendrá la exclusiva. Mi amiga la Reina Rania no querría ser entrevistada por la plagiadora de novelas de Danielle Steel que triunfa en Telecinco.