Estuve en la Escuela Internacional de Ginebra con Cristina. La Infanta quería que le diera mi opinión sobre el nuevo colegio de sus hijos. Le dije que me recordaba un poco el colegio público donde yo estudié, lo cual la entristeció porque mi amiga la Infanta Cristina sabe que los colegios públicos españoles siempre estuvieron dejados de la mano de los políticos.
Cristina piensa cambiar pronto a los niños de colegio. Cree que los nietos del Rey de España se deben codear con niños de la aristocracia rica, no con los vástagos de los diplomáticos. Podrían salirle algo rojos.
También vi a Iñaki. Está muy contento porque lo van a contratar para vender seguros. No es un mal trabajo. Mi Carlos empezó vendiendo seguros puerta a puerta y ahora está al frente de una empresa de capital riesgo.
Por cierto, mi Carlos no quiso pagar con su chequera empresa Kinvestors la comida que nos dimos en un restaurante de Ginebra con los Urdangarines. Dejó que Iñaki nos invitará. Me dio pena. El Duque de Palma anda muy escaso de dinero desde que ese juez de Palma le anda detrás de sus millones.
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