La Posada El Cuartón de Inés Luna es un palacio del siglo XIX ubicado en Castilla y León, en concreto en Pozos de Hinojo.
Mi marido hizo una reserva para pasar un fin de semana solos lejos del mundanal ruido y lo consiguió. Si tengo que estar un par de días más, hubiera pedido el divorcio. En mi vida había encontrado más tranquilidad. Había un silencio tan absoluto que echaba de menos el ruido del tráfico.
Cuando estuvimos nosotros en la Posada El Cuartón de Inés Luna apenas había huéspedes. Tuvimos el comedor casi para nosotros solos. Un comedor con sillas en tapizado rojo y unas cortinas de encaje que parecían el velo del vestido de una novia colgado tapando las ventanas.
Las mismas cortinas blancas de encaje teníamos en nuestra habitación. Hacían un sencillo contraste con el gran cabecero de la cama en rojo. Previamente nos enseñaron otra habitación que no me gustó. Era en tonos cremas y oscuros y yo prefería la que estaba decorada en rojo y negro. Tenía más alegría.
La cama era grande y muy cómoda. Almohadas no nos faltaron. Podíamos poner una tienda con todas las almohadas y cojines que había encima de la cama.
El parking de la posada era gratuito. Los jardines estaban muy bien cuidados. Nuestra habitación tenía vistas para los jardines. Te asomabas a la ventana y te sentías en plena naturaleza castellana.
La Posada El Cuartón de Inés Luna es un buen sitio para ir de vacaciones si te gusta la tranquilidad del campo. Puedes llevar a los niños porque tienen actividades para los más pequeños de la casa. También puedes ir con tu pareja, como fui yo, para pasar dos días con toda la tranquilidad del mundo asegurada. Allí nadie te molesta. Lo tienen todo muy limpio y son muy amables todos los trabajadores de la posada. Vale la pena también ir al restaurante. Cuando estuvimos nosotros tenían unas jornadas de gastronomía típicamente castellana.
Mi marido hizo una reserva para pasar un fin de semana solos lejos del mundanal ruido y lo consiguió. Si tengo que estar un par de días más, hubiera pedido el divorcio. En mi vida había encontrado más tranquilidad. Había un silencio tan absoluto que echaba de menos el ruido del tráfico.
Cuando estuvimos nosotros en la Posada El Cuartón de Inés Luna apenas había huéspedes. Tuvimos el comedor casi para nosotros solos. Un comedor con sillas en tapizado rojo y unas cortinas de encaje que parecían el velo del vestido de una novia colgado tapando las ventanas.
Las mismas cortinas blancas de encaje teníamos en nuestra habitación. Hacían un sencillo contraste con el gran cabecero de la cama en rojo. Previamente nos enseñaron otra habitación que no me gustó. Era en tonos cremas y oscuros y yo prefería la que estaba decorada en rojo y negro. Tenía más alegría.
La cama era grande y muy cómoda. Almohadas no nos faltaron. Podíamos poner una tienda con todas las almohadas y cojines que había encima de la cama.
El parking de la posada era gratuito. Los jardines estaban muy bien cuidados. Nuestra habitación tenía vistas para los jardines. Te asomabas a la ventana y te sentías en plena naturaleza castellana.
La Posada El Cuartón de Inés Luna es un buen sitio para ir de vacaciones si te gusta la tranquilidad del campo. Puedes llevar a los niños porque tienen actividades para los más pequeños de la casa. También puedes ir con tu pareja, como fui yo, para pasar dos días con toda la tranquilidad del mundo asegurada. Allí nadie te molesta. Lo tienen todo muy limpio y son muy amables todos los trabajadores de la posada. Vale la pena también ir al restaurante. Cuando estuvimos nosotros tenían unas jornadas de gastronomía típicamente castellana.
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