El Lisbon Marriott Hotel es un cuatro estrellas que merece la quinta estrella. Todo está impecable, limpísimo. En el Lisbon Marriott Hotel impera el orden y la limpieza.
Nuestra habitación era grande, luminosa, con las paredes pintadas de color blanco y unos pequeños cuadros que le daban cierto toque alegre. La cama era grande, de matrimonio, muy cómoda. El cuarto de baño estaba igual de limpio y ordenado que la habitación. Había una bañera y la ducha tenía una buena presión de agua. Mucho mármol tanto en suelo como en la zona de la pileta.
El hotel es muy tranquilo porque está alejado del centro. Su ubicación para mí es buena. Cuando voy a Lisboa agradezco tener lejos el bullicio de las calles más céntricas. En el Lisbon Marriott Hotel puede descansar en sus jardines tras un día de dura jornada de trabajo. La zona de la piscina es muy tranquila. Lo mismo puedo decir del spa. No hay el bullicio que encuentras en os spas de otros hoteles.
Nos sirvieron un desayuno completísimo. A mi chico le quitaron el hambre para el resto del día. Él es de hacer desayunos copiosos para poder hacer comidas ligeras.
Fui de tiendas por la zona. En las proximidades del hotel encuentras tiendas de las primeras marcas. No hace falta ir hasta el centro de Lisboa. También hay mucho restaurante de comida rápida. No había llevado a las niñas. Si las hubiera llevado, no hubiera tenido problema con sus comidas y sus meriendas porque habrían podido ponerse de hamburguesas hasta las cejas.
Os recomiendo el Lisbon Marriott Hotel. Me parece perfecto para una estancia en Lisboa.
Nuestra habitación era grande, luminosa, con las paredes pintadas de color blanco y unos pequeños cuadros que le daban cierto toque alegre. La cama era grande, de matrimonio, muy cómoda. El cuarto de baño estaba igual de limpio y ordenado que la habitación. Había una bañera y la ducha tenía una buena presión de agua. Mucho mármol tanto en suelo como en la zona de la pileta.
El hotel es muy tranquilo porque está alejado del centro. Su ubicación para mí es buena. Cuando voy a Lisboa agradezco tener lejos el bullicio de las calles más céntricas. En el Lisbon Marriott Hotel puede descansar en sus jardines tras un día de dura jornada de trabajo. La zona de la piscina es muy tranquila. Lo mismo puedo decir del spa. No hay el bullicio que encuentras en os spas de otros hoteles.
Nos sirvieron un desayuno completísimo. A mi chico le quitaron el hambre para el resto del día. Él es de hacer desayunos copiosos para poder hacer comidas ligeras.
Fui de tiendas por la zona. En las proximidades del hotel encuentras tiendas de las primeras marcas. No hace falta ir hasta el centro de Lisboa. También hay mucho restaurante de comida rápida. No había llevado a las niñas. Si las hubiera llevado, no hubiera tenido problema con sus comidas y sus meriendas porque habrían podido ponerse de hamburguesas hasta las cejas.
Os recomiendo el Lisbon Marriott Hotel. Me parece perfecto para una estancia en Lisboa.
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