En La Abadía de Bilbao puedes comprar dulces de convento realizados por las monjas. Es una tienda que está en el casco viejo de Bilbao, justo al lado de la catedral de Santiago. Enseguida te llama la atención porque en la puerta tiene una monja de mentirijilla que parece de verdad si no te fijas. Hay turistas que se hacen fotos con la dichosa monja.
Yo compré bastantes dulces en esta tienda. No soy una persona a la que le guste ir a los conventos a comprar pasteles por muy deliciosos que sean. Los conventos siempre me dieron repelús. En cambio, en esta tienda tiene su encanto y puedes comprar los mismos productos que en un convento.
Nosotros compramos rosquillas, magdalenas, pastas, un bizcocho y unas trufas para mi suegra. Mi marido también compró un par de botellas de licor para su padre.
Los productos que venden no sólo proceden del País Vasco. Hay productos de Sevilla, como la mermelada que finalmente no llevé o de las clarisas de Salvatierra. De las clarisas procedía el chocolate que compré para Patricia y Paula con el dinero que había ganado esa semana haciendo encuestas online. Es un chocolate que hacen con el cacao de Ecuador.
La tienda es pequeñita, pero tienen todo muy ordenado. Aprovechan muy bien los espacios para poder ofrecer una gran variedad de productos.
Os recomiendo La Abadía de Bilbao. Los productos que vende los puedes adquirir online, pero no es lo mismo. Yo las cosas de comer prefiero comprarlas en tiendas físicas. Tengo la sensación de que así sale todo más fresco. La empanada, por ejemplo, no se la compré porque me dijeron que era de Salamanca y supuse que tendría un par de días como mínimo. Yo compro empanada del día.
Yo compré bastantes dulces en esta tienda. No soy una persona a la que le guste ir a los conventos a comprar pasteles por muy deliciosos que sean. Los conventos siempre me dieron repelús. En cambio, en esta tienda tiene su encanto y puedes comprar los mismos productos que en un convento.
Nosotros compramos rosquillas, magdalenas, pastas, un bizcocho y unas trufas para mi suegra. Mi marido también compró un par de botellas de licor para su padre.
Los productos que venden no sólo proceden del País Vasco. Hay productos de Sevilla, como la mermelada que finalmente no llevé o de las clarisas de Salvatierra. De las clarisas procedía el chocolate que compré para Patricia y Paula con el dinero que había ganado esa semana haciendo encuestas online. Es un chocolate que hacen con el cacao de Ecuador.
La tienda es pequeñita, pero tienen todo muy ordenado. Aprovechan muy bien los espacios para poder ofrecer una gran variedad de productos.
Os recomiendo La Abadía de Bilbao. Los productos que vende los puedes adquirir online, pero no es lo mismo. Yo las cosas de comer prefiero comprarlas en tiendas físicas. Tengo la sensación de que así sale todo más fresco. La empanada, por ejemplo, no se la compré porque me dijeron que era de Salamanca y supuse que tendría un par de días como mínimo. Yo compro empanada del día.
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