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Saturday, March 24, 2018

¡Viva la alegría!



Cuba me pareció el país de la alegría. No había visitado nunca un país donde hubiera más músicos en la calle. En Cuba la gente canta, no sé si de felicidad o de pena, pues pena debieran tener dadas las condiciones de escasez económica en las que viven. 

Nosotros estuvimos en Cuba un 1 de mayo, coincidiendo con la fiesta de La Habana. La Plaza de la Revolución estaba engalanada. Había muchos turistas y los lugareños se volcaban con los visitantes. En mi vida había estado en un país donde se trate mejor al turista. 

Cuba es una isla festiva, con muchos músicos tocando en las calles de sus ciudades y pueblos. Lo vimos en La Habana y lo comprobamos también en localidades como Pinar del Río, Varadero y los Cayos. viajamos bastante por la isla. Yo hubiera preferido quedarme tumbada en los arenales de las playas cubanas, pero mi santo se empeñó en hacer turismo de verdad, como dice él. Los cubanos, en cambio, no hacen tanto turismo de verdad por su tierra. Se pasan el día en las Playas del Este. Allí van a desconectar, según me comentaron ellos mismos. 

La gente es tan amable que te invita a sus casas. A mí me daba corte, pero mi marido aceptó la invitación de una familia que conocimos en la playa. En las playas comparten su comida contigo como si fueras de sus familias. Esto sólo me pasó en Cuba. 

Siguiendo con el turismo de verdad, hicimos una excursión en barco a Regla. menos mal que llevaba un repelente para los mosquitos. De mi marido pasaban los insectos, pero a mí me tenían martirizada. Si vas a Cuba tienes que llevar un buen repelente de mosquitos y también un chubasquero. En Cuba caen chaparrones de cinco minutos que te dejan mojada hasta los huesos. Es una pasada aquel clima. Llueve cinco minutos a todo trapo y después para y sale el sol también a todo trapo. 

De la comida me quedo con la bebida. Fue lo que más hice: beber. Hay que hidratarse bien por el tema del calor. Nosotros bebimos zumos deliciosos, guarapas, piñas coladas, mojitos, cervezas. En Cuba la cerveza es deliciosa. Es una pena que en esta España nuestra no se comercialice la cerveza cubana. 

Os recomiendo visitar Cuba. Debería ir todo el mundo porque es un país muy alegre, donde tratan al turista como si fuera un rey. Sólo por lo bien que te tratan los lugareños ya merece la pena pasar una semanita en tierras cubanas.

Tuesday, March 20, 2018

Mis vacaciones en Sevilla


Decía mi marido que dormir en la habitación del Exe Sevilla Palmera era como dormir en un escaparate. No le faltaba razón porque era todo cristal. La luz entraba a raudales por unas ventanas que habían sustituido a las paredes. Yo me sentí cómoda, pero mi santo no pegó ojo en toda la noche. Estuvimos dos días y no podía más.

La habitación tenía suelo de tarima de madera, un buen televisor de plasma, conexión wi fi, aire acondicionado, mucho aire acondicionado que falta nos hacía porque aquellos días te morías de calor en Sevilla. El minibar estaba bien surtido. La caja fuerte te la cobraban. Yo hubiera pasado de cajas fuertes, pero si santo tiene que tener donde guardar su portátil bajo siete llaves.

No tengo queja de la ubicación del hotel. Se encuentra en el barrio sevillano de Nuevo Porvenir, a 500 metros de la avenida de la Palmera. No vas a alojarte siempre en el centro. Además este hotel está muy bien, es muy elegante y ofrece conexión WiFi gratuita y un gimnasio donde pude mantener mi cuerpo libre de las calorías que me metí con la comida del restaurante. Con el desayuno no engordabas. Era lo que llaman un desayuno saludable con zumito de naranja recién exprimido, pan tostado, mantequilla y mermelada. Por lo menos eso fue lo que subieron a nuestra habitación. Supongo que el buffet estaba más surtido. Yo hubiera bajado, pero mi santo estaba cansado.

Os lo recomiendo. El Exe Sevilla Palmera está muy bien para personas que lleven niños. Yo no llevaba mis niñas, pero no se hubieran aburrido. Había un salón de juegos lleno de niños de corta edad. También es perfecto para quienes vayan a la Feria de Sevilla. Te queda muy cerca del recinto donde se celebra.

El personal es muy amable. Nosotros habíamos estado en Sevilla muchas veces, pero volvimos a ir al Parque María Luisa porque la chica de la recepción te lo recomendaba sin que le preguntaras nada. Saben vender muy bien su ciudad.

Prueba primero, paga después