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Thursday, September 30, 2021

Mis vacaciones en Ibiza

Ibiza es la isla del eterno verano. Tanto da que vayas dentro o fuera de temporada. Siempre encuentras el paraíso más divertido. En Ibiza no te aburres. Es un chute de alegría. 

Mi marido dice que para él Ibiza ya es un chute de alegría demasiado fuerte. Mi santo empieza a notar los cuarenta. Yo, en cambio, necesito un viaje a Ibiza de vez en cuando para llenarme de energía. Últimamente estoy descubriendo lo bien que se come en Ibiza. Desde el faro de Es Moscater hasta el Mirador de Dalt Vila, Ibiza nos ofrece sus mejores hoteles y sus mejores propuestas gastronómicas. 

Siempre descubrimos algo nuevo en Ibiza, o lo redescubrimos. Los acantilado en la Cala Sol d´en Serra fueron el telón de fondo de nuestro noviazgo. Regresamos por allí este verano. Tomamos el sol en las calas más románticas, nos acercamos a los restaurantes a saborear platos de gastronomía italiana y española. Me gustaron mucho los platos de verduras. Mi marido se apuntó a las carnes a la parrilla. Yo no salí de las verduritas y de los pescados frescos. No quería engordar. 

Llevamos a las niñas a conocer el pequeño pueblo de San Lorenzo. Es un pueblito de postal, con sus limoneros, sus naranjos, sus jardines de jazmines. En San Lorenzo comimos en el restaurante La Paloma. Es un restaurante que cuenta con un huerto propio. 

Nuestra siguiente parada fue el paseo marítimo de Santa Eulalia del Río, una localidad tranquila, familiar, con una bonita playa. Ibiza es más que Ibiza ciudad. A nosotros nos gusta ir a localidades como San Antonio o Santa Eulalia del Río. En Ibiza hay muchos bares, mucha diversión, muchos turistas. 

Os recomiendo Ibiza. Es el destino turístico favorito de muchos europeos. Sus 160 kilómetros de costa la hacen una isla ideal para el turismo de sol y playa. Tiene unas cincuenta playas. Nosotros solemos ir en septiembre. Es un mes mucho más tranquilo en Ibiza que los meses de verano. Además, el verano no termina nunca en Ibiza. Es la isla del eterno verano.


Mis vacaciones con Dali

El Hotel Spa Cap de Creus Costa Brava es un tres estrellas que merece una cuarta estrella. Tiene una ubicación excelente para unas vacaciones familiares de sol y playa. El hotel está situado frente al mar, en la bonita localidad de Port de la Selva, en la Costa Brava. Nosotros pasamos unos días de vacaciones inolvidables con nuestras hijas. Las niñas disfrutaron mucho la playa y la animación organizada por los responsables del hotel. 

Nosotros también disfrutamos mucho las instalaciones del hotel. Tanto mi marido como yo pudimos teletrabajar en la habitación. El hotel ofrece WiFi gratuita. Cuando nos cansábamos de trabajar, nos metízimos en el spa con bañera de hidromasaje disponible por un suplemento. Mi marido quería pasar del spa. Es un tacaño. Yo abrí mi cartera, tiré de tarjeta propia y pagué el spa que tanto necesitaba para relajarme. 

Las habitaciones están muy bien. Las nuestras tenían una decoración en tonos claros que las hacía todavía más luminosas. Todas las habitaciones del Hotel Cap de Creus tienen aire acondicionado, caja fuerte y secador de pelo. La nuestra era de las que incluyen bañera y zona de cocina. Pudimos ahorrar dinerito gracias a que mi marido se puso de chef en la pequeña cocina. No nos importó que el olor de la comida se nos pegara a las sábanas. 

No siempre comimos en la habitación. Algún día bajamos al restaurante. El restaurante pizzería La Timba del Hotel Cap de Creus goza de unas vistas magníficas al puerto y su entorno. Mis hijas lo preferían. Les encantaba los platos que preparaban: ensaladas, pizzas y pasta fresca. Saben como tener contentos a los más pequeños de las familias que se alojan en el hotel. 

Os recomiendo este hotel. El Port de la Selva se encuentra a 8 kilómetros de la estación de tren de Llançà y a 60 kilómetros del aeropuerto de Girona. Nosotros alquilamos un coche en el aeropuerto para tener mayor movilidad por la zona. No era cuestión de ir en taxi a la estación de tren. Los taxis salen muy caros. El establecimiento tenía una buena ubicación para visitar el Museo Dalí de Figueras, la localidad bohemia de Cadaqués y la ciudad de Girona. Mi marido no quería hacer turismo. Lo acabé convenciendo. Me encanta Dalí. Nunca pierdo ocasión para acercarme a su museo.


Mis vacaciones en un bosque de manzanos

En el Parque da Devesa en Castro Caldelas encuentras un bosque con árboles frutales, donde puedes echar la mano a una manzana e hincarle el diente. Es como el paraíso de Adán y Eva. Para nosotros fue una sorpresa. Mi suegra había organizado la excursión en plena Ribeira Sacra. Fue un viaje interesante. El Parque da Devesa está cerca del casco histórico del municipio y de su castillo medieval. 

No seguimos las dos rutas de senderismo que cruzan el parque. Fuimos un poco a nuestro aire. Dejamos la autocaravana en el parking que hay para estos vehículos y nos echamos a andar. Mis hijas nos hicieron parar en el parque infantil. El parque biosaludable les interesó menos. 

Se ven muchos robles y castaños. Una apuesta por la madera propia de Galicia que da cabida a los árboles frutales: avellanos, nogales, manzanos, cerezos se unen a las frambuesas, arándanos, grosellas y moras. No faltan el romero y el tomillo. También vimos tomateras con tomatitos en fase de crecimiento. Este tipo de bosques se ven en Centroeuropa. Aquí todavía están en pañales. 

Mi suegra les enseñó a las niñas los árboles. No hacía falta su clase de jardinería. Casa árbol tenía un cartelito indicando si era un cerezo o un manzano. Los restos de las frutas que comes en el bosque deben depositarse en el correspondiente contenedor. Colocaron un compostero. 

Os recomiendo el Parque da Devesa. Por el bosque comestible pasan dos rutas: la de As penas de Matacás y las de Os bosques máxicos. Puedes ir andando y comiendo fruta gratis. Falta hace meter comida en el cuerpo. La ruta de Os bosques máxicos es de más de veinte kilómetros. Nosotros sólo hicimos un trocito. Mi suegra quería hacer todo el recorrido que transcurre entre árboles y edificios singulares. 

Dejamos esa primera ruta y nos fuimos a la de Matacás. Paramos en el mirador para disfrutar las increíbles vistas de los Cañones del Sil. Esperamos volver. El parque da Devesa es más para disfrutar que para mirar.



Friday, September 17, 2021

Mis vacaciones de mariscadas



A mi marido le gustan los buenos mariscos, es decir, los mariscos frescos. Tiene mi santo la gran capacidad de notar si un marisco cocido ha sido congelado previamente o era marisco fresco. Yo creo que heredó esta capacidad de su madre. Mi suegra tiene la misma habilidad a la hora de reconocer en un marisco la procedencia del mar o la procedencia de la nevera. 

Por eso siempre quiere volver a los restaurantes donde nota que cocinan mariscos frescos. Una gran mesa con mariscos frescos, donde se puede elegir el pescado y marisco fresco del mercado se encuentra en La Paradeta. No es tan caro como puedes suponer al tratarse de mariscos. 

Menos caro te sale teniendo en cuenta el tamaño de las raciones. Es el local ideal si quieres atiborrarte de mariscos. En total hay 6 tiendas Paradeta en Barcelona y sus alrededores. Son una marca en expansión. El primero se inauguró en 1994, el último en el Passeig de Grácia en 2015. Nosotros vamos siempre al que está e el Paseo de Gracia. Nos tratan genial. En la última ocasión era mi cumpleaños y me regalaron una rosa roja.

Mariscos, pescados, pulpo puedes comer en esta marisquería que no se olvida de los buenos vinos, para acompañar el pescado y marisco. Yo me quedo con las patas de pulpo cortadas en trocitos y preparadas al estilo gallego. Te levantan la moral. Te sientes como en tu Galicia, en las pulpeiras de toda la vida. 

Os recomiendo La Paradeta. Tiene unos cinco restaurantes como mínimo en la zona de Barcelona. Abrirán más. Hay locales que tienen cola. También se forman colas para recoger la comida para llevar. La Paradeta ha sabido actualizarse. Las nuevas normas a raíz de la pandemia del coronavirus no los han cogido con el pie cambiado. Por tener hasta tienen servicio de entrega a domicilio. 

Tanto el pescado como el marisco son frescos. Tú eliges y te lo preparan en el momento. Este tipo de restaurantes no son frecuentes en esta España nuestra.

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Monday, September 13, 2021

Mis vacaciones amuralladas

1
Andalucía tiene pueblos muy bonitos. Uno de estos pueblos de postal es Vejer de la Frontera, en Cádiz, a escasos metros de la playa de El Palmar. Todavía conserva todo su encanto gracias a que el ladrillo invasivo lo está respetando bastante. Cuenta con apenas 13.000 habitantes y sus calles encierran una combinación de las numerosas culturas que pasaron por ella, desde fenicios hasta romanos o musulmanes.

Nosotros fuimos a Vejer de la Frontera con nuestras hijas. Queríamos ver un pueblo del que nos habían hablado mil maravillas amigos nuestros. Quedaron cortos. Vejer es un pueblo muy completo. Pudimos hacer turismo de playa y turismo cultural.

También tuvimos tiempo para visitar los alrededores. Mi marido tenía ganas de conducir. Aprovechamos que había chófer gratis. Vejer está situado en la comarca de la Janda, antigua laguna desecada para usos agrí­colas. Eran tiempos pasados cuando quitaron el agua de la laguna. Hoy creo que le pondrían más agua. Los turistas lo que quieren es agua para nadar y relajarse. Los campos están bien, pero pronto te cansas de mirar las cosechas. Más te cansarías si fueras tú la jornalera, por supuesto. Este municipio presenta dos zonas diferenciadas: la costa y el interior. Yo me quedo con la costa.

No falta un río. Casi todos los pueblos están a las orillas de un río. Vejer está atravesado por el rí­o Barbate, que forma una zona de marismas, declarada Parque Natural y que son un reducto de lo que fue una de las zonas húmedas más importantes de Europa. Vimos el humedal bastante bien cuidado. Hay que felicitar a los vejeranos.

Muchas fueron las culturas que pasaron por allí. El pueblo fue parte de la frontera cristiana en la época nazarí­. De ahí su nombre. Tiene una ubicación muy propia de su época: está situado en una colina, desde la que se domina una magní­fica panorámica, y se edificó alrededor del Castillo. Nos encantó el castillo. Lo miras desde fuera y te sientes una princesa.

El conjunto urbano resulta de gran belleza y atractivo con sus calles estrechas y sinuosas. Crees perderte por momentos. Son calles de casas blancas y cuidadas. Sus habitantes saben que viven del turismo. Por eso nos ofrecen a los turistas lo mejor. Nosotros pasamos muchas horas en las playas, pero tuvimos tiempo para ir a ver las Murallas, la Iglesia del Divino Salvador y el Arco de la Juderí­a.

Os recomiendo Vejer de la Frontera en Cádiz. En otras épocas lo recorrieron fenicios, cartagineses y romanos. Se defendieron de los iberos como pudieron. De aquel pasado esplendoroso nos queda un pueblo con una arquitectura con muchos vestigios árabes.
2
Buscábamos pueblos con playa en Valencia. Unos amigos nos recomendaron Villajoyosa. Tenían unos tíos en este bonito pueblo valenciano y sabían de lo que hablaban. Son turistas en Villajoyosa todos los veranos.

Fue un acierto elegir este pueblo costero, que ha dejado de lado la pesca de toda la vida para centrarse en el turismo. Villajoyosa tiene tres kilómetros de amplias playas que forman parte de la costa local. Las recorrimos todas. Mi hija mayor decía que estábamos haciendo turismo de playas. La playa La Caleta es un sin fin de colores en piedrecitas que no son molestas si estás calzado, pero que te hacen los pies polvo si vas descalza. Yo me puse las chanclas al dar un par de pasos.

En nuestra segunda playa volví a necesitar mis chancas. La Playa L´Esparrelló es una playita escondida de piedra blanca y agua azul turquesa bastante limpia. Encontramos privacidad y un lindo ambiente. Pasamos una tarde nadando, tomando el sol y comiendo la merienda que había preparado mi suegra con todo su cariño.

Antes de acabar nuestras vacaciones recorrimos otras playas que debes visitar: Playa Villajoyosa, Playa de los Estudiantes y la playa del Torres. Conseguimos un bronceado natural maravilloso. Hasta mi suegra acabó morenita. La madre de mi marido tiene la piel muy blanca.

Villajoyosa multiplica su población en verano. En temporada baja anda sobre los 35.200 habitantes. Os recomiendo visitar este pueblo. Me quedo con la Playa Paraíso, una playa con calas preciosas. En Villajoyosa ves muchas torres. Son una herencia de su pasado de piratas asaltando la costa. Las torres se situaban en masías fortificadas. En el centro de la población hay más piedras protectoras: murallas, torres. Tenían todo preparado para disparar a los atacantes.

La Torre de Hércules, de origen romano, me hizo recordar otra Torre de Hércules, la de La Coruña. Hércules inspiró a nuestros antepasados en distintas partes de España. No tuvimos tiempo para pararnos en los museos. Hubiera sido interesante. Tienen museos con restos iberos y romanos. Será en otra ocasión. Esta vez estuvimos centrados en una ruta de playas. Mis hijas no nos perdonaron una visita al Museo del Chocolate.

A las afueras de Villajoyosa, hay un embalse. Mi marido quería pescar. Decía que había carpas. Pero no llevaba útiles de pesca. Nos quedaron muchas cosas pendientes para una siguiente visita a Villajoyosa, una localidad con un importante puerto pesquero y una lonja interesante.

Os recomiendo visitar Villajoyosa. Es un pueblo que se ha hecho grande con el ladrillo que todo lo ocupa. Afortunadamente, no ha perdido su encanto de pueblo mediterráneo con antiguos orígenes romanos.

3
Me encanta Marruecos. En el país vecino encuentras una cultura completamente distinta que te traslada a la Edad Media. Es un mundo sin prisas, con mucha oración y muchísima sencillez. Una de las ciudades que más me gusta de Marruecos es Chefchaouen. Estuve con mi marido por un viaje de negocios que prolongamos en una estancia de placer.

Nos alojamos en el Hotel Salam de Chefchaouen. Te puede parecer un hotel cutre cuando entras, pero la falta de comodidades habituales en nuestras casas se palian con una atención estupenda por parte de sus dueños. No cabe duda de que estás en un hotel familiar. Nosotros nos sentimos como en la casa humilde de unos amigos de Marruecos.

Situado en el barrio judío, detrás de la Gran Mezquita, a unos 50 metros de la Plaza Uta el-Hammam en pleno centro de Chaouen, el Hotel Salam cuanta con una ubicación excelente para hacer turismo. Puedes desplazarte andando a los puntos de mayor interés de la ciudad.

El hotel tiene varias plantas y una terraza con vistas panorámicas sobre la Kasbah y las montañas. Yo iba a la terraza a leer. Me relajaba mucho el silencio, las vistas, el mundo distinto que tenía a mis pies. Las habitaciones son sencillas, con el toque chic que le da una decoración árabe subrayada por los arcos que se multiplican en los interiores. Nos comentaron los dueños que habían hecho mejoras. Por ejemplo, las habitaciones tienen cuarto de baño privado. Se agradece. Compartir el cuarto de baño con desconocidos no es un plato de gusto.

Dispone de cocina colectiva donde podemos preparar nuestra propia comida, detalle muy de agradecer por la comodidad y ahorro económico. También lo agradecí porque suelo tener problemas a la hora de comer en Marruecos. Me dan ataques de asco. En el Hotel Salam tuvimos la gran suerte de coincidir con unos huéspedes que apenas utilizaban la cocina colectiva. La cocina estaba de mi mano.

Os recomiendo el Hotel Salam en Chefchaouen. Está construido sobre un antiguo Hammam. Desde el "Pozo de la Princesa Anka" se pueden ver sus cristalinas aguas y, según dice una antigua leyenda, quien mira sus aguas encontrará amor y riquezas. Yo el amor ya lo había encontrado. Las riquezas siguen resistiéndoseme. Voy a tener que regresar al Hotel Salam para volver a mirar las aguas cristalinas del pozo.
4
Mi marido tuvo un esguince que pensé que nos iba a fastidiar un viaje que teníamos pendiente a la Ciudad Condal. Afortunadamente, encontramos un hotel con habitaciones para personas con movilidad reducida: el Hotel del Mar en Barcelona. Es un hotel que tiene una ubicación fantástica, muy céntrica. Más fantásticos aún son sus empleados. El chico de recepción era un encanto. Cuando te reciben con una sonrisa, te sientes con ganas de prolongar tu estancia en el establecimiento hotelero.

El Hotel del Mar está situado en un edificio protegido. Lo han rehabilitado para que te sientas como en casa. Vives mejor que sus antiguos dueños. A unos 800 metros están el paseo marítimo y la estación de metro de Barceloneta. Yo me fui directa de tiendas. Dejé a mi marido teletrabajando en la habitación y sufriendo con sus dolores en el pie.

Poco tuve que andar para empezar a comprar regalitos para la familia más próxima. A los menos próximos no les regalo nada. En 5 minutos de caminata estaba en
el barrio de moda del Born. Llegué al parque de la Ciutadella y di vuelta. Estaba preocupada por mi santo.

No tenía por qué preocuparme. Mi marido tenía todas las comodidades. Las habitaciones del Hotel del Mar tienen aire acondicionado para estar fresquitos, TV de pantalla plana vía satélite y un escritorio junto con el mini bar bien surtido. En el baño privado encuentras secador de pelo y artículos de aseo. Reponen lo que ven que vas gastando. Algunas habitaciones gozan de balcón privado. Era el caso de la nuestra. Yo la había pedido con balcón para estar más cómoda. Las terracitas dan mucha vidilla. La caja fuerte está disponible por un suplemento. Nosotros pasamos de caja fuerte. Mi marido decidió no salir de la habitación. Quería cumplir su promesa al médico de estar siete días con la pierna subida a una banqueta. Yo creo que puso tanto empeño porque aquella habitación de paredes azules, colchas azules cortinas azules le recordaba la casa de su madre. Estaba inspirado. Así se portó tan bien.

Os recomiendo este hotel. El Hotel del Mar cuenta con recepción las 24 horas. Puedes llegar a la hora que quieras. La estación de tren de França de Barcelona se halla a 5 minutos a pie. Nosotros no necesitamos tren. Llevamos el coche. Lamenté no poder salir más. Mi marido no podía acompañarme y a mí no me apetecía hacer turismo cultural sola. Aún así me acerque hasta la catedral de Barcelona y el centro comercial Maremagnum. Están a 10 minutos a pie.




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