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Sunday, September 25, 2016

Mis vacaciones en Suiza




Suiza es un país carísimo y Ginebra es de las ciudades más caras por las que he pasado. Por eso es conveniente elegir alojamientos que estén bien de precio. Nosotros nos alojamos en el Bernina Swiss Quality Hotel, Ginebra, un hotel que no resulta muy cómodo, pero que es aceptable. 

Estuve a punto de dar la vuelta cuando vi la rampa pronunciada que había para bajar a recepción. Bien podrían haber puesto la recepción en una planta baja y no en un sótano. Mis ganas de quedar en el hotel vinieron cuando nos dieron unas tarjetas para viajar gratis en transporte público por la ciudad. Los hoteles españoles no tienen ese detalle con sus clientes. También nos dieron una tarjeta para la conexión wi fi gratuita. 

Nuestra habitación era muy corrientita. Te hacía recordar que estabas en un tres estrellas suizo. Los hoteles de tres estrellas españoles son mejores. la habitación estaba dividida en dos partes: lo que era la zona de dormir con una cama bastante vieja y una espacie de salita de estar, que era donde estaba el escritorio y el televisor. Podías ver varios canales internacionales. Lo que le gustó mucho a mi chico fue que hubiera una caja fuerte dentro del armario. Él siempre tiene cosas para guardar bajo siete llaves. 

Lo que menos me gustó fue la falta de insonorización. Escuchabas a los vecinos de la habitación de alado. Yo le dije que las niñas que no hicieran ruido porque sólo faltaba que nos vinieran a protestar. Los suizos son muy estirados. 

Os recomiendo el Bernina Swiss Quality Hotel, Ginebra. Tiene una buena ubicación y no es muy malo para ser un tres estrellas. Podía ser mejor, por supuesto. Por ejemplo, el desayuno, que teníamos incluido en el precio, fue pobretón de todo: un simple chocolate con dos bollitos y un trozo de pan. nada de yogures, fruta, fiambre y demás surtidos de primera hora a los que nosotros estamos acostumbrados en esta España nuestra.

Tuesday, September 20, 2016

Mis vacaciones aprendiendo a bordar



Hay museos de todo y para todos los gustos. También hay uno del bordado. Me refiero al Museo del Bordado Marcial Moreno Pascual, ubicado en una casa de labradores de principios del siglo pasado. Es una casa que se ha renovado conservando lo que tenía de antiguo. Por ejemplo, su antigua estructura, excepto en la planta superior. Es la casa típica lagarterana. 

Yo fui a este museo con mi madre. Le encantan los bordados y todo lo que tiene que ver con la costura. Yo soy menos aficionada a las labores de aguja, pero, por contentarla, la acompañé. 

En la planta baja del museo se encuentra un portal con cerámicas y todo tipo de utensilios de cinc y cobre de los siglos XVI al XX; una sala de láminas y óleos con motivos religiosos, un montón de cornucopias y espejos de los siglos XVIII y XIX y un dormitorio tradicional con una sala dedicada a los bordados donde hay una muestra de labores y trajes típicos de la zona de Oropesa (Toledo). Los espejos son preciosos. Es una pena que no te vendan alguno para llevar para casa. No quiero decir que te vendan los originales, pero podían tener copias de esos preciosos espejos antiguos para los visitantes. Se ganarían una pasta. 

En la primera planta se encuentra la exposición permanente de la obra costumbrista del bastante conocido Marcial Moreno Pascual. Me llamó mucho la atención ver en el patio del museo el verraco vettón encontrado hace no mucho tiempo en las inmediaciones de Lagartera. Había muchos turistas sacándole fotos. 

Os recomiendo visitar este museo. Se recorre pronto. Es un museo ideal para las personas aficionadas a las labores de la aguja. Ves bordados antiguos muy trabajados. La gente de antes se dejaba la vida haciendo cosas perfectas. Mi madre sacó fotos para hacer ella alguno bordados que le gustaron especialmente. Tiene mucha paciencia para bordar, cosa que las hijas no tenemos.

Sunday, September 18, 2016

Mis vacaciones en San Marino



San Marino me sorprendió gratamente. No esperaba encontrar un país tan bonito. Es una pena que no sea más grande. Está en Italia, en una zona muy montañosa al pie del Monte Titano

Este pequeño país se recorre a pie. Yo quedé muerta porque las calles son muy empinadas y una no está acostumbrada a subir y bajar cuestas y menos en tacones. Ir en coche por las calles no os lo recomiendo. Son calles tan estrechas que casi no cabe el coche. Si vas andando, te tienes que estar apartando constantemente para dejar pasar los coches. La gente siempre se empeña en ir sobre cuatro ruedas hasta por donde no se puede pasar cómodamente. 

El país es una república muy antigua. Parece mentira que sea independiente. Supongo que lo es porque pasaron de cuatro gatos que había viviendo en aquellos montes junto al castillo. Hablando del castillo he de decir que no es otra cosa que la unión de varias torres: la Guaita o Rocca construida en el siglo XI, la Cesta edificada en el siglo XIII y el Montale que es de finales del siglo XIII y que está separada de las otras dos. 

Os recomiendo visitar San Marino e ir bien abrigados. Yo casi muero de frío. La zona del castillo es de frío siberiano. Muy bonita pero fría a más no poder. Mi chico hizo muchas fotos porque le hacía gracia ver tanta nieve. Nosotros somos más de sol. 

No descarto volver, pero en verano. Fuimos en febrero y te morías de frío. Espero que en el mes de julio o en el de agosto no haya unas temperaturas tan bajas. Supongo también que habrá más turistas. San Marino es un país muy visitado por el turismo internacional. Como dice mi chico, es como Mónaco, pero con menos ladrillo y más salvaje. No le falta razón. Donde está el castillo sobra monte.

Saturday, September 17, 2016

Mis vacaciones medievales



Vivir en un castillo medieval es un lujo al alcance de todos gracias a los Paradores nacionales. Mi familia y yo pudimos vivir esta experiencia en el Parador de Olite, en Olite, una bonita localidad de la provincia de Navarra. Es un castillo medieval del siglo XV, con la arquitectura característica de la época. Es decir, muchas vidrieras, arcadas y piedra. Donde hay más arcadas es en el comedor. 

Las habitaciones de este parador son enormes, pero unas son mejores que otras. A nosotros nos daban una que tenía una pared de piedra descubierta y una cama de dosel que parecía más propia de los Reyes Católicos que de un matrimonio de hoy en día. No me gustan las camas de dosel ni en fotografía. Afortunadamente, nos dieron una habitación más moderna, pero sin perder su aire de antigüedad. Los cortinones, la colcha de la cama, lo sillones tipo sillones de anticuario te recordaban que estabas en un edificio de otros tiempos. 

Estuvimos cómodos. El Parador de Olite (Navarra) es silencioso. Nosotros tuvimos la suerte que no estaba muy lleno cuando nos alojamos. 

El Parador es más bonito por dentro que por fuera. La fachada se ve triste, con una arquitectura que todavía no había conocido la alegría del Gótico. Se ve un edificio rudo. Supongo que tenía que ser así porque entonces estaban siempre en guerra y necesitaban mucha pared y pocas ventanas. 

Lo que no me gustó de su interior fue el comedor. Sólo cenamos allí un día. Era como si te sirvieran la Última Cena. El comedor era tal cual una iglesia por dentro y encima ponían unos candelabros encima de la mesa que parecía que estaban anunciando la llegada de Jesucristo. Era horrible. No probé bocado. Bueno, sí, comí unos pimientos de piquillo y unos espárragos. No soy capaz ir sin cena para la cama. 

Os recomiendo el Parador de Olite (Navarra). Es tranquilo, perfecto para apartarte del mundanal ruido. Para llevar niños no os lo recomiendo. Los críos se aburren una barbaridad. Mis niñas no se entretenían ni con los juegos del móvil.

Mis vacaciones en Bogotá



En el Aeropuerto Internacional El Dorado, Bogotá, siempre pierdo la paciencia. Entre las aglomeraciones de gente, la mala organización y lo tardones que son los empleados acabo de los nervios. Es todavía más caótico que el resto de aeropuertos de Colombia. La última vez que estuve hice una cola con el equipaje encima que casi me metió ganas de regresar a España nadando. Fue horrible. 

Donde se forma más lío es en los mostradores de inmigración. Se ve que tratan de mejorar incorporando más personal, pero, hay tanta gente que no dan abasto. También les falta profesionalidad. No se puede comparar el personal de este aeropuerto con el personal cualificado que tenemos en los aeropuertos españoles. 

Me fastidió mucho que me cachearan como a un delincuente. Con mi chico no se pararon tanto. No es que yo tuviera cara de guerrillera, como decía mi chico, sino que soy mujer y los de seguridad aprovecharon. No soy tonta. 

Los requisitos de entrada son un lío, pero lo peor llega cuando embarcas. Les grité varias veces. Me miraron el equipaje varias veces. Al final mis maletas ni cerraban. No sé como llegaron a Madrid llenas. Encima tuve que pagar un impuesto no sé por qué. Mi chico quería ponerse en la cola de los que pedían que se lo quitaran. Yo pagué como una marquesa. No podía esperar ni un minuto más. 

No os recomiendo el Aeropuerto Internacional El Dorado, Bogotá. Es mejor evitarlo. Lo malo es que no siempre puedes hacerlo. La única ventaja que le encontré es que te queda cerca de la ciudad. Mi chico dice que este aeropuerto mejoraría si lo ampliaran. Yo no creo ni eso. Sería un lío todavía más grande. Con el tamaño que tiene hoy día vas de cola a cola sin tener que andar mucho. Otra ventaja. No os recomiendo tampoco llevar niños. Me alegré de no haber llevado a mis crías. Se me hubieran traumatizado con tanta cola.

Wednesday, September 07, 2016

Mis vacaciones de verano en Marbella



Estuvimos en el Amàre Marbella con todo incluido y no salió muy bien de precio. Últimamente estamos decantándonos por esta opción. Echas cuentas y ves que te compensa porque salir a comer fuera no es nada barato. 

Tiene una ubicación excepcional, en pleno centro histórico de Marbella, en la calle Severo Ochoa. Enfrente tienes la playa. Además, es un hotel muy tranquilo. En este hotel no admiten niños. Es perfecto para pasara unas vacaciones románticas con tu pareja. 

Nos dieron una habitación muy chic, decorada en tonos blancos y con una gran cristalera que daba a la terraza. La habitación moderna, elegante, amplia y luminosa. No se le podía pedir más. Me gustó mucho la terracita con al mar. Me sirvió para tomar el sol allí mismo, sin bajar a la playa. 

Había habitaciones todavía mejores, pero más caras. Me refiero a las habitaciones exclusivas con servicios VIP y acceso a un salón muy exclusive. Mi marido se quedó con ganas de alojarse en una de ellas. Le gusta lo mejor de lo mejor. 

En este hotel no te aburres. Te animan durante todo el día y toda la noche. El Amàre Club tiene tres zonas con música y animación junto al mar. Los animadores son de lo mejorcito. Nosotros fuimos a una animación nocturna y quedamos encantados. 

Como os decía, en nuestra oferta iba todo incluido. Aunque no lo fuera, me hubiera apuntado a comer en el restaurante. El Amàre Beach cuenta con un restaurante que te ofrece unos platos de cocina innovadora. Es una pena que las raciones sean algo pequeñas. 

Puedes quedar en las zonas para tomar el sol. Mucha gente lo hacía. Yo preferí ir a la playa. A donde sí fui fue al Amàre Pool donde hay una piscina al aire libre y solárium mientras mi marido se entretenía en el Amàre Lounge, que es una zona de relajación con bar para tomar lo que gustes, cafetería y mucha animación nocturna. 

Tienen más restaurante. Uno de ellos es el restaurante Mare Nostrum, donde sirven platos de cocina internacional con toques mediterráneos muy de chef. No debes perderte tampoco el bar de la azotea Belvue donde ofrecen cócteles y hay unas vistas impresionantes al mar Mediterráneo. 

El restaurante Messina, también ubicado en este complejo hotelero que os recomiendo, ha sido galardonado con una estrella Michelin. Yo creo que la estrella se la dieron por que tienen en plantilla al chef Mauricio Giovanini. Es muy bueno haciendo innovaciones culinarias. Pero, como os dije, la desventaja de todos los platos de los restaurantes de este Hotel Amàre Marbella es que las raciones se te quedan pequeñas si vas con hambre.

Monday, September 05, 2016

Mis vacaciones más locas en Cancún



El Hotel Oasis Cancún era el hotel de los recién casados cuando nosotros estuvimos allí. Nosotros no íbamos recién casados sino invitados para una boda de unos amigos que celebraban su bodorrio justo allí, en Cancún, para que todo fuera más romántico y memorable. 

Me gustó el hotel, pero me gustaría más si no hubiera que pagar tantos extras. Nos cobraron por dejar el coche en un parking bastante malo. Yo lo hubiera dejado fuera, pero mi santo se empeñó en dejar bien guardado el automóvil que habíamos alquilado para desplazarnos cómodamente por la zona. También tuvimos que pagar por la conexión wi fi. Todos estos extras encarecieron bastante nuestra estancia. 

El hotel está muy bien. Sus jardines tienen un estilo de paraíso terrenal, con muchas palmeras y mucho verde que me fascinó. Las tumbonas son de estas que parecen camas de dosel. Todo muy grandioso, incluidas las piscinas de aguas limpísimas. 

La habitación era enorme, con una cama de matrimonio inmensa con cabecero de forja muy origina con su forma de raíces que subían por una pared pintada en tono crema pastel. Pero la colcha de la cama parecía sacada de la casa de Frida Khalo. Mi marido decía que deberíamos vestirnos como la famosa pintora mexicana y su marido para estar totalmente conjuntados. No hubiera aguantado tanta ropa con la calor que hacía. Menos mal que el aire acondicionado de la habitación funcionaba de cine. De lo contrario me hubiera asado. 

Os recomiendo este hotel, sobre todo si tienes la suerte de poder ser cliente vip. Los clientes vip tienen todo incluido y los tratan como a marqueses. Los clientes que pagamos menos nos cobran hasta por los buenos días. Casi vale la pena ser cliente vip del Hotel Oasis Cancún. Son muy clasistas. 

Este hotel necesita una reforma. Por ejemplo, yo eché de menos una ducha en el cuarto de baño. La bañera no estaba nada bien para ducharse. Mi marido casi se mata allí dentro de un resbalón.

Prueba primero, paga después