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AUDIBLE: libros leídos por famosos

Monday, September 24, 2007

El fantasma, 2

 
 
 Afortunadamente, la ley nos protege a las novias. Una pareja de hecho tiene los mismos derechos que un matrimonio. Margot dijo que venía hacia La Coruña con un equipo de abogados para anular todo lo que hubiera firmado Carlos sin mi consentimiento.
 
 -Mi hijo me debe obediencia.
 -A mí me debe fidelidad. Si me pone los cuernos, tengo derecho a un divorcio y a una indemnización por daños y perjuicios.
 
 Margot colgó el teléfono. Todavía no llegó. supongo que estará esperando a que pare de llover en Galicia para echarse a la carretera.
 
 Pasan las horas y no aparece. Decido llamar a Carlos. Después de todo, es su madre y no quisiera que le pasara algo en una carretera desierta.
 
 -Amor, tu madre aún no llego.
 -¿Mi madre?
 -Venía a separarnos.
 -¡Sophia, por favor! Estoy negociando el precio de unos escenarios para rodar una película.
 -¿A estas horas? -mi reloj marcaba las once de la noche.
 -En Chequia los horarios son muy parecidos a los españoles.
 -Te dejo, parece que está tu madre en la puerta.
 
 Así era. Margot no se atrevía a entrar.
 
 -Es la casa de papá.
 -Ahora vivimos aquí yo y Carlos. Entra, Margot.
 
 La madre de Carlos se agarró con las dos manos al brazo de su abogado y recorrió el piso escandalizándose por el cambio de decoración.
 
 -Si papá levantara la cabeza te mataba.
 -Dudo que lo haga, Margot. Sólo Cristo consiguió resucitar..
 -¡Fuera! -gritó.
 
 Saqué de mi bolso el papel cuñado por el ayuntamiento de La Coruña que nos declaraba a mí y a Carlos unidos en pareja de hecho.



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Tuesday, September 18, 2007

El fantasma, 1

Carlos está en Praga con su socio. Cosas de negocios. Quería que lo acompañara, pero preferí quedarme. Me gusta esta ciudad porque puedes ir andando a todos los sitios. La playa me queda a tiro de piedra, y por la mañana está tan desierta como los arenales del Caribe.

Ayer llovía, por eso me quedé en casa. Maté el tiempo curioseando por los armarios. encontré más libros con olor a viejo. No resisto el olor a polvo antiguo que desprende el papel envejecido. Fui apartando los libros en un montón mal amontonado hasta que cayeron con gran estrépito. Más trabajo para mí.

-¿Qué va a hacer con esos libros?
-¡Señora! -chillé- No la había oído entrar.
-La señora es doña Margot -me explicó la asistenta -.Yo soy Pepa.
-Puede irse, Pepa. Hoy no la necesito.
-¿Qué va a hacer con los libros?
-Quemarlos.

La asistenta puso cara de horror.

-No puede hacerlo.
-Por poder, puedo hacer cualquier cosa.
-Está usted bromeando. ¿Dónde está el señorito?

Me partí de risa. ¡El señorito! ¿Carlos es el señorito?

-Llamaré a la señora. Usted tiene un comportamiento muy extraño.

Le dejé utilizar el teléfono porque creo más en la libertad de expresión que en el catecismo. La buena mujer no conseguía que la pusieran con Margot. ¿Cuántos criados habrá en la casa de los padres de Carlos?

Lo llamé con mi móvil para preguntárselo.

-Estoy haciendo un viaje turístico con unos clientes, Sophia. No me llames para preguntar tonterías.
-Es importante,amor. La asistenta quiere hablar con tu madre y no consigue que se la pasen.
-Firmale un cheque.
-¿Cuánto cobra?
-Preguntale a ella.
-¿Cómo se llama tu abuelo?
-Mi abuelo murió.
-Pero tenía nombre, ¿no?
-Se llamaba Carlos. Te dejo. Vamos desde Praga hasta Viena y, si tenemos tiempo, nos pasaremos por Budapest.

La asistenta estaba hablando con Margot. Le explicaba con pelos y señales mi presencia en aquella casa como si yo fuera una okupa.

-Dice doña Margot que la eche.
-Trae para aquí ese teléfono. ¿Margot? Tengo una buena noticia para ti, querida: soy la pareja de hecho de tu hijo.

Wednesday, September 12, 2007

El supermercado de don José, 13

 Mi chico le dio un toque a don José. Fue peor el remedio que la enfermedad. Llevamos dos días aguantando la visita de la histérica ex esposa de don José.
 
 -¡Dinero! ¡Quiero dinero! -grita en la puerta del supermercado.
 
 Don José se encierra en su despacho a cal y canto. La mujer aporrea la puerta acordándose de los antepasados recientes del esposo que la abandonó por la amiga de su hija pequeña.
 
 -Calmese, señora -le pedí cuando mis oídos amenazaban con estallar a causa del exceso de decibelios.
 -¿Te callarías tú si tuvieras que pagar 3000 euros de factura de móvil?
 -Yo gasto mucho menos.
 -Porque no estás enamorada, hija. Las conversaciones con un novio salen caras.
 
 Me pregunté qué novio podía tener una mujer de pelo canoso peinado en cola de caballo. Era demasiado alta, delgada, con manos huesudas  pies grandes. Sus andares eran de sargento de ejército inglés.
 
 -Marcha, vieja. Asustas a los clientes.
 
 A un insulto, cuarenta. La ex de don José se encaró con Dianita. Empezó llamándola gorda y, ya había llegado a citar el oficio más viejo de todos los tiempos, cuando un policía municipal la arrastró fuera del supermercado.
 
 Don José salió de su despacho para comunicarnos la ingrata noticia: Supermercados Don José se declaraba en suspensión de pagos.
 
 -¿Cuándo vamos a cobrar? -preguntó Dianita.
 -Nunca, hija. Si quieres cobrar en especie, pilla lo que quieras.
 
 Dianita cogió un paquete de bolsas y las llenó. Yo le perdoné a don José todo tipo de pagos. Carlos me paga un generoso sueldo como espía de su empresa de capital riesgo.
 
 -Nunca te cases, Sophia.
 -Creo que un día me casaré, don José.
 -Así pensaba yo a tu edad, por eso acabé casándome con una persona que no me merecía.
 
 Regresé a casa pensando si mi chico me merece. Antes de llegar al portal, había llegado a la conclusión de que Carlos nunca me acosaría por 3000 euros para pagar el teléfono: es un hombre con posibles. Pero, ¿me merece?... No tengo respuesta.
 
 Por la noche, tenía un mensaje de Dianita en mi móvil.
 
 -Me contrataron en la frutería de "El Corte Inglés".
 
 Algunas encuentran trabajo pronto. Compadecí a los de "El Corte Inglés" por la frutera que habían fichado. No vana  dar abasto los reponedores en los próximos días. Supongo que la echaran cuando comprueben que Diana dedica más tiempo a comer que a trabajar.
 
 



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Tuesday, September 11, 2007

El supermercado de don José, 12

 
 Mara se presentó en mi casa con sus bártulos para hacer un reportaje sobre Dior.
 
 -Ten necesito, Sophia. ¿Sabes que hace sesenta años el gran Christian Dior presentó su primer desfile? Yo fotografiaré estos magníficos vestidos sobre tu cuerpo.
 -Stop, Mara. Va a llegar Carlos y tenemos que hablar de cosas de trabajo.
 -De eso mismo voy a hablarle yo: él será nuestro improvisado fotógrafo. Ambrosio está de baja por depresión. Nada serio; cosa de amores.
 -¿Y Gregorio?
 -Tuvo otro hijo, querida mía. Está de baja paternal. Ya le di el pésame.
 -¡Mara!
 -Los hijos dan muchas penas.
 -O muchas alegrías. Mira mi Carlos: es el hijo ideal de Margot.
 
 Carlos sonrió. Se liberó de la chaqueta y se dejo caer en el sillón de orejas que heredó de su abuelo. Perdió la sonrisa cuando Mara le puso en las manos una cámara fotográfica.
 
 -Viste este drapeado, Sophia.
 
 No pude negarme. Después de pasar el día uniformada estilo chica supermercado, un Dior última moda levanta el ánimo.
 
 -¡Genial! -aplaudió Mara-. Espera Carlitos, cariño. Le ponemos esta tiara barroca a Sophia y ahora, dispara.
 
 Con tanto vestido años 50 con toques picassianos me olvidé de lo importante: don José desvía dinero del supermercado hacia su bolsillo para pagar los gastos de su ex esposa. Tengo que contárselo a Carlos.



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