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Thursday, May 26, 2016

Mis vacaciones en Aranjuez con buena compañía

El NH Príncipe de la Paz, Aranjuez, es un hotel de cuatro estrellas muy discreto. No es lujoso, pero resulta cómodo, sobre todo cuando te alojas tú sola en una de sus amplias habitaciones. Me sentí como en casa cuando era una chica soltera. 

Me gusta su ubicación. Sales del hotel y te metes en las bonitas calles del casco histórico de Aranjuez. Muy cerca te queda el Palacio Real. Estamos en la Plaza de Parejas, una plaza que albergó durante muchos años el Ferial de Aranjuez, una feria que le gustaba mucho a mi suegra. 

Me dieron una habitación con vistas al Palacio Real. Era tranquila, pero su decoración no parecía de un hotel de cuatro estrellas. Me pareció demasiado sencilla. Las paredes eran de color salmón y no tenían ningún cuadro, unos cortinones marrones subrayaban el estilo clásico simplón, los suelos eran de tarima de madera. Había un buen televisor sobre un escritorio. Ah... ¡y las almohadas! Tenían una carta de almohadas tan amplia que aburría. 

El desayuno fue un buffet con zumos, bollería industrial, pan, fiambres, yogures..., pero todo en cantidades reducidas. Salí con hambre. Encima los camareros me miraban como si les fuera a comer yo sola todo lo que había. 

No os recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. Lo mejor es su ubicación y lo limpio que lo tienen todo. Lo peor es lo cutres que son con los desayunos. A mí me gusta la abundancia, no los bollos contados. 

Tampoco me gustó el cuarto de baño de mi habitación. Tenía una bañera de otros tiempos, un lavabo que había conocido tiempos mejores, una toalla algo vieja que no usé y unos azulejos color crema que me ponían de los nervios. El cuarto de baño necesitaba una reforma. Menos mal que lo tenían limpio. La toalla vieja desapareció cuando les dije que quería toallas nuevas.

Comiendo como una cerda

La Tenada es el restaurante que sirve en menú más bestia de España. Por 22,50 euros te ponen un pote de berzas, lomo de cerdo fresco, callos asturianos, cordero, postres (arroz con leche, queso, tarta helada, requesón), café de puchero... 

Yo no pude comerlo todo. Quien se comió todo fue mi suegra, y más se comía si le pusieran. No tiene límites a la hora de comer. Menos mal que no engorda. Es de esas personas a las que los nervios le gastan las calorías. 

Las raciones de La Tenada son grandes. Es como comer en la casa de una tía del pueblo. El restaurante se ha hecho famoso gracias a su menú extra largo. 

El restaurante tiene una decoración un tanto rural. Mesas de madera, manteles de tela con manteles de papel por encima. Llevan 15 años con este menú. 

La Tenada está a unos 15 kilómetros de Avilés. Nosotros lo conocimos gracias a la guía de Repsol online. Después de ir a comer, le comentamos a nuestros amigos lo bien que se comía en este restaurante y muchos lo conocía. Es bastante famoso. 

Os lo recomiendo. El pote de berzas está muy bueno. A mis hija no les gustó porque no le van las verduras, pero estaba mucho mejor que le que hace mi suegra. Los callos asturianos también los hacen deliciosos. Es una pena que sean tan fuertes, aunque no estaban tan salados como en otros restaurantes. Me gustaron. Mi marido se puso hasta las cejas con el cordero. Le encanta. Y el cordero que te ponen en La Tenada lo hacen blandito, bien hecho, pero no de esas carnes que se te hacen intragables. 

A mis hijas les encantó el arroz con leche. En casa no se lo comen tan alegremente. Aquel arroz con leche era mejor que el que les preparo yo, lo reconozco. 

Este restaurante suele estar bastante concurrido. Cuando estuvimos nosotros había un grupo de moteros catalanes muy majos.

Saturday, May 21, 2016

Mis barbacoas en casa

El Campingaz Camping Duo Grill R no es más que una barbacoa de gas que siempre funciona con una de esas bombonas pequeñas y azules que te venden en muchas ferreterías. Es práctica. Puedes llevarla cuando vas a la playa o la puedes usar en tu jardín. Yo la tengo usado hasta en la terraza de mi casa. 

Se trata de una estufa de dos hornillas con una medida compacta y pies plegables, lo cual te facilita mucho la tarea de guardarla cuando no la necesitas. Tiene un sistema de protección contra el viento integrado. 

Sus medidas son razonables. Midiéndola con plato de parrilla son de 46 x 21 x 34 cm , Su tamaño plegada es de 46 x 21 x 13 cm. 

No es muy barata. Me costó 63 euros. Mi marido quería comprar algo más barato. Yo la vi y pensé que era ideal para nosotros. Además, no pesa mucho. Pesa cuatro kilos y medio. La puedes mover bien. 

Os la recomiendo. La Campingaz Camping Duo Grill R es mucho mejor que las barbacoas de carbón. Las de carbón no me gustan nada porque te ensucian toda la casa. Mi marido tiene más mano que yo con las barbacoas de carbón, pero yo soy un desastre. Quedó como un trabajador de los trenes antiguos: negra desde las cejas hasta las puntas de los pies. 

En cambio, con esta barbacoa de gas todo es fácil. Para mí es como si cocinara con una cocina de gas butano. Es muy fácil de usar, pero no debes dejar que los niños se acerquen a ella. Las barbacoas son peligrosas para los críos, mucho más que las cocinas. 

Es una barbacoa con soporte para cazos, parrilla y plancha Los soportes para cazos y potas pequeñas incorporan un paravientos muy útil cuando la usas en espacios abiertos. Las cazuelas se quedan estables gracias al soporte de grandes dimensiones con el que cuenta la barbacoa para poner las ollas en su sitio. 

Me resulta fácil de limpiar. Le pasas una bayeta mojada y la dejas como los chorros del oro. Siempre la transportamos dentro de la bolsa para el transporte que traía cuando nos la vendieron. 

Sus acabados son buenos. Tiene revestimiento antiadherente. Yo pensaba que se me iba a oxidar pronto por los pies y lo que le ves de metal claro, peor no. Está perfecta.

Tuesday, May 17, 2016

Un Museo donde te agobian

El Museo EFE, también conocido como la Casa de las Noticias, es un museo de periodismo global en el que no me sentí nada cómoda. Cuando me contaron que había que pedir algo así como visita previa, ya supe que no me iba a gustar. Me gusta ir a los museos por mi cuenta y cuando me da la gana, no cuando me digan que puedo ir. No va conmigo planear el ocio de esa manera tan cuadriculada. 

Lo que no esperaba es que en el museo me trataran como a una colegiala. Pero que eso, incluso. Me vi incluida con mi familia en un grupo de familias en una visita guiada que casi me vuelve loca. Ni en mis tiempos de escolar me llevaron por los museos como una oveja pastoreada por los que saben. Mi marido se lo tomó a broma. A mí no me hizo ninguna gracia. 

Encima había dos o tres visitas de grupos escolares. Aquello parecía una casa de locos. El guía decía que nos estaba dando una lección de Historia reciente. ¡Menuda lección! Parecía que regresábamos a la Edad Media con la Santa Inquisición. 

El Museo EFE es muy interactivo. Se ven fotografías pasándolas con la mano, los audios saltan al detectar a la gente matándote casi del susto muchos de ellos. El guía estaba empeñado en que pusiéramos las gafas de realidad virtual. Me negué. Aquellas gafas estaban llenas de porquería después de pasar por las caras de todo el mundo mundial. 

No os recomiendo el Museo EFE. Si quitaran las visitas guiadas, mejoraría mucho. No hacen falta guías para ver fotografías de famosos de los siglos XX y XXI. Los conocemos a todos. El guía nos echó un rollo patatero sobre una foto que tenían de Isabel II. Quedó a cuadros cuando le dije que la conocía. Era una foto que aparecía y sigue apareciendo en todos los libros de Historia. Aún así siguió con el rollo de que era la madre de Alfonso XII. 

A mi marido le gustaron mucho las fotografías que tenían de una joven y guapa Sara Montiel. Eran las mejores fotos. Las del 23 F no me gustaron y las de la selección española tampoco. 

No sólo tienen fotografías. También tienen máquinas de escribir, teletipos, cámaras de fotos antiguas, un laboratorio de fotografía de otros tiempos. 

Lo peor, como os dije, es tener que inscribirte online para ir a verlo y las visitas guiadas en grupo que te imponen. Por eso no os lo recomiendo. Te agobian.

Monday, May 16, 2016

Comiendo en un restaurante de celiacos

Celicioso es una tienda-restaurante para celiacos. Tienen productos sabrosos para personas que no pueden comer gluten. De momento, están en Madrid y en Marbella. Seguro que abren más locales. Tienen mucho éxito. 

Sus precios no son baratos, pero tampoco prohibitivos. Yo le compré un roscón por Pascua para un ahijado mío que tiene problemas con el gluten y me costó 22 euros. Le encantó. Mi hermana le hace roscones y demás pasteles en casa, pero no los come tan bien como cuando se los compramos en Celicioso. 

No sólo tienen dulces. En Celicioso hay productos salados que están muy buenos. Por ejemplo, los sandwiches. Y no son caros. Te cuesta cada pequeño bocadillo 2,80 euros. Salen al mismo precio que los sándwiches normales. 

Más caro te sale el pan de molde. Pagar por una bolsa de pan de molde cinco euros te hace temblar el pulso. Mi sobrino es el pan que come. Imagina el pastón que está gastando mi hermana en pan de molde. 

Siempre vamos al Celicioso de la Calle Hortaleza, en el Barrio de Chueca. Está muy bien. Es un local sin lujos que tiene todo muy ordenadito. La última vez que estuvimos allí con los niños pedimos unos cupcakes variados que estaban que te chupabas los dedos. 

Os recomiendo los locales de Celicioso. Son locales pequeños, pero acogedores y los tienen muy limpios. Te atienden rápido y te cobran más deprisa que te traen lo que les pides para comer. 

En Celicioso también pueden ir a comer los veganos. Tienen productos que puede comer todo el mundo, incluidos los intolerantes a la lactosa porque no le echan leche de vaca a nada. 

A mí me encantan sus tiendas. Son muy joviales. Tienen un toque informal que hace que te sientas cómoda con los críos. De sus productos destacaría las tartas y los pasteles. Son tan ricos que les gustan hasta a las personas que pueden tomar postres con gluten.

Monday, May 09, 2016

Mis vacaciones en Ribadeo

El Parador de Ribadeo está en la calle Amador Fernández, 7, en Ribadeo, Lugo. Es un parador bonito, acogedor, tranquilo; perfecto para alejarte del mundanal ruido durante dos días. Yo no aguanto más de dos o tres días lejos de las grandes ciudades. Soy una urbanita convencida. 

A mi marido, en cambio, le encanta el campo. En el Parador de Ribadeo estuvo en su salsa dando paseos por las orillas del río Eo con las niñas. En Parador está justo en la desembocadura del Eo. 

Nos dieron una habitación grande, pero la decoración no era muy de mi gusto. Por ejemplo, la cortina que tenía justo detrás del cabecero de la cama me ponía de los nervios. Acabé quitándola. A las señoras de la limpieza parece que no les gustó mucho que les quitara la cortina. No me importó. Quien iba a dormir en aquella cama era yo. 

Lo mejor de la habitación eran las vistas al río desde la terraza. La terraza era bastante amplia. Fue una pena que hiciera frío. De hacer calor, podría tomar el sol en la terraza sin ir hasta la Playa de las Catedrales, que está a unos diez kilómetros del Parador. 

El Parador está decorado con tonos cremas y marrones claritos. Conserva bastantes muebles antiguos. En nuestra habitación había un parador que parecía de los primeros años del pasado siglo. 

No nos aburrimos. Mi marido se apuntó a un paseo aéreo en ultraligero. Yo no soy tan valiente. Sólo pensar en que puedo dejar a mis hijas huérfanas me quita las ganas de volar como una pajarita. Lo que sí hicimos toda la familia fue un paseo en barca por la ría. Me sentí como una pescadora de sardinas. Bajé de la barca oliendo a mar. 

Mi marido quería ir hasta el Fuerte de San Damián. Los del parador organizaban la excursión. Pero yo no estaba para más excursiones. Preferí quedarme paseando por los bonitos jardines del Parador. 

Os recomiendo este Parador de Ribadeo. Es un parador que está bien cuidado, pero deberían mejorar algunos detalles en su decoración, como, por ejemplo, esas cortinas que tienen detrás de los cabeceros de las camas. Dan sensación de suciedad.

Saturday, May 07, 2016

Mis cupones de descuentos para viajes y escapadas

Para viajes y escapadas
recurro a los cupones 
que descuentan mis billetes
de aviones y me restan
dinero en algún taxi.

Mi marido y amante
padre de dos niñas guapas
también se ha apuntado
al descuento que es gratis.

Os recomiendo, amigos,
descontar en los viajes
y en vuestras escapadas
los cupones que regalan
en Doncupones empresas
que te quieren de cliente
y adoran tus finanzas.

Friday, May 06, 2016

Mis vacaciones en Vietnam

Vietnam es un país fascinante. Yo estuve con mi chico dos semanas y era como estar en una galaxia diferente. Todo era distinto. Parecía un cuento. 

Es una pena que no lo cuiden más. Casi todos los habitantes de Vietnam tienen unas motos que lo contaminan todo. En algunas ciudades no se respira por culpa de las motos. Acabas odiándolas, tanto por la contaminación que ocasionan como por los ruidos que hacen. Te vuelven loca. 

Nosotros pasamos casi la mitad de nuestras vacaciones en el sur, que es donde están las mejores playas. Vietnam no es un destino de sol y playa, pero a mí me encanta el sol. Por eso nunca me pierdo bajar a un arenal, aunque no sea gran cosa. 

Nosotros iniciamos nuestro viaje en la bahía de Ha Long, después fuimos hasta las montañas de Sapa en el norte y acabamos en las playas de la Costa Central que fue donde pasamos más tiempo, como os dije. También fuimos al Delta del río Mekong en el sur del país. Era un viaje que organizamos por nuestra cuenta. Yo tenía mis temores por la seguridad y esas cosas, pero no pasó nada. En todo caso, para los miedosos recomiendo un viaje organizado por una agencia. 

Lo que debes tener muy en cuenta cuando viajas a Vietnam es el clima. Hay unos cambios de temperatura notables de una zona a otra. El clima subtropical en el norte no tiene nada que ver con el clima monzónico en el centro y en el sur de Vietnam. No es aconsejable ir en invierno al norte y también debes evitar la época de los monzones en el sur. Nosotros tuvimos suerte: no nos cogieron los monzones ni las bajas temperaturas. 

Para movernos de una zona a otra del país recurrimos al avión. Pasmos por los aeropuertos internacionales más importantes de Vietnam: el aeropuerto de Hanói, en el norte, el aeropuerto de Da Nang, en el centro del país, y el aeropuerto de Ho Chi Minh, en el sur. Pasé bastante miedo en los aviones. Eran líneas locales y los pilotos me parecían un poco chalados. 

Os recomiendo viajar a Vietnam. Tiene sitios más bonitos que otros. Por ejemplo, el parque nacional de Phong Nha, la bahía de Halong merecen una visita. El país es bonito en general, pero hay un montón de turistas chinos que te pueden agobiar. Las cuevas son impresionantes por sus dimensiones.

Mi paraíso en Canarias

El Parque Nacional de Garajonay en La Gomera fue declarado Patrimonio de la Humanidad, cosa que no tiene mucho mérito porque en este país nuestro casi todo es Patrimonio de la Humanidad. Con esto no quiero decir que no merezca el honor. Lo merece y mucho, sobre todo por lo bien cuidado que lo tienen. No es tan silvestre como otros parques nacionales que conozco. Es un monte por el que puedes ir andando sin miedos pro los caminos que tienen señalizados. 

Este parque nacional tienen una bonita historia detrás. Dicen que debe su nombre a la famosa leyenda de los amantes Gara, una princesa gomera y su amor Jonay de Tenerife, quienes decidieron clavarse una lanza de madera y tirarse desde el pico más alto de la isla para que sus familiares no impidieran su amor. Estaban un poco chalados los pobres. 

Hay que ir bien abrigados. Yo casi me muero de frío. Había unas nieblas frías que se te metían en los huesos. Por eso me di la vuelta pronto. Mis hijas, en cambio, no tenían frío y se quedaron con mi marido recorriendo aquellos parajes llenos de vegetación verde. 

Lo que más abunda en la vegetación son una especie de laureles. El parque es grande. Es un bosque de laurisilva canaria de unas 4.000 hectáreas, lo que supone cerca de un 11 por ciento de la superficie total de la isla de La Gomera. Mi chico decía que era uno de los bosques subtropicales que ocupaban buena parte de Europa y norte de África en tiempos lejanos. 

Os lo recomiendo. El Parque cuenta con una amplia red de equipamientos y servicios pensados para los turistas, entre los que cabe mencionar un Centro de Visitantes, un Centro de información, una amplia red de miradores con muy buenas vistas, áreas recreativas para los críos, así como una red de senderos perfectamente señalizados por los que es imposible perderse.

Wednesday, May 04, 2016

Mis vacaciones en Praga

El Café de París en Praga tiene un entrecot con patatas que te chupas los dedos. Nosotros fuimos a comer y a cenar a este restaurante de Praga un día de los cinco días que estuvimos en la ciudad por trabajo. 

No es un restaurante muy caro. Por unos ochenta euros comimos cuatro personas y salimos bien comidos. No es de los restaurantes de los que sales hambrienta. Lo que sí sales es asqueada. Cuando estuvimos nosotros tuvimos la mala suerte de que tanto en la comida como en la cena había clientes con perros. A mí los animales me dan asco. Dejé la mitad de la cena al ver como una vieja le daba al perro de comer con su propio tenedor. El tenedor iba de su boca a la boca del perro. Un asco total. 

Encima los camareros no son nada rápidos. Tardan en cobrar y tardan en servir. Entre un plato y otro te da tiempo a contar una película a tu pareja. 

Mi chico tenía otra mesa reservada para el día siguiente. Le dije que anulara la reserva. Yo no aguantaba ora comida rodeada de perros. Para eso me iba a una cuadra directamente. Aquello era peor que una granja. 

No os recomiendo el Café de París en Praga ni por su delicioso entrecot con patatas. Lo puedes comer en otros restaurantes de Praga en los que no hay perros. Yo prefiero un entrecot con patatas menos sabroso, pero que pueda comer porque no hay perros a mi alrededor. 

Es muy famoso. Suele estar hasta los topes. Como no hagas reserva, no tienes mesa disponible. En todo caso, no creo que vuelva. Sólo volvería si vuelvo a Praga y sé que han dejado de admitir mascotas. 

Los menús son muy de comida checa típica. Lo mismo puedo decir de los postres. Son postres de la zona, muy ricos por cierto. Los presentan muy bien y tienen un sabor delicioso.

Prueba primero, paga después