Unas vacaciones románticas en otoño animan a una. Mi marido y yo nos dimos un fin de semana de pareja en el hotel Thompson de Madrid. Fue todo un acierto.
Este hotel acaba de abrir sus puertas en el edificio que ocuparon los cines Acteón y los Almacenes Arias. Mi santo recordaba aquella tienda de ropa barata a la que lo llevaba su madre de niño. Por eso casi lo sorprendía el lujo del hotel.
A mí no me sorprendió nada. En la calle Montera no puede haber una pensión cutre. La ubicación pide buenos suelos, buenas camas y todas las comodidades que necesitamos para ser felices, sobre todo cuando no estamos en nuestras casas.
Lo mejor del hotel es una de las azoteas más impresionantes de la capital de España. Si de día sus vistas son bonitas, de noche te enamoran. Puro romanticismo sientes bajo la luna y las estrellas.
Para completar el romántico momento, debes probar la restauración del grupo La Ancha. Cocinan muy bien, acercándose más a la modernidad de los menús que a la cocina de las abuelas madrileñas. Otra ventaja es que no engordas mucho con los platos porque las raciones son más bien escasas.
Este hotel es puro lujo, un lujo que muchas veces no entiendes. Notas que han buscado lo rebuscado, cayendo en lo ridículo de un suelo en los pasillos que imita el adoquinado de una calle o unas lámparas de cristal que cuelgan hasta las mesillas de noche.
Los colchones de las camas con cómodos. En nuestra gran cama de matrimonio te hundías en su blandura firme. Los colores topo y blanco roto se sumaban a la luz tenue de los focos de luz cuando caía la noche.
Mi marido se quedó con las ganas de probar una de las 22 suites que hay en este hotel cinco estrellas próximo al kilómetro cero de Madrid. La tenemos pedida para el verano. Queremos volver cuando inauguren el restaurante de la azotea. No nos vamos a perder la experiencia de comer mirando los tejados de la capital del Reino.
Os recomiendo el hotel Thompson de la calle Montera. Solo por su impresionante azotea vale la pena ir. La desventaja es el precio. Los lujos siempre los cobran caros. Afortunadamente, cuenta con una buena wi fi en todas las estancias del hotel para que puedas teletrabajar mejor que en tu casa.
Este hotel acaba de abrir sus puertas en el edificio que ocuparon los cines Acteón y los Almacenes Arias. Mi santo recordaba aquella tienda de ropa barata a la que lo llevaba su madre de niño. Por eso casi lo sorprendía el lujo del hotel.
A mí no me sorprendió nada. En la calle Montera no puede haber una pensión cutre. La ubicación pide buenos suelos, buenas camas y todas las comodidades que necesitamos para ser felices, sobre todo cuando no estamos en nuestras casas.
Lo mejor del hotel es una de las azoteas más impresionantes de la capital de España. Si de día sus vistas son bonitas, de noche te enamoran. Puro romanticismo sientes bajo la luna y las estrellas.
Para completar el romántico momento, debes probar la restauración del grupo La Ancha. Cocinan muy bien, acercándose más a la modernidad de los menús que a la cocina de las abuelas madrileñas. Otra ventaja es que no engordas mucho con los platos porque las raciones son más bien escasas.
Este hotel es puro lujo, un lujo que muchas veces no entiendes. Notas que han buscado lo rebuscado, cayendo en lo ridículo de un suelo en los pasillos que imita el adoquinado de una calle o unas lámparas de cristal que cuelgan hasta las mesillas de noche.
Los colchones de las camas con cómodos. En nuestra gran cama de matrimonio te hundías en su blandura firme. Los colores topo y blanco roto se sumaban a la luz tenue de los focos de luz cuando caía la noche.
Mi marido se quedó con las ganas de probar una de las 22 suites que hay en este hotel cinco estrellas próximo al kilómetro cero de Madrid. La tenemos pedida para el verano. Queremos volver cuando inauguren el restaurante de la azotea. No nos vamos a perder la experiencia de comer mirando los tejados de la capital del Reino.
Os recomiendo el hotel Thompson de la calle Montera. Solo por su impresionante azotea vale la pena ir. La desventaja es el precio. Los lujos siempre los cobran caros. Afortunadamente, cuenta con una buena wi fi en todas las estancias del hotel para que puedas teletrabajar mejor que en tu casa.
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Unos días muy románticos
tuvieron la mejor tela
para vestirme de noche
como una hada princesa.
