Mis vacaciones en Italia

Me gustó mucho la habitación que nos dieron en el Hotel Mediterranee en Génova, Italia: una habitación grande, luminosa y con vistas a la playa. Era una habitación de verano como decía mi hija mayor. A mí me encantan este tipo de habitaciones que tienen vistas al mar.

Lo que me gustó menos que la habitación fue el desayuno. Estaba todo como contado y encima no reponían. Se acabaron los croisanes y todavía podía estar esperando ahora por más. Tuvimos que salir a una cafetería de fuera a acabar de desayunar. No hay nada que me dé más hambre que un desayuno pobre. Si veo mucha bollería, mucho fiambre, muchos zumos como que se me quita el hambre con sólo mirar el buffet, pero, si veo todo escaso, me vienen unas ganas locas de comer.

El personal es lo mejor del hotel, sobre todo los de recepción. Nos solucionaron todos los problemas, incluida la falta de sitio para el coche en el parking. Uno de los empleados quitó su coche para que mi marido guardara el suyo. Mi chico no es capaz de dejar el coche fuera. No duerme si deja el coche en la calle. Lo tiene que dejar bien guardadito en un parking para estar tranquilo.

Este hotel no queda en el centro de Génova, pero tienes en la misma calle una parada de autobús si no tienes coche y necesitas recurrir al transporte público. Yo fui un día en bus al centro para ir de tiendas. Las tiendas son mi perdición. Mi chico quería venir conmigo, pero compro más alegremente cuando voy sola o voy con las niñas. Mis hijas no quisieron venir de compras al centro de Génova porque tenían la playa a pocos metros del hotel y a su padre con ganas de playa.

El Hotel Mediterranee en Génova, Italia, está bien y podría estar mejor si lo remodelaran. Nuestra habitación necesitaba una mano de pintura. En el cuarto de baño también hacían falta obras. La presión del agua de la ducha dejaba mucho que desear. También dejaban mucho que desear los sanitarios. Se veían viejos. Aún así os recomiendo el Hotel Mediterranee en Génova, Italia porque tiene una buena ubicación para unas vacaciones de sol y playa en Italia.

Mis paseos por el Parque del Retiro

Me gusta el Parque del Retiro en Madrid. Siempre que estamos en la capital de España y tenemos tiempo para ocios, nos acercamos a este parque que fue de la Familia Real durante 235 años hasta que el rey Carlos III se lo cedió en 1868 al Ayuntamiento de Madrid. Es un dato histórico que siempre le recordamos a las niñas para que sepan que la Monarquía en este país también hizo cosas buenas. 

Es un parque grande con sus 125 hectáreas para pasear entre una variada arboleda. Cuando más lo disfrutas es cuando hace calor. Los árboles dan sombras maravillosas. Me gusta pasear por sus calles llenas de esculturas. Le voy contando a mis hijas quienes son los personajes que están representados en las estatuas. Es una manera de darles una clase de historia in situ a las niñas. Mis hija aprecian más estas clases que les damos mi marido y yo que las clases de historia del colegio, siempre aburridas. 

No sólo hay estatuas, estanques y jardines en el parque del Retiro. También encuentras terrazas donde te puedes tomar un refresco o un café cuando el tiempo pide algo más caliente. Mis hijas siempre quieren entrar en los palacios que quedan de viejos tiempos. El casón del Buen Retiro, el Museo del Ejército son visitas casi obligadas. También pasan mucho tiempo y más que pasarían si las dejáramos en los estanques: el Estanque de las Campanillas, el Estanque Grande. 

Os recomiendo visitar el Parque del Retiro en Madrid, pero id con tiempo porque hay mucho que ver. La rosaleda es preciosa con sus miles de rosas de colores variados. Los palacios de Cristal y de Velázquez también merecen una visita. Lo mismo puedo decir del monumento a Alfonso XII. En este Parque del Retiro en Madrid recuerdas la Historia que te contaron en el colegio y en el instituto mirando sus monumentos, sus estatuas y sus palacios.

Vacaciones con parking gratuito

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Lo pasamos bien en el Hotel Villa De Almazan pese a que está a la salida del pueblo. Mi marido tenía miedo de no tener donde dejar el coche, pero no hubo problema. El hotel tiene un gran parque gratuito. Todo un detalle para los clientes que viajamos en coche particular. 

Es un hotel que está muy bien en general aunque tiene desventajas como el precio del desayuno. Cuando supe que cobraban seis euros por cabeza, nos fuimos a una cafetería del pueblo. Por menos de diez euros nos pusieron cuatro desayunos completos. 

Me consolé pensando que el desayuno de pago y caro era la única desventaja. Nos habían dado una habitación grande, con bonitas vistas y muy luminosa. Las camas eran muy cómodas. De la limpieza tampoco tengo queja. Estaba todo impoluto. También era grande el cuarto de baño. Me gustan los cuartos de baño amplios. Soy una persona que necesita espacio aunque esté yo sola en un baño. 

Almazán es un bonito pueblo de la provincia de Soria. El Hotel Villa De Almazan te queda en las afueras. Nosotros íbamos andando hasta el centro del pueblo. Un día llevamos el coche, pero era un rollo porque el pueblo estaba repleto de turistas y no había donde aparcar. 

Os recomiendo este hotel. Podía ser mejor si tuvieran más personal. Los ves bastante agobiados, sobre todo cuando coincide con las fiestas del pueblo tu estancia. Eso sí, son todos ellos muy amables con los clientes. Yo creo que a este hotel le sobra una estrella. Tiene cuatro estrellas y debería quedar en tres. Tiene cosas que no convencen. Ya os dije lo del desayuno caro. Otra desventaja que añadiría es el caos que hay en el bar del hotel. Es donde más notas la falta de personal. Se ve que los responsables del Hotel Villa De Almazan tratan de ahorrar costes de mano de obra. Esto redunda en un servicio peor para el cliente. Los empleados no pueden multiplicarse.

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Chania es una ciudad que está en Creta, Grecia, y es perfecta para pasar unas vacaciones con tu pareja. Nosotros fuimos el año pasado en un viaje de placer que repetiría. Es una ciudad poco tranquila, muy llena de turistas, sobre todo en época de verano. No me extraña porque es preciosa. 

Me gustaron mucho sus restaurantes mirando al mar. Fuimos a comer todos los días a un restaurante distinto. Mi marido estaba generoso con la cartera. Yo sólo pagué una cena por eso de quedar bien. 

No sólo hicimos turismo gastronómico y de sol y playa. También fuimos a sus museos. El Museo Naval de Chania no te lo debes perder. Tiene una exposición de maquetas de barcos muy interesante. Nunca había pensado que se podían hacer tantos barcos distintos. Chania es una ciudad muy marítima, muy volcada en el mar. Su pasado otomoano se le nota. Por ejemplo, en un faro que hay en su puerto. Mi marido decía que le recordaba unos faros que había visto en Egipto. Yo lo veía un faro totalmente otomano. 

No falta en Chania un Museo Arqueológico. Está en un edificio que fue un convento, el convento de San Esteban. Después de visitar este museo nos fuimos hasta una fortaleza que construyeron en su día los venecianos. La fortaleza de Firka estaba a tope de turistas con guías que explicaban como la habían utilizado en las guerras. A mi marido le llamó mucho la atención que tuviera cantinas cuando tenía un uso cuartelero. Los soldados necesitaban bebidas alcohólicas para ir a la guerra. 

Os recomiendo visitar Chania, una bonita ciudad con un pasado que se refleja en sus calles estrechas y en sus edificios. Hoy Chania no es una ciudad cuartelera sino una ciudad muy turística. Nosotros tuvimos la suerte de coger unos días en los que hacía fresquito. Con temperaturas altas altísimas debe ser bastante agobiante pasear por aquellas calles cargadas de Historia.

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Tuve que llevar a las niñas a Paraguay porque nadie quería quedar con ellas mientras su padre y servidora cruzábamos el charco para nuestros negocios. Afortunadamente, el Awa Resort Hotel en Encarnación, Paraguay tenía actividades para los más pequeños de la casa. Además, el personal del hotel era muy cariñoso con los niños. No me extrañó que hubiera muchas familias con niños. 

Los exteriores del hotel están muy bien cuidados. La piscina la ves limpísima y con hamacas suficientes para tomar el sol. El jardín es precioso. Tienen un parque infantil para que los niños y las niñas jueguen en los columpios. Es un parque infantil seguro. Tienen personal siempre atento a los juegos de los críos. 

Nosotros pudimos trabajar con los ordenadores en nuestra habitación mientras las cuidadoras se ocupaban de nuestras hijas. También se quedaron con ellas cuando salimos a cenar. Las comidas y los desayunos las hicimos en el hotel. Se come muy bien. La única desventaja que le encontré a este hotel es que te queda lejos de las tiendas. No gastas nada en trapitos y caprichos porque no hay donde gastar. Mi marido estaba encantado con la ubicación. Para él tenerme lejos de las tiendas es un placer. Tuve que consolarme paseando por los preciosos jardines del hotel. El Awa Resort Hotel en Encarnación, Paraguay, está rodeado por unos paisajes naturales muy bellos. 

Nos dieron una habitación grande, tranquila, muy limpia, con una decoración con colores Ikea, pero las camas eran muy de hotel. Estuvimos como en casa, pero con la comodidad de tener a las niñas entretenidas. Tan bien lo pasaron que querían quedarse en el hotel a vivir para siempre jamás. No me extraña. Yo también me quedaría si este hotel fuera más barato. Tiene un restaurante bastante caro. Se come bien, pero se come caro. Los platos de deliciosa comida regional te los cobran como en los restaurantes de renombre de esta España nuestra. Paraguay no es nada barato. 

Os recomiendo el Awa Resort Hotel en Encarnación, Paraguay, sobre todo si vas con niños. Los críos se lo pasan mejor que los mayores porque se vuelcan con ellos.

El restaurante de moda en Madrid

Fuimos al Restaurante Carbón Negro en Madrid, en Juan Bravo, porque es un restaurante que se ha puesto de moda en Madrid. Queríamos saber si era tan bueno como dicen. Después de darnos una cena sobrada de carne a la parrilla he de decir que es un buen restaurante, pero demasiado caro.

En este restaurante seleccionan el carbón con el que ponen las parrillas a funcionar. Están bastante acertados con el carbón de encina que usan porque no les queda a las carnes el sabor y olor a chamusquina que tienen las carnes de otros restaurantes. Hacen las carnes dándoles tiempo.

Yo pedí un aguacate relleno con bonito después de tanta carne. Me sentía culpable con a carne porque dicen que no es nada buena para la salud. Pero estaba que te chupabas los dedos. Las chuletas asadas durante hora y media están muy buenas. Carnes y postres ricos encuentras en el Restaurante Carbón Negro en Madrid. No descarto volver.

Os lo recomiendo. Mi marido también quiere volver. Dice que la próxima vez iremos a comer, no a cenar. Puedes ir a eso de la una. A las doce de la mañana ponen las parrillas a funcionar. El personal es muy amable. No se espera otra cosa en un restaurante que está en pleno Barrio de Salamanca. Va toda la gente importante. Como os he dicho, el Restaurante Carbón Negro en Madrid se ha puesto muy de moda. No debes perdértelo. Todas mis amigas se han pasado por allí. Siempre ves algún famoso. Consigue, si puedes, una de las mesas bajas, de las que están al lado del cristal de la cocina. Son las mejores. Mi marido quería pasar más tiempo en la barra, pero yo me fui directa a la mesa que teníamos reservada. Me encanta ver cocinar. No aprendes nada, pero te das el gusto de pensar que están cocinando para ti como si estuvieran en tu casa.

Mis vacaciones divinas en Madrid

Estuve sola en el Hotel Nuevo Boston en Madrid y me sentí mejor que si estuviera con mi marido. El personal fue muy amable conmigo, tanto los de recepción como el resto de los empleados, sobre todo el chico que me llevó al aeropuerto. Este hotel tiene un servicio de transporte al aeropuerto, no en bus sino en coche. Llegas como una princesa al aeropuerto de Madrid Barajas.

Yo estaba pasando un día largo en Madrid. Venía en un vuelo y esperaba otro vuelo. Me alojé en el Hotel Nuevo Boston en Madrid porque me había hablado de este hotel una amiga que también había pasado por el mismo problema: un desajuste de horarios en el aeropuerto.

Me dieron una habitación grande, con una cama muy cómoda. No eché de menos mi cama. Me hubiera contentado con menos. Lo único que buscaba era un hotel próximo al aeropuerto. El Hotel Nuevo Boston en Madrid es perfecto si buscas un alojamiento próximo al aeropuerto. Si lo que buscas es un alojamiento para hacer turismo cultural o de tiendas por Madrid, el Hotel Nuevo Boston en Madrid no es el mejor hotel; te queda bastante lejos del centro de la capital de España.

Pese a estar cerca del aeropuerto, no es un hotel nada ruidoso. La insonorización es muy buena. Cierras las ventanas de tu habitación y no oyes ningún ruido procedente del exterior. Yo tampoco oí ruidos de las habitaciones vecinas. No sé si fue gracias a la insonorización interior del hotel o porque tuve la suerte de tener vecinos de habitación silenciosos.

Lo único que me fastidió fue que me cobraran el desayuno. Te cobraban poco, pero te cobraban. No me gusta pagar extras. Me consolé pensando que el traslado al aeropuerto era gratis. Fue una pena no saber que también recogían gratis en el aeropuerto. Me hubiera ahorrado un taxi.

Mis vacaciones en Bayona

Estuve en Baiona dos días para ver a una tía mía y me alojé en el Hotel Bayona, un hotel que no creo que vuelva a contar conmigo como cliente. Mi estómago todavía recuerda las nauseas que me producían los olores del patio de luces al que daban las ventanas de mi habitación. Tuve que tener las ventanas cerradas porque aquel olor a cocina en funcionamiento me acababa con la salud.

Mis oídos no iban mejor que mi estómago. Los ruidos del agua de los cuartos de baño de las habitaciones vecinas era una constante. Si no se duchaban, tiraban de las cisternas. Siempre oías el ruido del agua. También llegaba el ruido del tráfico hasta mis oídos y eso que mi habitación era interior.

Menos mal que el personal era amable y se afanaba en la limpieza de todas las estancias del hotel. Falta hacía. Si a unas instalaciones viejas y a un mobiliario con más años que mi abuela le sumabas falta de limpieza sería un desastre. No era el caso. La limpieza del Hotel Bayona es minuciosa. Las chicas de la limpieza hacen muy bien su trabajo.

Lo mejor del hotel es que estás en el centro histórico de Bayona. Puedes ir andando a tomar unas cañas o de compras. Lo que es difícil es que encuentres sitio para aparcar el coche cerca del hotel. El mío quedó a diez minutos de caminata en mis altos tacones. Me acordé de toda la familia del alcalde de Bayona o Baiona o como quieran decir.

¿Os recomiendo el hotel? Si buscas un alojamiento barato, sí. No te lo recomiendo si buscas una habitación libre de olores de cocina, de ruidos y con una cama grande. En mi habitación había dos camas estrechitas. Eché en falta mi gran cama de matrimonio. Me contenté con un colchón blandito. Supongo que la blandura se explicaba por la mucha gente que había dormido sobre él.

Mis vacaciones en la bonita Coruña

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Me encanta el Hotel NH Coruña Centro por su ubicación. Es el hotel perfecto para alojarme cuando voy sola a La Coruña. Me queda cerca de la playa de Riazor y está bien comunicado por bus urbano con toda la ciudad. En este hotel me alojé la semana pasada cuando fui al bautizo del hijo de una amiga sola. Estuve en mi salsa. 

La cama de mi habitación era grande y cómoda. Me dieron una de las mejores habitaciones con vistas a los edificios de enfrente. Casi siempre tuve las ventanas cerradas porque el ruido del tráfico es bastante notable con ellas abiertas aunque tu habitación esté en una de las plantas superiores. Se nota que estás en el centro de Coruña. Juan Flórez es una de las calles con mayor tráfico. 

Mi habitación tenía una zona de salita que me vino muy bien para trabajar. Eché en falta un escritorio más grande en la salita. pero estuve a mis anchas porque toda la salita y todo el cuarto en general eran para mí sola. Me sentí una mujer liberada de la familia. Yo quiero mucho a los míos, pero disfruto mis viajes de mujer libre. 

El desayuno fue fantástico. Más que un desayuno de hotel de cuatro estrellas parecía un desayuno de hotel de cinco estrellas. buenos zumos frescos, buena fruta, fiambres deliciosos, la bollería recién horneada. Desayuné mejor que en mi casa. También comí muy bien en el restaurante del hotel. Eso fue el primer día. El segundo día me di la comilona en el banquete del bautizo. Mi amiga bautizó a su niño por todo lo alto. Parecía el bautizo de un príncipe. 

Os recomiendo el Hotel NH Coruña Centro. Es un hotel donde te tratan muy bien y tiene todo lo que necesitas para estar cómoda. No falta una buena conexión wi fi gratuita ni una caja fuerte en tu habitación para guardar las joyas. Yo pienso volver. El NH Coruña Centro me tiene enamorada.