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Tuesday, December 27, 2016

Mis vacaciones más duras



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Cuando llegamos al Hotel Bayerischer Hof, Erlangen, en Alemania me cayó el alma a los pies. Me esperaba algo mejor siendo un hotel de cuatro estrellas. La fachada parecía una fachada de pisos baratos, pero peor era su interior. Tanto las estancias comunes como las habitaciones necesitaban una reforma a fondo. 

Está en una zona tranquila, cerca de la estación, lo cual te viene de cine cuando vas a coger un tren, como era mi caso. Lo que no era muy tranquilo era el hotel: estaban reformando la zona de la entrada y los ruidos de las obras no te dejaban descansar por el día. 

El desayuno lo servían en la bodega. No me gustó nada. Los pasteles tenían un toque picante, el bacon sabía a rancio y la fruta estaba demasiado madura para mi gusto. Había una terraza común bastante bonita, pero, hacía tanto frío, que no la pude disfrutar. Tampoco podía descansar mucho porque estaba en Baviera por motivos laborales. 

La habitación que me dieron era una habitación con dos camas vestidas con sábanas más usadas que mis zapatillas en color blanco y beige, a juego con una de las cortinas. Las cortinas eran dos a falta de una. Los suelos eran de moqueta en tono vino. Un asco. Ni estaba muy limpia ni me daría sensación de limpieza aunque lo estuviera. La moqueta es siempre asquerosa. 

Las camas estaban pegadas y junto a ellas había mesillas a cada lado, un sillón, un escritorio, minibar, televisión plana grande, un una especie de taburete y un armario pequeño. Los muebles se veían antiguos, no había termostato. Lo que sí había era un radiador viejo que funcionaba bien. 

No os recomiendo el Hotel Bayerischer Hof, Erlangen. Le sobran dos estrellas. Encima te sale bastante caro porque te cobra extra por el parking. Había que pagar 12 euros al día por dejar el coche a cubierto. La conexión wi fi sí era gratis.




2


Nunca había estado en Astorga, León, hasta la pasada semana. Mi marido quería llevar a las niñas a ver las murallas. Sí, digo bien: murallas, porque en Astorga hay murallas construidas a lo largo de la Historia antigua. Empezaron a poner muros alrededor de la ciudad los romanos en el siglo III y continuaron amurallando la ciudad en los siglos de la Edad Media porque en guerras anteriores las murallas se les vinieron abajo. 

Empezamos nuestro paseo por Astorga en el Palacio Episcopal. Es una zona muy bonita, con jardines y bastante gente andando, sobre todo ahora que los médicos nos mandan a todos andar para frenar el colesterol. El palacio es una obra del famoso Gaudí. El clero siempre tuvo dinero para construir maravillas donde vivir como reyes en la tierra. Este palacio es del siglo XIX. 

Pasamos de la catedral. Mi chico quería entrar, pero yo no tenía el cuerpo para templos. La catedral es como un puzzle de estilos arquitectónicos, pero es bonita. Empezaron a construirla en el siglo XI y fueron poniéndola a la moda según pasaban los siglos y los años. 

Donde paramos más tiempo fue en el museo romano. Mi chico es un fan de los romanos y allí disfrutó un montón viendo los restos del imperio romano. Me recordó bastante a los restos del Imperio Romano que se conservan en Mérida. Mis hijas lo pasaron muy bien con el audiovisual que proyectaban en la planta baja del museo. Todo lo que son vídeos y televisión les chifla. 

Dejamos para otro día una ruta guiada que hacen por los restos romanos de Astorga. No les pregunté ni cuánto costaba. Así sé que la haremos en otra visita. Saber los precios te quita la ilusión. 

En Astorga hay muchos restos de los romanos del famoso imperio. Tienen termas mayores, termas menores, cloacas... Los romanos tenían una ciudad muy bien montada. Fue una pena que los echaran de la Península Ibérica. 

Os recomiendo visitar Astorga. Es una ciudad tranquila con mucha historia. Me apreció perfecta para darle a mis hijas una clase de Historia real sobre el terreno.


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Monday, December 26, 2016

Mis vacaciones más frías y mis vacaciones más calientes



1


Casi todos los años vamos a Baqueira Beret porque es un sitio para esquiadores principiantes en el que no da la nota aunque no sepas esquiar bien, como es mi caso. A mí no me gusta la nieve, pero a mis hijas le encanta. Por eso vamos. 

La primera vez que fui me llamó la atención que haya tanto terreno para esquiar. Hay unos 156 kilómetros esquiables, 104 pistas en total y seis de ellas son sólo para novatos. Yo no suelo ir a las pistas de novatos. Voy a las de más expertos, pero os aseguro que hay gente poco experta con los esquíes esquiando también en estas pistas. Las pistas de novatos suelen estar llenas de viejos temerosos de romperse los huesos en una caída. No son nada divertidas. 

Baqueira se divide en tres sectores: Baqueira, Beret y Bonaigua. Pues bien, el primero mejor evitarlo si no queremos salir con dirección a un hospital. Es el más peligroso. Aún así, yo suelo meterme. Es donde están los yogurines esquiando. Boniagua y Beret son los recomendables para principiantes, pero tienen la desventaja de estar llenos de familias con críos pequeños. Es donde suelen quedar mis hijas. Les gusta esquiar con críos de su edad. Como te estarás imaginando, aquí se ofertan cursos para aprender a esquiar o perfeccionar la técnica. Nos son cursos nada baratos. Mis hijas suelen hacer cada vez que vamos algún curso porque eso de esquiar bien se te olvida cuando vives con una madre a la que le va el soy y la playa. Sabrían esquiar mejor si fueran con más frecuencia a las pistas. 

Lo que más me gusta de Baqueira Beret es lo bien que se come por allí. Este año han reformado el espacio que tienen para la gastronomía, con ricas parrilladas y cocina aranesa de toda la vida. No debes perderte la tienda con productos gourmet. Están genial para llevar regalos para la familia estos días de Navidad.




2


Estuve en el Melia Villaitana con mi chico y con las niñas y dos sobrinos que se sumaron a las pequeñas vacaciones y fue una estancia fantástica. Es un hotel ideal para ir con niños porque no se te aburren gracias a las animaciones que hay para los más pequeños de la casa. 

Nos dieron una habitación enorme con terraza y vistas al mar. Esa era la nuestra. La que compartían mis sobrinos era una habitación más sencilla y también más barata. La nuestra era de cine. En el cuarto de baño pudimos disfrutar de una bañera casi tan grande como una piscina. Mis hijas nadaban dentro. 

Contratamos media pensión. Nos entraban las cenas que servían en el restaurante buffet Los Naranjos. Del buffet destacaría la variedad de quesos, fiambres y ensaladas. Cada día tenías unas ensaladas distintas a las del día anterior. Les echan mucha imaginación a las comidas para que comas como en una dieta de engorde. Menos mal que te ponen mucha verdura en ensaladas sino acabarías gorda como una elefanta. Me llamó la atención que hasta las patatas asadas cada día estaban cortadas y cocinadas de una manera distinta. La cocina era muy imaginativa. La calidad de la comida es buena, aunque quizá las carnes cocinadas no estaban muy jugosas o al menos no tanto como le gustan a mi chico. Siempre le pedía al chef que le cocinara alguna carne a la plancha más jugosa. El chef lo tienes siempre a tu disposición. 

Os recomiendo este restaurante de Benidorm. Tienen una piscina climatizada en el exterior que te permite nadar incluso en el mes de diciembre, un mes que en Benidorm siempre es bastante cálido. No debes perderte tampoco el Yhi Spa, un circuito de aguas relajantes que no sale nada caro. Este hotel es muy completo para unas vacaciones en familia con niños. Tiene piscinas para elegir la que más te guste, una playa artificial, parque para que los niños jueguen e incluso una iglesia con su campana sonando todas las horas.




3


El Bed & Breakfast Triana, Sevilla es un hotel que está en el centro de Sevilla y no es muy caro. Yo me alojé un par de días que estaba en la capital andaluza por motivos de trabajo. Encontré en este hotel lo que buscaba: un alojamiento cómodo en el centro, muy a mano de la oficina a la que iba a hacer negocios con unos clientes. 

Más que un hotel es una casa familiar que alquila habitaciones decoradas con sencillez, pero en las que encuentras todas las comodidades. Mi habitación estaba decorada con un estilo muy Ikea y juvenil. Tenía dos camas. Probé las dos durmiendo cada día en una y me resultaron muy cómodas. 

Todo estaba muy limpio, tanto mi habitación como las estancias comunes de la casa. Tienen todo bien pintado, nuevecito y te hacen sentir como en tu casa gracias a su trato cercano y profesional. Me gustó el cuarto de baño. No era lujoso, pero tenía los sanitarios nuevos. Me recordó su decoración en tonos azules a los de algunos hoteles que se decantan por cuarto de baño de estilo algo masculino. Lo que no me gustaron mucho fueron las toallas azules. Estoy acostumbrada a usar toallas blancas. Parece que las toallas azules me daban sensación de poca limpieza. Usé dos que llevaba yo. Soy bastante maniática con las toallas y con todo lo que es cosas de aseo. Suelo llevarlas en mi equipaje. Por eso siempre llevo dos maletas grandes para mí sola. 

Os recomiendo muy mucho el Bed & Breakfast Triana, Sevilla, por su buena relación calidad precio. Lo tienen todo limpio como los chorros del oro. Otra ventaja, como os dije, es el precio. Me cobraron 50 euros por día con el desayuno incluido, un desayuno mejor en cantidad y en variedad que el desayuno que sirven en algunos hoteles. volvería a alojarme en esta casa-hotel sin pensarlo dos veces.




4


El Torre Azul, El Arenal, en Mallorca es un hotel muy de sol y playa, perfecto para pasar unas animadas vacaciones en pareja. Es un hotel que no admite niños, es sólo para adultos. 

A nosotros nos dieron una habitación amplia, luminosa, decorada en tonos pastel y con una terraza bastante grande. Pasé horas en la terraza. Era el sitio más tranquilo para leer. La cama era inmensa, pero algo dura. El cuarto de baño estaba igual de bien que la habitación: sanitarios modernos, ducha con mampara y toallas limpias en abundancia. El secador de pelo funcionaba bien. Los geles y champús eran más que suficientes. 

Me encantó este hotel que está en una zona de marcha de la isla. Por la mañana todos van a la playa, a los chiringuitos y de compras por las tiendas de recuerdos. Por la noche tocan restaurantes y discotecas. No te aburres. Lo malo son los precios. Te cobran como si fueras una alemana millonaria. 

Sólo estuvimos dos días. De estar más días tendríamos que acabar pintando a los transeúntes como los pintores que había en la calle. Se ganaban muy bien la vida. Había un señor que hacía unas pulseritas con las iniciales de los clientes que se forraba. 

Os recomiendo este hotel, sobre todo su spa. Te dejan nueva en sus piscinas y con sus tratamientos de belleza. la sauna también estaba muy bien. Era más grande de lo que yo esperaba. 

En el hotel hay comida tipo buffet durante todo el día. Lo tienen todo muy bien colocado. Por ejemplo, si quieres verduras, vas a la sección de verduras y te pones verde. No tienes problemas si eres vegetariana. Yo no lo soy, pero esos días estaba haciendo una de mis dietas de verduras. 

La decoración del hotel es muy inglesa. Aún así, se ve un hotel bastante moderno. Es un hotel del año 1968 que ha sido reformado hace poco tiempo. 

Lo que no os recomiendo es alquilarles un coche. Te lo cobran caro. La desventaja de este hotel son sus precios elevados y los suplementos que te cobran hasta por la conexión wi fi.


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Tuesday, December 20, 2016

Mis vacaciones en Guadalajara



El Mesón Las Cumbres, Guadalajara, me defraudó por el tamaño reducido de su comedor. Me sentí como una sardina enlatada. Sólo me quedé a comer porque íbamos con unos amigos y no era cuestión dejarlos plantados. Si llego a ir sola o con mi pareja y mis hijas, servidora se iba para otro restaurante más espacioso. 

No es un restaurante que te llame la atención, más bien todo lo contrario. En su entrada hay un par de escalones que le sobran y unos barriles donde se apelotonan los fumadores para darle rienda suelta a su vicio. Entras y llegas al minúsculo comedor yendo por un pasillo que también te lleva a los servicios. Es mejor no entrar en los servicios: no están nada limpios. 

La comida no es gran cosa para los 20 euros que nos cobraron por cabeza. El menú por la semana está a 9 euros, pero los sábados y domingos te cobran más del doble por la misma comida. Mi amiga pidió unas alcachofas que resultaron ser de bote. Yo tuve más suerte con los calamares: estaban ricos, pero los comí mejores. Mi marido empezó con una tortilla francesa de tamaño tapa y acabó con un revuelto de morcilla que consiguió revolverme el estómago con su olor horrible. Yo me animé con la oreja de cerdo a la plancha y ahí quedó la comida. No pude comer nada más porque estaba superincómoda entre mi mesa y la silla del vecino que se metía en mi espalda. Un desastre. 

No os aconsejo ir al Mesón Las Cumbres, Guadalajara. Hay restaurantes mucho mejores en Guadalajara y más baratos. En este restaurante son tan cutres que te cobran hasta los cafés. No pienso volver. La única ventaja que le encontré fue la rapidez de los camareros. Te servían rápido y te cobraban pronto. 

La decoración del local es muy pobre. No me gustaron nada unos trofeos de caza que había en las paredes. Yo soy pacifista. No me va la violencia con nadie, ni siquiera con los animales.


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Tuesday, December 13, 2016

Mis vacaciones en La Coruña



Un local de tapas que conoce todo el mundo en La Coruña es La Bombilla. Se trata de un bar pequeñito que está cerca de la Calle Real. En su barra tiene siempre una fuente enorme de pinchos entre los que destaca la tapa de tortilla. Es una tortilla blandita, esponjosa, con el huevo sin cuajar... A mí no me gusta este tipo de tortilla salvo en La Bombilla. 

Lo mejor de la tortilla de La Bombilla es que está recién hecha, cosa que no puedes decir de la tortilla que sirven en otros locales de tapas de La Coruña y de otras ciudades. En La Bombilla, como dice mi chico, la tortilla huele a sartén. Es lo que pide todo el mundo. Tienen otras tapas, pero la gente se queda con los pinchos de la sabrosa tortilla. 

Es una pena que este bar no sea más grande. Es pequeño. Sólo tiene unas tres o cuatro mesas y una barra sin mucho espacio para saborear sus ricos pinchos de tortilla. Afortunadamente, la gente se toma los pinchos y marcha. Siempre encuentras un hueco en la barra. 

Yo iba mucho a La Bombilla cuando estaba soltera. Iba con mis amigas. Ahora, con las niñas no suelo ir porque no me parece un bar para llevar a las crías. la gente, además de tomar la tortilla, bebe vinos, y no me gusta tener a las niñas en medio de personas que le dan a la botella. 

En todo caso, os recomiendo La bombilla. Está muy bien para ir de tapas con tu pareja o con unos amigos. Como os decía, yo fui una clienta fiel de La Bombilla en mi etapa de soltera sin compromiso. Iba de compras por la Calle Real y acababa tomando unas tapas en La Bombilla. 

La bombilla está siempre igual. hace unas semanas volví y todo era idéntico a hace más de diez años. Tal vez en no cambiar esté su éxito.


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Thursday, December 08, 2016

Una Miss Culta comiendo chocolate en Alicante



Todos los adictos al chocolate deberían visitar La casita de Chocolate de Alicante, una tienda que está en un pueblecito de Alicante que se llama San Juan. Yo fui con mis hijas y disfrutamos mucho esta tienda muy dulce, como decía mi niña mayor. 

Es una tienda llena de chucherías nada sanas, pero que les encantan a los niños. Yo, que soy como una niña, acabé comprando muchas más golosinas de las que me pedían mis hijas. 

El local no es grande, pero le han sacado mucho partido con una buena colocación de sus productos. Enseguida encuentras lo que buscas y también encuentras rápido mil golosinas que te enganchan por su novedad. había muchas chuches que mis hijas ni conocían. 

Las empleadas son muy profesionales. Tienen una mano excelente para tratar con los más pequeños de la casa. A mis niñas se las metieron en el bolsillo. Ahora me dicen siempre que hay que volver a la Casita de Chocolate. Yo intento explicarles que no nos queda a mano. La encontramos porque estábamos por allí de vacaciones. 

Os la recomiendo. La casita de Chocolate de Alicante tiene un gran surtido en todo tipo de golosinas, especialmente en chocolates de los que les gustan a los niños. Yo les compré muchas chocolatinas, monedas de chocolate y ese tipo de cosas que hacen las delicias de mis hijas y de mis sobrinos pequeños. 

Esta tienda tiene mucho éxito porque está en una calle céntrica del pueblo. Enseguida la encuentras. Por eso le sobran clientes. Creo que llevan muchos años abiertos a juzgar por lo antiguo que ves el local. Pero lo tienen bien pintadito, ordenadito y muy limpio. Te sientes cómoda en este pequeño local lleno de chocolates y chucherías. Yo no descarto volver si el próximo año vamos por Alicante y alrededores. 

No tienen horario continuo. Abren en horario de mañana y de tarde tanto de lunes a viernes como sábados y domingos. Con un horario continuo hubieran ganado más dinero.


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