París, la ciudad de la luz, es un tesoro arquitectónico que combina historia, arte y cultura en cada rincón. No es mi ciudad favorita, pero reconozco que tiene su encanto, sobre todo para mi marido. Mi santo siempre dice que París es su ciudad del amor.
También es la ciudad de la cultura. Esta Semana Santa pasada nos fuimos con las niñas para hacer un recorrido rápido por sus mejores monumentos. Fueron unas vacaciones en coche con paradas tan señaladas como la que hicimos en París.
Con sus calles románticas y su aire bohemio, alberga París algunos de los monumentos más emblemáticos del mundo. Si bien la lista de lugares impresionantes es extensa, nosotros elegimos en votación familiar cinco de los más destacados para visitar en nuestras vacaciones culturales en París:
1. La Torre Eiffel
Es el símbolo indiscutible de París y una de las estructuras más reconocidas a nivel mundial. Diseñada por Gustave Eiffel y terminada en 1889, esta imponente torre de hierro ofrece vistas panorámicas de la ciudad y un espectáculo nocturno con luces que la convierten en un destino obligatorio para cualquier visitante. Mis hijas quisieron subir hasta lo más alto. Les dimos el gusto para ver sus caritas de felicidad en lo alto de la torre. Pero el gusto nos costó una pasta. Cada día más cobran por subir a las alturas de la torre de hierro más famosa del mundo mundial.
2. La Catedral de Notre Dame
Una joya del estilo gótico que data del siglo XII, Notre Dame es famosa por sus impresionantes vitrales, sus gárgolas y su majestuosa arquitectura. Aunque sufrió daños tras el incendio de 2019, sigue siendo un emblema de París y un testimonio de su rica historia tras ser reconstruida. Como decía mi santo, los arquitectos y los albañiles hicieron un buen trabajo dejándola tal cual estaba antes de los destrozos de las llamas.
3. El Arco de Triunfo
Construido por orden de Napoleón en el siglo XIX, este monumento conmemora las victorias del ejército francés y es uno de los lugares más icónicos de la ciudad. Ubicado en la Place de l'Étoile, marca el inicio de los Campos Elíseos y es un sitio lleno de simbolismo y belleza. Fue donde hicimos la foto familiar más bonita.
4. La Basílica del Sagrado Corazón (Sacré-Cœur)
Ubicada en la colina de Montmartre, esta iglesia blanca de estilo romano-bizantino se erige como un santuario de paz en la bulliciosa ciudad. Desde su mirador, los visitantes pueden disfrutar de una de las mejores vistas de París, mientras exploran el barrio bohemio que la rodea. Nosotros pasamos horas recorriendo las calles del barrio. Yo hubiera pasado de entrar en la iglesia, pero mi niña mayor se empeñó en que quería ver el interior. Me está saliendo a mi suegra: ve una iglesia y se mete dentro.
5. El Palacio de Versalles
Aunque se encuentra a las afueras de París, merece un lugar en esta lista por su importancia histórica y su espectacular belleza. Antiguamente residencia de la monarquía francesa, Versalles deslumbra con sus lujosos salones, sus jardines interminables y la famosa Sala de los Espejos. Ver de nuevo este maravilloso palacio fue lo mejor de nuestras brevísimas vacaciones en París. Casi me sentí María Antonieta.
Os recomiendo, pues, unas vacaciones culturales en París. La capital de Francia sigue siendo uno de los principales destinos de vacaciones del mundo mundial. Cada uno de sus monumentos refleja un fragmento del alma parisina, desde su elegancia hasta su historia apasionante. Ya sea admirando la Torre Eiffel iluminada o recorriendo los preciosos jardines de Versalles, París nunca deja de sorprender. Por eso volvemos una y otra vez.
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