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Wednesday, February 21, 2007

"Apocalypto" pirata



Ena consiguió una copia pirata de "Apocalypto", y se la proyectamos a los niños en el salón de actos.

Doña Manolita es muy generosa a la hora de prestar el salón de actos para actos culturales, pero cuando la violencia fue incrementándose en la pantalla, temí que cortara la película.

Pablito atendía más las murmuraciones de la directora del instituto Mirasierra que las desventuras de Jaguar Paw. Diríase que el joven huido le importaba un comino. ¿Qué estaba diciendo doña Manolita por lo bajini? Nuestros alumnos más revoltosos eran todo oídos de las palabras susurradas por los labios carnosos de la directora.

No pude aguantar mi curiosidad. Me levanté y me acerqué a doña Manolita. "Una gran civilización no es conquistada desde fuera hasta que se destruye desde dentro", decía una y otra vez. Doña Manolita estaba memorizando la frase estrella de la película de Mel Gibson, y nuestros alumnos contemplaban el proceso de memorización. No podía reñirles. Aprender a memorizar les vendrá bien para los exámenes.

En la otra esquina de la sala, Ena discutía con mi chico. Conociendo a Ena, allí me fui rauda y veloz. La profe chachi es una mujer de carácter; me extrañó que mi Carlos se atreviera a discutir con ella.

-Es una copia pirata. Si lo hubiera sabido, no os prestaba el proyector de cine de mi abuelo.
-Amor, en Mirasierra somos pobres. Tenemos que piratear.
-¡Sopia! Hablas como esta mujer.
-Cállate, chico. Estás distrayendo a nuestros alumnos -dijo Ena.

Los alumnos ya estaban distraidos y entretenidos. Pablito, al lado de la gran pantalla, señalaba con una escoba a los actores de "Apocalypto". Con voz de barítono niño se imponía a los alaridos de los mayas.

-¿Veis como se comen entre ellos? En 1.519, cuando llegamos los españoles, seguían devorándose. Hacía doscientos años que perdieran su hegemonía. Entonces, eran los aztecas el pueblo dominante.

Carlos me mira con cara de perplejidad. "¿Es superdotado?", pregunta. "No, cariño; es superpesado". Carlos piensa en Pablito buscando una razón al comportamiento exhibicionista del conocimientos aztecas: no conocían la rueda, tenían un sistema contable sin moneda, cultivaban las tierras con sus lanzas porque también el arado era un artilugio desconocido para ellos,...

-Hernán Cortés quedó maravillado con la cultura azteca, ¿lo sabía, señor? -le preguntó a mi chico.

Carlos calla. Él es consultor y no opina. Mis niños le gritan ¡suspenso! Ena se ríe a carcajadas. Doña Manolita le pregunta a gritos si sabe o no sabe quién era Hernán Cortés. Mi chico está rojo amarillo. Me asusto. Su pulso va a mil por hora. Pongo la mano en su corazón para calmarlo.

-¡Eh, profe Sophia! No le meta mano al técnico de sonido.

Ahora soy yo la que se sonroja.

-Joven, a hacer cochinadas a su casa.

-Sí, doña Manolita, allí vamos.

Cuando salimos nos despiden con aplausos. En la película pirateada, los mayas también aplauden: han achicharrado a otro de los suyos para ofrecérselo a los dioses. Pienso que mi ofrenda es más civilizada. Mejor ofrecer amor carnal al Supremo.

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2 comments:

Jose Luis Castro said...

He encontrado esto por casualidad. Soy lector de Diario de una miss intelijente y el sitón está muy alto. con tu permiso voy a cotillear los post.

Obvaiemtne no tiene mucho que ver si no sfijamos a conetnido mientras que si habalmos de diseño...

En fin, felicidades y a seguir escribiendo.

Anita said...

aun no he visot la película de mel gibson, pero creo que las críticas no son nada buenas, se pas un huevo con la sangre, como pasó con la pasión de cristo, una pasada... se pasa demasiado... pero beuno la verñe por lo menos para sber lo que critico claro.

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