Unas vacaciones blancas son lo más interesante que hay para Navidad. Nosotros estuvimos estos días en el Chalet Bassibé en Baqueira-Beret, Lleida, un hotelito rural que encuentras subiendo por la carretera de Baqueira. Está cerquita del telesilla Esquirós.
Es una casona un tanto extraña en su arquitectura. Decía mi marido que se trataba de una casa de arquitectura aranesa del Bassibé. Su interior me gustó más que el exterior. Tiene todas las habitaciones con vistas a la montaña. Respiras aire puro aunque no quieras.
Fue lo que hice yo: respirar puro aire de montaña y nadar en la piscina climatizada del exterior. El esquí se lo dejé a mi santo y a las niñas. Mi marido no entiende que me guste ir a la montaña en invierno cuando me paso el tiempo metida en las piscinas y paseando por los alrededores del hotel. Yo no entiendo que se atreva a practicar un deporte que no acaba de dominar por mucho que practique.
Cogimos dos habitaciones de la planta superior, las dos abuhardilladas y amplias. No tuvimos problemas de espacio. Cabía todo nuestro equipaje. En la planta baja estaba el comedor. Al lado había una salita que invitaba a conversar después de la comida copiosa o de la cena suculenta. Muchos esquiadores frecuentaban la salita tras sus duras jornadas esquiando.
Mi marido no madrugaba mucho para ir a esquiar. Subía a la furgoneta que llevaba a los esquiadores a las pistas en el último viaje, es decir, a las once de la mañana. La furgoneta empezaba a trasportar a los esquiadores alojados en el Chalet Bassibé a las nueve.
Lo que más me gustó de este alojamiento rural en Baqueira-Beret fue el calorcito. Daba gusto arrimarse a la chimenea en una estancia cubierta con madera. Mucha madera hay en este alojamiento catalán. Decía mi hija pequeña que era una casa que olía a madera. En todo caso, es madera perfectamente conservada. Lo tienen todo bien cuidado.
Os lo recomiendo. Puedes ir andando hasta las pistas de esquí alpino y esquí de fondo en el Pla de Beret. Nosotros seguimos andando y llegamos hasta el nacimiento de los ríos Garona y Nogera Pallaresa. Fue divertido ver las caras asombradas de las niñas. Una clase de geografía in situ es más emocionante que una clase de geografía en el colegio.
Mi marido se quedó con ganas de acercarnos en coche hasta Valencia d´Aneu. Está a unos 16 kilómetros. Tiene unos barrancos muy peligrosos. Le dije que no iba ni borracha de vino. Los barrancos siempre me dieron miedo. Prefiero ver una Naturaleza más amable para el ser humano.
Es una casona un tanto extraña en su arquitectura. Decía mi marido que se trataba de una casa de arquitectura aranesa del Bassibé. Su interior me gustó más que el exterior. Tiene todas las habitaciones con vistas a la montaña. Respiras aire puro aunque no quieras.
Fue lo que hice yo: respirar puro aire de montaña y nadar en la piscina climatizada del exterior. El esquí se lo dejé a mi santo y a las niñas. Mi marido no entiende que me guste ir a la montaña en invierno cuando me paso el tiempo metida en las piscinas y paseando por los alrededores del hotel. Yo no entiendo que se atreva a practicar un deporte que no acaba de dominar por mucho que practique.
Cogimos dos habitaciones de la planta superior, las dos abuhardilladas y amplias. No tuvimos problemas de espacio. Cabía todo nuestro equipaje. En la planta baja estaba el comedor. Al lado había una salita que invitaba a conversar después de la comida copiosa o de la cena suculenta. Muchos esquiadores frecuentaban la salita tras sus duras jornadas esquiando.
Mi marido no madrugaba mucho para ir a esquiar. Subía a la furgoneta que llevaba a los esquiadores a las pistas en el último viaje, es decir, a las once de la mañana. La furgoneta empezaba a trasportar a los esquiadores alojados en el Chalet Bassibé a las nueve.
Lo que más me gustó de este alojamiento rural en Baqueira-Beret fue el calorcito. Daba gusto arrimarse a la chimenea en una estancia cubierta con madera. Mucha madera hay en este alojamiento catalán. Decía mi hija pequeña que era una casa que olía a madera. En todo caso, es madera perfectamente conservada. Lo tienen todo bien cuidado.
Os lo recomiendo. Puedes ir andando hasta las pistas de esquí alpino y esquí de fondo en el Pla de Beret. Nosotros seguimos andando y llegamos hasta el nacimiento de los ríos Garona y Nogera Pallaresa. Fue divertido ver las caras asombradas de las niñas. Una clase de geografía in situ es más emocionante que una clase de geografía en el colegio.
Mi marido se quedó con ganas de acercarnos en coche hasta Valencia d´Aneu. Está a unos 16 kilómetros. Tiene unos barrancos muy peligrosos. Le dije que no iba ni borracha de vino. Los barrancos siempre me dieron miedo. Prefiero ver una Naturaleza más amable para el ser humano.
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El cazador de estilemas de Álex Grijelmo es una novela que nos da ideas para cazar a esos delincuentes acosadores en las Redes Sociales. Sólo hay que tirar del hilo de los estilemas, es decir, de las muletillas, frases hechas propias de la persona que escribe, uso de mayúsculas, minúsculas, puntuación, etc, etc, etc. Son estilemas que todos dejamos en los textos que escribimos. tiendacoruna.blogspot.com |
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