En los Juegos Olímpicos de París 2024 reinan las altísimas temperaturas. Por eso se ha convertido en un gran aliado para mí y para mi familia el abanico, un artilugio que te quita los calores de encima sin gastar nada de electricidad.
Mi marido no quería traer abanicos. Decía que era cosa de viejas. Ahora acepta el abanico que le tiendo cuando vamos por París paseando de la mano. No se aguanta el calor.
No somos los únicos que vamos abanicándonos por la Ciudad del Rey Sol. La moda del abanico se mantiene en el tiempo y promete seguir en boga los próximos años. Yo, la famosa Miss Culta, soy una gran defensora de los abanicos. Por eso voy a explicaros un poquito más sobre estos artilugios que tenemos todas las mujeres en nuestra España y también tienen y usan algunos hombres elegantes. Los hombres menos dandys solo se abanican cuando su esposa les da abanico para que se quiten las calores de encima y dejen de sudar como lechones asándose en el horno que más calienta.
Yo usé abanico toda mi vida. El abanico tiene una historia rica y diversa. Aunque su origen exacto es difícil de precisar, se sabe que los primeros abanicos plegables llegaron a Europa desde Asia, posiblemente a través de las Cruzadas o por misioneros jesuitas en el siglo XV. En España, estos abanicos se popularizaron rápidamente, especialmente en Andalucía debido al clima cálido. Los primeros maestros abaniqueros españoles surgieron en el siglo XVII, y el abanico se convirtió en un símbolo de estatus y elegancia.
A lo largo de la historia, varias reinas de España han sido conocidas por su uso frecuente de abanicos en sus apariciones públicas. Algunas de las más destacadas reinas que usaron bonitos abanicos fueron:
- Isabel II (1833-1868): Durante su reinado, el abanico se convirtió en un accesorio esencial de la moda femenina.
- María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (Regente de 1833 a 1840): Su regencia también vio un auge en el uso de abanicos, especialmente en la corte.
- María Cristina de Habsburgo-Lorena (Regente de 1885 a 1902): Durante su regencia, los abanicos siguieron siendo un símbolo de elegancia y estatus.
Estos abanicos no solo eran herramientas para refrescarse, sino también piezas de arte y símbolos de comunicación social. Hoy en día, la comunicación con el abanico ha quedado relegada. Los abanicos simplemente se usan para darnos aire fresco. Y ni siquiera los ventiladores de cuello que encontramos a vender cada vez en más tiendas han quitado ventas a los abanicos. No estamos para gastar en energía. Es mejor tener en la mano un artilugio que permite refrescarse sin gastar electricidad.
Yo soy una gran fan de los abanicos. Los compro hasta a los vendedores callejeros cuando se me olvida mi abanico en casa.
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Tienen unos abanicos con mensaje muy chulos.
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A mi abuela le gustan mucho los abanicos con tela de mantón de Manila. Los colecciona. Me dijo que tiene unos mil. Yo todavía no he valorado su colección de abanicos, pero lo haré. Habrá que tenerla en cuenta de cara a la herencia que nos deje en el futuro.
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En los Juegos Olímpicos de París 2024 se están viendo bastantes ventiladores de cuello entre los más jóvenes. La gente no quiere hacer ejercicio de mano con el abanico cuando es jovencita.
Besitos de Miss Culta
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