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Praliné es una bombonería que vende buenos dulces. Se han trasladado de la calle Francisco Mariño en La Coruña a la calle del Orzán en la misma ciudad. Buscaban un local más amplio. Praliné ha apostado por la modernización para tener contentos a sus clientes. Todavía están empezando en su nueva tienda, pero el nuevo local promete.
Al obrador normal han añadido un obrador para celíacos. Así garantizan panes y pasteles aptos para personas intolerantes al gluten sin contaminación. Seguro que le sobran clientes para el pan sin gluten. Cuando lo compras en el supermercado o en otra panadería siempre temes que vaya algo de gluten porque lo cocinan en el mismo horno. Los responsables de Praliné han estado muy acertados al meter en su cocina un horno específico para elaborar pan y bollería sin nada de gluten.
Praliné es una panadería especializada en desayunos a domicilio, mesas dulces, cestas de maternidad. Es, como dice mi suegra, la casa del dulce. Yo quedé encantada con una de sus mesas dulces en el cumpleaños de una amiga de mis hijas. Nos pusimos hasta las cejas todos los invitados de delicias salidas de las manos de los mejores maestros pasteleros de la ciudad de La Coruña. En su nuevo local van a tener un obrador a la vista para que los clientes podamos ver trabajar a los pasteleros. Será un local muy moderno.
Os recomiendo Praliné, una bombonería que abre su nuevo local en la calle del Orzán. Me comentaron que van a tener una terracita fuera y algunas mesas en el interior. Los nuevos tiempos mandan. Una pastelería con bar está muy de moda en un ciudad donde nos gusta estar más fuera que dentro de casa.
Praliné se ha hecho famosa por sus bombones artesanos y por sus deliciosas galletas. Unos bombones de Praliné te hacen quedar mejor, cuando los regalas, que una caja de bombones de supermercado, por famosa que sea su marca. Bica de manzana, bizcocho de limón, magdalenas y galletas de mantequilla son las cuatro especialidades que preparan para celíacos.
Al obrador normal han añadido un obrador para celíacos. Así garantizan panes y pasteles aptos para personas intolerantes al gluten sin contaminación. Seguro que le sobran clientes para el pan sin gluten. Cuando lo compras en el supermercado o en otra panadería siempre temes que vaya algo de gluten porque lo cocinan en el mismo horno. Los responsables de Praliné han estado muy acertados al meter en su cocina un horno específico para elaborar pan y bollería sin nada de gluten.
Praliné es una panadería especializada en desayunos a domicilio, mesas dulces, cestas de maternidad. Es, como dice mi suegra, la casa del dulce. Yo quedé encantada con una de sus mesas dulces en el cumpleaños de una amiga de mis hijas. Nos pusimos hasta las cejas todos los invitados de delicias salidas de las manos de los mejores maestros pasteleros de la ciudad de La Coruña. En su nuevo local van a tener un obrador a la vista para que los clientes podamos ver trabajar a los pasteleros. Será un local muy moderno.
Os recomiendo Praliné, una bombonería que abre su nuevo local en la calle del Orzán. Me comentaron que van a tener una terracita fuera y algunas mesas en el interior. Los nuevos tiempos mandan. Una pastelería con bar está muy de moda en un ciudad donde nos gusta estar más fuera que dentro de casa.
Praliné se ha hecho famosa por sus bombones artesanos y por sus deliciosas galletas. Unos bombones de Praliné te hacen quedar mejor, cuando los regalas, que una caja de bombones de supermercado, por famosa que sea su marca. Bica de manzana, bizcocho de limón, magdalenas y galletas de mantequilla son las cuatro especialidades que preparan para celíacos.
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La esquina de Valentina está en la esquina de la calle Torreiro, en La Coruña. Es un fast food de calidad con panes a medida de sabores deliciosos. El bocadillo de caldeirada de ralla con pan de pimentón, bocadillo de corbina o jurel con pan de algas y agua de mar o pan bao de guiso de cordero con boniato son algunas de las innovadoras propuestas de este nuevo local que apuesta por comer sin mantel y sin cubiertos. Todo lo que tienen se puede comer con las manos.
Yo probé el jurel con pan de algas y me encantó. Al pan le ponen sal yodada. De ahí su sabor marino. Eso sí, no lleva agua de mar como pensaba mi marido. Los nombres los ponen rebuscados para que les queden bonitos en la carta y así vender más.
Sus bocadillos no son para pobres. Un bocadillo y una copa de vino te cuestan 15 euros. Por treinta euros comimos mi marido y yo. Eso sí, salí casi con más hambre que cuando entré. Se nota que vas a un local donde priman tanto la calidad que se olvidan de la cantidad. También pudo ser que me abriera el apetito ver a los cocineros trabajando. La cocina a la vista mete más hambre que quita lo que en ella se prepara.
El local acaba de abrir. Tomen nota: está en la esquina de la calle Torreiro con la calle Galera. Es una ubicación muy céntrica en una zona de tapas. Me gusta el local. Está muy limpito. Los taburetes altos son cómodos para una persona a la que le guste sentarse en la barra. Fuera hay unas cuanta mesas. Es una pena que estén siempre ocupadas.
Destacaría también la decoración del local, un trabajo que hicieron dos jóvenes decoradores de la Escuela de Arte Pablo Picasso de La Coruña. Esperemos que el negocio les funcione. Han invertido mucho dinero en abrir un local acorde a los nuevos tiempos.
Yo probé el jurel con pan de algas y me encantó. Al pan le ponen sal yodada. De ahí su sabor marino. Eso sí, no lleva agua de mar como pensaba mi marido. Los nombres los ponen rebuscados para que les queden bonitos en la carta y así vender más.
Sus bocadillos no son para pobres. Un bocadillo y una copa de vino te cuestan 15 euros. Por treinta euros comimos mi marido y yo. Eso sí, salí casi con más hambre que cuando entré. Se nota que vas a un local donde priman tanto la calidad que se olvidan de la cantidad. También pudo ser que me abriera el apetito ver a los cocineros trabajando. La cocina a la vista mete más hambre que quita lo que en ella se prepara.
El local acaba de abrir. Tomen nota: está en la esquina de la calle Torreiro con la calle Galera. Es una ubicación muy céntrica en una zona de tapas. Me gusta el local. Está muy limpito. Los taburetes altos son cómodos para una persona a la que le guste sentarse en la barra. Fuera hay unas cuanta mesas. Es una pena que estén siempre ocupadas.
Destacaría también la decoración del local, un trabajo que hicieron dos jóvenes decoradores de la Escuela de Arte Pablo Picasso de La Coruña. Esperemos que el negocio les funcione. Han invertido mucho dinero en abrir un local acorde a los nuevos tiempos.
3
El Pazo do Río en Montrove, Oleiros, La Coruña, es una casa rural amplia en la que te encuentras muy acompañada. Suele estar bastante concurrida. Los que no van a su alojamiento van a su restaurante. Nosotros estuvimos hace unos días con mi suegra.
Cogimos un apartamento. Hay veinte, uno de ellos es para discapacitados. No son apartamentos lujosos. Están pensados para familias que buscan un alojamiento cómodo cerca de buenos restaurantes y mejores playas. Estos días el tiempo acompañó. Pudimos bajar a la playa todos los días. Yo ni me lo creía. Mis hijas poco fueron a la piscina del complejo hotelero. Donde hay una playa que se quiten las piscinas.
El restaurante del Pazo do Río está muy bien. Pude ver que han renovado su carta. Yo me animé con los arroces y los pescados. Es lo que mejor sienta a mi delicado estómago. Coincidimos con varias bodas en el restaurante. La gente se apura para casarse. Se teme que cierren todo en Coruña por los rebrotes del covid-19. En el Pazo do Río las medidas sanitarias se han extremado. Ves todo mucho más limpio. También ves geles hidroalcohólicos por todas partes. En el cuarto de baño de nuestro apartamento nos dejaron dos.
Os recomiendo El Pazo do Río en Montrove para pasar estos días de pleno verano. Tiene unos jardines bien cuidados. La piscina está siempre limpia como los chorros del oro. Yo prefiero los apartamentos. Las habitaciones tienen una decoración más de piso humilde. En los bungalows la decoración está más cuidada. Destacaría también lo bien que va la conexión wi fi gratuita.
Nosotros seguro que volvemos para el año. Mi marido volverá antes. Me dijo que la paella del Pazo do Río está mejor que la que le prepara su madre. Yo opino lo mismo. Toda la comida del restaurante está deliciosa, pero los arroces los bordan.
Cogimos un apartamento. Hay veinte, uno de ellos es para discapacitados. No son apartamentos lujosos. Están pensados para familias que buscan un alojamiento cómodo cerca de buenos restaurantes y mejores playas. Estos días el tiempo acompañó. Pudimos bajar a la playa todos los días. Yo ni me lo creía. Mis hijas poco fueron a la piscina del complejo hotelero. Donde hay una playa que se quiten las piscinas.
El restaurante del Pazo do Río está muy bien. Pude ver que han renovado su carta. Yo me animé con los arroces y los pescados. Es lo que mejor sienta a mi delicado estómago. Coincidimos con varias bodas en el restaurante. La gente se apura para casarse. Se teme que cierren todo en Coruña por los rebrotes del covid-19. En el Pazo do Río las medidas sanitarias se han extremado. Ves todo mucho más limpio. También ves geles hidroalcohólicos por todas partes. En el cuarto de baño de nuestro apartamento nos dejaron dos.
Os recomiendo El Pazo do Río en Montrove para pasar estos días de pleno verano. Tiene unos jardines bien cuidados. La piscina está siempre limpia como los chorros del oro. Yo prefiero los apartamentos. Las habitaciones tienen una decoración más de piso humilde. En los bungalows la decoración está más cuidada. Destacaría también lo bien que va la conexión wi fi gratuita.
Nosotros seguro que volvemos para el año. Mi marido volverá antes. Me dijo que la paella del Pazo do Río está mejor que la que le prepara su madre. Yo opino lo mismo. Toda la comida del restaurante está deliciosa, pero los arroces los bordan.
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