Arcs de Monells en Monells, Girona, es un establecimiento hotelero ubicado en lo que en su día fue el hospital más famoso del Empordà. Puede parecerte pequeño para haber sido un hospital. No hacía falta que fuera muy grande. Corría el año 1350. Una masía de piedra y arcos ojivales era suficiente. La población de entonces era mucho menor.
Supe que había sido un hospital estando allí. De haberlo sabido antes, no creo que fuera. Soy muy maniática para esas cosas. Los hospitales no me hacen mucha gracia. Son lugares de sufrimiento. Pero han pasado muchos años. Al edificio inicial se le sumó la masía más otros arreglos que hicieron por allí para lanzar el negocio de la hostelería rural.
Nosotros cogimos una suite. Estuvimos tranquilísimos. No oías ningún ruido. En parte se debía a que la restauración y las zonas comunes están aparte de lo que es la zona de las suites y habitaciones. Mi marido decía que Arcs de Monells le recordaba a los Relais&Châteaux franceses. No le faltaba razón. Es una suma de descanso silencioso y buen yantar. Si a esto le sumas los bonitos paisajes del Empordà, tienes la sensación de estar en el paraíso terrenal.
Apenas salimos por los alrededores. Allí tenías todo lo que necesitabas: unas habitaciones decoradas con temas monográficos culturales, un buen restaurante, una maravillosa piscina, unos jardines cuidados...
Pensamos volver. A mí no me hace mucha gracia que hubiera hace varios siglos un hospital. Fue una pena que me lo comentara otra turista. De hecho, la inglesa que me lo dijo se había alojado en e Arcs De Monells porque le da morbo dormir en una habitación que en su día era habitación de hospital. No se puede hablar de habitaciones de hospital en este caso. El edificio inicial ha sido remodelado totalmente. Los pacientes del siglo XIV no disfrutaron de tantas comodidades como nos ofrece esta casa rural del Empordà. La condesa de Epúries, quien ordenó su construcción, sólo pensaba en salvar vidas con lo mínimo de lo mínimo.
Os recomiendo esta vieja masía remozada. Queda a 24 kilómetros de Girona. Está justo antes de entrar a Monells.
Supe que había sido un hospital estando allí. De haberlo sabido antes, no creo que fuera. Soy muy maniática para esas cosas. Los hospitales no me hacen mucha gracia. Son lugares de sufrimiento. Pero han pasado muchos años. Al edificio inicial se le sumó la masía más otros arreglos que hicieron por allí para lanzar el negocio de la hostelería rural.
Nosotros cogimos una suite. Estuvimos tranquilísimos. No oías ningún ruido. En parte se debía a que la restauración y las zonas comunes están aparte de lo que es la zona de las suites y habitaciones. Mi marido decía que Arcs de Monells le recordaba a los Relais&Châteaux franceses. No le faltaba razón. Es una suma de descanso silencioso y buen yantar. Si a esto le sumas los bonitos paisajes del Empordà, tienes la sensación de estar en el paraíso terrenal.
Apenas salimos por los alrededores. Allí tenías todo lo que necesitabas: unas habitaciones decoradas con temas monográficos culturales, un buen restaurante, una maravillosa piscina, unos jardines cuidados...
Pensamos volver. A mí no me hace mucha gracia que hubiera hace varios siglos un hospital. Fue una pena que me lo comentara otra turista. De hecho, la inglesa que me lo dijo se había alojado en e Arcs De Monells porque le da morbo dormir en una habitación que en su día era habitación de hospital. No se puede hablar de habitaciones de hospital en este caso. El edificio inicial ha sido remodelado totalmente. Los pacientes del siglo XIV no disfrutaron de tantas comodidades como nos ofrece esta casa rural del Empordà. La condesa de Epúries, quien ordenó su construcción, sólo pensaba en salvar vidas con lo mínimo de lo mínimo.
Os recomiendo esta vieja masía remozada. Queda a 24 kilómetros de Girona. Está justo antes de entrar a Monells.
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