El Hotel Spa Cap de Creus Costa Brava es un tres estrellas que merece una cuarta estrella. Tiene una ubicación excelente para unas vacaciones familiares de sol y playa. El hotel está situado frente al mar, en la bonita localidad de Port de la Selva, en la Costa Brava. Nosotros pasamos unos días de vacaciones inolvidables con nuestras hijas. Las niñas disfrutaron mucho la playa y la animación organizada por los responsables del hotel.
Nosotros también disfrutamos mucho las instalaciones del hotel. Tanto mi marido como yo pudimos teletrabajar en la habitación. El hotel ofrece WiFi gratuita. Cuando nos cansábamos de trabajar, nos metízimos en el spa con bañera de hidromasaje disponible por un suplemento. Mi marido quería pasar del spa. Es un tacaño. Yo abrí mi cartera, tiré de tarjeta propia y pagué el spa que tanto necesitaba para relajarme.
Las habitaciones están muy bien. Las nuestras tenían una decoración en tonos claros que las hacía todavía más luminosas. Todas las habitaciones del Hotel Cap de Creus tienen aire acondicionado, caja fuerte y secador de pelo. La nuestra era de las que incluyen bañera y zona de cocina. Pudimos ahorrar dinerito gracias a que mi marido se puso de chef en la pequeña cocina. No nos importó que el olor de la comida se nos pegara a las sábanas.
No siempre comimos en la habitación. Algún día bajamos al restaurante. El restaurante pizzería La Timba del Hotel Cap de Creus goza de unas vistas magníficas al puerto y su entorno. Mis hijas lo preferían. Les encantaba los platos que preparaban: ensaladas, pizzas y pasta fresca. Saben como tener contentos a los más pequeños de las familias que se alojan en el hotel.
Os recomiendo este hotel. El Port de la Selva se encuentra a 8 kilómetros de la estación de tren de Llançà y a 60 kilómetros del aeropuerto de Girona. Nosotros alquilamos un coche en el aeropuerto para tener mayor movilidad por la zona. No era cuestión de ir en taxi a la estación de tren. Los taxis salen muy caros. El establecimiento tenía una buena ubicación para visitar el Museo Dalí de Figueras, la localidad bohemia de Cadaqués y la ciudad de Girona. Mi marido no quería hacer turismo. Lo acabé convenciendo. Me encanta Dalí. Nunca pierdo ocasión para acercarme a su museo.
Nosotros también disfrutamos mucho las instalaciones del hotel. Tanto mi marido como yo pudimos teletrabajar en la habitación. El hotel ofrece WiFi gratuita. Cuando nos cansábamos de trabajar, nos metízimos en el spa con bañera de hidromasaje disponible por un suplemento. Mi marido quería pasar del spa. Es un tacaño. Yo abrí mi cartera, tiré de tarjeta propia y pagué el spa que tanto necesitaba para relajarme.
Las habitaciones están muy bien. Las nuestras tenían una decoración en tonos claros que las hacía todavía más luminosas. Todas las habitaciones del Hotel Cap de Creus tienen aire acondicionado, caja fuerte y secador de pelo. La nuestra era de las que incluyen bañera y zona de cocina. Pudimos ahorrar dinerito gracias a que mi marido se puso de chef en la pequeña cocina. No nos importó que el olor de la comida se nos pegara a las sábanas.
No siempre comimos en la habitación. Algún día bajamos al restaurante. El restaurante pizzería La Timba del Hotel Cap de Creus goza de unas vistas magníficas al puerto y su entorno. Mis hijas lo preferían. Les encantaba los platos que preparaban: ensaladas, pizzas y pasta fresca. Saben como tener contentos a los más pequeños de las familias que se alojan en el hotel.
Os recomiendo este hotel. El Port de la Selva se encuentra a 8 kilómetros de la estación de tren de Llançà y a 60 kilómetros del aeropuerto de Girona. Nosotros alquilamos un coche en el aeropuerto para tener mayor movilidad por la zona. No era cuestión de ir en taxi a la estación de tren. Los taxis salen muy caros. El establecimiento tenía una buena ubicación para visitar el Museo Dalí de Figueras, la localidad bohemia de Cadaqués y la ciudad de Girona. Mi marido no quería hacer turismo. Lo acabé convenciendo. Me encanta Dalí. Nunca pierdo ocasión para acercarme a su museo.
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