Regalos personalizados

AUDIBLE: libros leídos por famosos

Thursday, March 08, 2007

En Budapest

Puente de las Cadenas

Ni siquiera me he librado de Pablito en las vacaciones de carnaval. Mara contrató a la madre de Pablito para el reportaje de Budapest, y aquí la tenemos con su superpesado niño.

-Estas camisetas de House of Holland no me gustan nada.
-Por favor, Marta. Apóyate en la barandilla del Lánchíd.
-Creo que no lo voy a hacer, mi querida Mara. Éste antiguo hierro no es seguro. Si caigo en las frías aguas del río Danubio, Pablito quedaría huerfano de madre.
-Algún día todos seremos huérfanos -dice Ambrosio.

Marta lo mira encantada. Ambrosio ha cambiado mucho desde que tiene una novia poeta. Se volvió filósofo. No me extraña: las poesías de Yolanda son muy metafísicas.

-¿Yo cuándo seré huérfano? -pregunta Pablito.
-Imposible saberlo, cariño -lo tranquilizo-. La Divina Providencia es imprevisible.
-Concentremonos, chicos -dice Mara-. Marta, por favor, posa como una manifestante. Fíjate en Sophia.

Yo me sentía en mi salsa. Las camisetas XXL de House of Holland atraían las miradas de todos los peatones. La mía ponía en grandes letras: "Do me daily, Christopher Bailey". Una niña le susurró a su madre el significado en su idioma. Pablito me preguntó qué había que hacer a diario. No le contesté. Se lo preguntó a su madre. Marta le dijo que me lo preguntara en clase. Espero que se olvide.

La camiseta de Marta ponía: "soy el arma del amor". La directora de la revista "Miss" no estuvo muy acertada. Marta es una pobre cornuda, abandonada por un marido experto en temas históricos.

-Profe Sophia, ¿sabe de quién me habló papá?
-De Madonna.
-No. Me habló de los grandes conquistadores españoles.

Tape los oídos. Si me iba a soltar la vida y milagros de Colón no quería oír nada.

-Así, así -chillo Mara-. Ambrosio, dispara todo el carrete. La marca Worn By va a quedar encantada con estas imágenes.
-Profe Sophia, ¿sabes nadar? El puente de las Cadenas no es una construcción segura.
-¿No me digas, Pablito? Si se derrumba nos vamos todos al otro mundo.
-No digáis tonterías -dijo Mara-. ¿A dónde va Ambrosio? Marcha a todo correr como si se fuera a acabar el mundo?
-Va a salvarse.

Marta palideció. Emitió un lastimoso ¡ay! y se derrumbó sobre el suelo del puente construido en 1.840.

1 comment:

Yolanda Smith said...

Vida dura la de una profesora-modelo ¿eh?

Prueba primero, paga después