Lo pasmos muy bien en el Cortijo Barranco en Arcos de la Frontera, Cádiz, porque sólo íbamos a lo que ofrece este pequeño hotel próximo al Embalse de Guadalcacín: la tranquilidad del campo andaluz. Este cortijo tiene diez habitaciones en la antigua almazara decoradas con estilo señorial. Los objetos artísticos y el mobiliario antiguo no te deja indiferente. Hace que te sientas como la invitada perfecta en la casa perfecta.
Las habitaciones estaban muy bien. No eran lujosas, pero estaban limpias y los muebles antiguos habían sido perfectamente restaurados. Mi hermana miró a fondo los armarios de su habitación. La horroriza la polilla. No encontró polillas, pero, aún así, dejó su ropa en la maleta. Yo hago lo mismo. Me parece una pérdida de tiempo deshacer maletas.
Los dos matrimonios y los niños pasamos un fin de semana muy relajado en este hotelito rural al que llegas por un camino tortuoso sin asfaltar. el edificio es de planta cuadrada con un patio central. Parece una casa de labor con jardín y piscina. Por eso te sientes más en una casa que en un establecimiento hotelero.
Os lo recomiendo. El Cortijo Barranco en Arcos de la Frontera, Cádiz está a 67 kilómetros de Cádiz. Lo bastante alejado de una pequeña ciudad bulliciosa como para sentirte perdida en el campo. Nosotros hicimos una caminata por aquellos parajes solitarios hasta el Embalse de Guadalcacín. Puro campo y puro silencio. Yo me hubiera quedado en el cortijo, pero mi hermana quería andar. No tenía suficiente con entretenerse con las vistas que desde la terraza se extendían más allá de las sembraduras. No fue mala idea, sobre todo porque mi chico vino a buscarnos en coche y nos evitó la caminata de vuelta.
No descarto volver. El Cortijo Barranco en Arcos de la Frontera, Cádiz debería tener más habitaciones. diez habitaciones son muy pocas. Es difícil encontrar habitación libre, y no te digo dos. Nosotros esperamos más de lo que querríamos para tener un fin de semana con dos habitaciones libres en este cortijo.
Las habitaciones estaban muy bien. No eran lujosas, pero estaban limpias y los muebles antiguos habían sido perfectamente restaurados. Mi hermana miró a fondo los armarios de su habitación. La horroriza la polilla. No encontró polillas, pero, aún así, dejó su ropa en la maleta. Yo hago lo mismo. Me parece una pérdida de tiempo deshacer maletas.
Los dos matrimonios y los niños pasamos un fin de semana muy relajado en este hotelito rural al que llegas por un camino tortuoso sin asfaltar. el edificio es de planta cuadrada con un patio central. Parece una casa de labor con jardín y piscina. Por eso te sientes más en una casa que en un establecimiento hotelero.
Os lo recomiendo. El Cortijo Barranco en Arcos de la Frontera, Cádiz está a 67 kilómetros de Cádiz. Lo bastante alejado de una pequeña ciudad bulliciosa como para sentirte perdida en el campo. Nosotros hicimos una caminata por aquellos parajes solitarios hasta el Embalse de Guadalcacín. Puro campo y puro silencio. Yo me hubiera quedado en el cortijo, pero mi hermana quería andar. No tenía suficiente con entretenerse con las vistas que desde la terraza se extendían más allá de las sembraduras. No fue mala idea, sobre todo porque mi chico vino a buscarnos en coche y nos evitó la caminata de vuelta.
No descarto volver. El Cortijo Barranco en Arcos de la Frontera, Cádiz debería tener más habitaciones. diez habitaciones son muy pocas. Es difícil encontrar habitación libre, y no te digo dos. Nosotros esperamos más de lo que querríamos para tener un fin de semana con dos habitaciones libres en este cortijo.
No comments:
Post a Comment