Tener un mayordomo para ti sola es un lujo. También es un agobio. Lo pude comprobar en el Hotel Can Bordoy en Mallorca, donde pasamos una semana de glamour pagado por uno de los clientes de mi esposo. Fue una semana inolvidable. El mayordomo era un señor muy majo al que mis niñas llamaban Ambrosio. Nunca supe su nombre real. Nos dijo que lo llamáramos Ambrosio cuando vio que mis hijas así lo llamaban.
Este hotel está construido sobre una vivienda del siglo XVI del casco viejo de Palma. Todo se recicla. También las piedras antiguas. Lo que antaño era un caserón de lujo con un terreno amplio ahora se ha convertido en este fabuloso Hotel Can Bordoy en Mallorca que tiene el jardín privado más grande de la ciudad. Yo diría que es el jardín mejor cuidado. Los responsables de jardines del Ayuntamiento de Palma deberían pasarse por el Hotel Can Bordoy en Mallorca y tomar nota para mejorar los jardines públicos.
Lujo no falta en este hotel. Por ejemplo, sus 24 suites son un canto a las cosas caras venidas de los viejos tiempos. Pero yo eché en falta algo de intimidad. Por ejemplo, no me gustó que el cuarto de baño estuviera separado de la zona de dormitorio por un gran cortinón más pesado que una pared de ladrillos. Detrás del cortinón encontrabas una de esas bañeras que no están metidas en un medio tabique sino que son tal cual, de porcelana, al estilo de las bañeras que utilizaban las princesas para asearse en siglos pasados. Me gustó la bañera. A mis hijas les gustó más. Había lloros para salir del gran baño blanco. Ya me gustaría que en casa tuvieran las mismas ganas de meterse en la bañera.
El edificio del Hotel Can Bordoy en Mallorca es totalmente vintage por dentro y por fuera. Los arquitectos que hicieron la remodelación han tenido la gran idea de conservar los altos techos, las lámparas de palacio y los grandes cortinones. También han tenido la buena idea de que no falten comodidades para los huéspedes de hoy en día. No te falta un buen televisor, una buena conexión a Internet y el aire acondicionado tan necesario cuando aprieta el calor en Palma.
Os lo recomiendo. El Hotel Can Bordoy en Mallorca es un hotel que no te deja indiferente. Tampoco te deja indiferente su maravilloso restaurante. Nosotros fuimos a cenar dos noches al Botánico, su delicioso restaurante orgánico. Aprovechamos que eran cenas pagadas por el cliente de mi chico. Todo un detalle.
Este hotel está construido sobre una vivienda del siglo XVI del casco viejo de Palma. Todo se recicla. También las piedras antiguas. Lo que antaño era un caserón de lujo con un terreno amplio ahora se ha convertido en este fabuloso Hotel Can Bordoy en Mallorca que tiene el jardín privado más grande de la ciudad. Yo diría que es el jardín mejor cuidado. Los responsables de jardines del Ayuntamiento de Palma deberían pasarse por el Hotel Can Bordoy en Mallorca y tomar nota para mejorar los jardines públicos.
Lujo no falta en este hotel. Por ejemplo, sus 24 suites son un canto a las cosas caras venidas de los viejos tiempos. Pero yo eché en falta algo de intimidad. Por ejemplo, no me gustó que el cuarto de baño estuviera separado de la zona de dormitorio por un gran cortinón más pesado que una pared de ladrillos. Detrás del cortinón encontrabas una de esas bañeras que no están metidas en un medio tabique sino que son tal cual, de porcelana, al estilo de las bañeras que utilizaban las princesas para asearse en siglos pasados. Me gustó la bañera. A mis hijas les gustó más. Había lloros para salir del gran baño blanco. Ya me gustaría que en casa tuvieran las mismas ganas de meterse en la bañera.
El edificio del Hotel Can Bordoy en Mallorca es totalmente vintage por dentro y por fuera. Los arquitectos que hicieron la remodelación han tenido la gran idea de conservar los altos techos, las lámparas de palacio y los grandes cortinones. También han tenido la buena idea de que no falten comodidades para los huéspedes de hoy en día. No te falta un buen televisor, una buena conexión a Internet y el aire acondicionado tan necesario cuando aprieta el calor en Palma.
Os lo recomiendo. El Hotel Can Bordoy en Mallorca es un hotel que no te deja indiferente. Tampoco te deja indiferente su maravilloso restaurante. Nosotros fuimos a cenar dos noches al Botánico, su delicioso restaurante orgánico. Aprovechamos que eran cenas pagadas por el cliente de mi chico. Todo un detalle.
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