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Wednesday, January 15, 2020

Mis vacaciones catalanas y gallegas


1

Bastante cerca de Vaqueira-Beret encontramos una casona rural que se llama Besiberri y está en Arties, Lleida. Es como la casa de tus abuelos en medio de un paisaje nevado. Le dije a mi chico que no daba un paso más dentro de un coche que se nos quedaba helado y con dos niñas al borde de un ataque de nervios. Yo me quedaba allí.

Y allí nos quedamos. Tuvimos la suerte de coger la última habitación que quedaba libre en una temporada sobrada de nieve y de esquiadores. Me sentí en el séptimo cielo sentada al lado de una chimenea encendida. Aquello era perfecto para descansar tras un viaje en coche que no había sido tan fabuloso como nos había prometido mi marido.

Mi chico todavía tuvo fuerzas para acercase hasta la estación de esquí Vaqueira-Beret y deslizarse con unos esquíes alquilados por las nevadas pistas. Las niñas y yo nos quedamos en el hotelito rural. Era donde mejor se estaba. la casona es muy rústica, con una fachada en tonos rosa clarito. Se ve bonita por fuera. Los balcones decorados con tiestos de flores le dan un toque muy tirolés. Mi hija mayor decía que era una casa de postal. No le faltaba razón.

Se come bien en la casona Besiberri en Arties, Lleida. Es frecuentada por muchos esquiadores que buscan una cena tranquila tras una jornada de deporte blanco. Los únicos ruidos que oyes son el ruido de las campanas de una iglesia próxima y el ruido del agua del río. Desde nuestra habitación sólo se escuchaban las campanas. Cada media hora tocaban las campanas. Daban las horas y las medias horas. Afortunadamente, me acostumbre al ruidillo. Hasta me vino bien para orientarme con la hora sin necesidad de andar mirando el reloj.

Os recomiendo Besiberri en Arties, Lleida. A nosotros nos dieron una suite abuhardillada. Era linda. Estaba decorada con hojas de acebo en los cuartos de baño. Un biombo de tela junto a la cama buscaba darle intimidad al dormitorio por si lo compartías con otras personas. Lo más bonito de nuestra suite eran las claraboyas con vistas a la montaña. Mi marido sacó fotos. Dice que quiere comprar una nueva casa en el campo con claraboyas en el piso superior. Tendrá que trabajar mucho para juntar el dinero. Las casas no las regalan.



2

La Isla de Ons en Pontevedra es un trocito de paraíso que sólo se puede visitar con permiso de la Xunta de Galicia. Temen las autoridades que el turismo eche a perder esta pequeña isla de seis kilómetros de largo por kilómetro y medio de ancho. No están faltas de razón. El turismo masivo es muy perjudicial para los entornos naturales.

A mi chico le encantan las playas de la Isla de Ons. Son en total cinco arenales en los que las dunas se tapizan con retama y brezo. La misma frondosidad la encuentras en sus reservas de marisco. Yo nunca cogí nada. Creo que no se puede. Pero da gusto ver los percebes, las navajas y los pulpos. Los pulpos los pude contemplar en una ocasión que me animé a bucear con mi chico. No bajé mucho porque me da miedo, pero valió la pena mi osadía.

El viaje a Ons que más disfruté fue uno que hicimos llevando bicicletas. Las bicis las puedes llevar en el barco. Fue un viaje inolvidable porque pudimos recorrer toda la isla en bicicleta. No te cansas nada. Cuando nos cansamos de andar con las bicis por caminos de tierra paramos en un bar para saborear la caldeirada de pulpo. Estaba que te chupabas los dedos. Yo aproveché para comprar unas empanadas de zamburiñas. Te las venden en los restaurantes que hay en el barrio del Curro. No dejes de probar los postres. Están que engordan con sólo mirarlos.

Os recomiendo visitar la Isla de Ons en Pontevedra. Nosotros fuimos en barco desde Sanxenxo. También salen barcos para Ons de Baue y Portonovo. El trayecto en barco dura unos 40 minutos, pero no te mareas nada, sobre todo si haces el viaje en verano cuando no hay oleaje malo.

Creo que volveremos el próximo verano. Mi chico quiere quedarse en el camping Chán Da Pólvora. Está a 1 kilómetro de la playa As Dornas. Los del camping te arreglan lo del permiso de la Xunta si le alquilas un espacio. Yo casi prefiero quedarme en uno de los alojamientos que hay junto al muelle. Ya veré lo que hago. Los camping no me gustan demasiado. Lo que sí me gusta es la isla de Ons. Te aseguro que es preciosa.

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