Zákynthos en Grecia es una isla jónica llena de tesoros. No te aburres si te gusta la naturaleza tipo paraíso. Pero esta isla situada al oeste de Grecia es cada día más visitada por los turistas. Muchos turistas vienen de Italia, aprovechando que Zákynthos queda en el sureste de Italia. Desde allí vienen en barco.
Nosotros hacíamos un viaje programado. Nos llevaron hasta el islote de Marathonissi, una islita que tiene un montón de tortugas caretta, unas tortugas en peligro de extinción. No me importaría mucho que se extinguieran porque son bastante feas.
Mi marido lo pasó en grande en las playas de Xigya. Le gustan mucho los acantilados. Yo casi me muero de miedo mirando aquellas rocas que se asomaban peligrosamente al mar. Más miedo tuve cuando llegamos a Limnionas y mi chico se lanzó a bucear. Temí que no regresara para arriba. Afortunadamente, regresó salvo y sano al hotel.
A donde no dejé ir a mi marido fue a las grutas marinas del cabo Skinari. Lo amenacé con el divorcio. Era mejor hacer la excursión por las llanuras de olivos y vides. Los olivos son iguales a los de España. Son olivos en todas partes. Lo mismo puedo decir de las vides.
Aún tuvimos tiempo en nuestro viaje de cinco día por Zákynthos para acercarnos a su zona montañosa, en su zona oeste. Es una zona muy verde. Me pareció bonita. Lo que no me gustó nada fue la playa de Navagio. Tienen allí un barco oxidado horrible que deberían quitar. Queda feo danzando en las aguas turquesas de la playa. A esta playa llegamos en barco. No se puede ir por tierra. Es una playa rodeada de acantilados que tienen unos árboles aburridos en sus cumbres. No me gustó nada de nada.
Acabamos nuestro viaje por Zákynthos en su capital, en Zante. Es una ciudad bonita con recoletas plazas. Mi chico y otros turistas se sentaron a la sombra de las higueras como hacen los lugareños. Una experiencia más. No sé si volveremos por allí. Tal vez sí. a mis hijas le gustaron mucho las fotos. Lo que sí hago es recomendaros visitar esta isla griega. Vale la pena hacer un recorrido por allí, aunque sólo sea para descubrir unos campos de olivos que recuerdan los campos andaluces.
Nosotros hacíamos un viaje programado. Nos llevaron hasta el islote de Marathonissi, una islita que tiene un montón de tortugas caretta, unas tortugas en peligro de extinción. No me importaría mucho que se extinguieran porque son bastante feas.
Mi marido lo pasó en grande en las playas de Xigya. Le gustan mucho los acantilados. Yo casi me muero de miedo mirando aquellas rocas que se asomaban peligrosamente al mar. Más miedo tuve cuando llegamos a Limnionas y mi chico se lanzó a bucear. Temí que no regresara para arriba. Afortunadamente, regresó salvo y sano al hotel.
A donde no dejé ir a mi marido fue a las grutas marinas del cabo Skinari. Lo amenacé con el divorcio. Era mejor hacer la excursión por las llanuras de olivos y vides. Los olivos son iguales a los de España. Son olivos en todas partes. Lo mismo puedo decir de las vides.
Aún tuvimos tiempo en nuestro viaje de cinco día por Zákynthos para acercarnos a su zona montañosa, en su zona oeste. Es una zona muy verde. Me pareció bonita. Lo que no me gustó nada fue la playa de Navagio. Tienen allí un barco oxidado horrible que deberían quitar. Queda feo danzando en las aguas turquesas de la playa. A esta playa llegamos en barco. No se puede ir por tierra. Es una playa rodeada de acantilados que tienen unos árboles aburridos en sus cumbres. No me gustó nada de nada.
Acabamos nuestro viaje por Zákynthos en su capital, en Zante. Es una ciudad bonita con recoletas plazas. Mi chico y otros turistas se sentaron a la sombra de las higueras como hacen los lugareños. Una experiencia más. No sé si volveremos por allí. Tal vez sí. a mis hijas le gustaron mucho las fotos. Lo que sí hago es recomendaros visitar esta isla griega. Vale la pena hacer un recorrido por allí, aunque sólo sea para descubrir unos campos de olivos que recuerdan los campos andaluces.
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