La isla de Córcega me encanta. Solemos ir de vez en cuando a reuniones de trabajo de mi marido. En estos sitios de veraneo para ricos haces mucho dinero si sabes hacer amistades adecuadas. Es lo que hace mi marido. La última vez que estuvimos en la isla de Córcega nos alojamos en el Misincu Hotel, un hotel que fue en su día una mansión más, pero que ahora se ha convertido en un hotel boutique muy recomendable para pasar unas vacaciones sola o en pareja. Para ir con niños ya no lo veo. Mis hijas se habrían aburrido. Son más de hoteles familiares para sus vacaciones. Si no hay niños y animaciones para los más pequeños de la casa, se me aburren como ostras y acaban poniéndome de los nervios.
En el Misincu Hotel en Córcega se me fue todo el estrés. Pasé las tardes tomando el sol al lado de la piscina. Era una estancia común muy tranquila. Este hotel es pequeñito. Sólo tiene 29 habitaciones. Cuando estuvimos nosotros casi todos los huéspedes estaban en pareja. También vi alguna mujer que se hospedaba sola, sobre todo en los restaurantes. Es donde más se dejan ver las personas que viajan solas.
Nosotros comimos todas las comidas en el hotel. Sus dos restaurantes tenían menús de comida internacional. No eché de menos la cocina de mi casa, al contrario. En los restaurantes de este hotel de Córcega cocinaban para mí y pagaba mi esposo.
Otra de mis ocupaciones en el Misincu Hotel en Córcega fue el spa. Me relajó un montón. Me hubiera quedado en el hotel sólo por el spa. Lo del spa es habituarte. Yo empecé a ir y ahora siempre miro que los hoteles tengas spa para hacer la reserva. El spa del Misincu Hotel no es grande, pero está muy bien en sus dimensiones reducidas.
Os recomiendo este hotel por lo bien que te lo pasas cuando quieres alejarte del mundanal ruido en el extranjero. Mi marido no se alejó mucho de su mundanal ruido porque alguno de sus socios se alojaba también en este hotel. Yo, en cambio, tuve más tiempo libre. Pero, pese a sus ocupaciones laborales, mi santo hizo un hueco para bajar conmigo a una preciosa cala a la que había acceso directo desde el hotel.
En el Misincu Hotel en Córcega se me fue todo el estrés. Pasé las tardes tomando el sol al lado de la piscina. Era una estancia común muy tranquila. Este hotel es pequeñito. Sólo tiene 29 habitaciones. Cuando estuvimos nosotros casi todos los huéspedes estaban en pareja. También vi alguna mujer que se hospedaba sola, sobre todo en los restaurantes. Es donde más se dejan ver las personas que viajan solas.
Nosotros comimos todas las comidas en el hotel. Sus dos restaurantes tenían menús de comida internacional. No eché de menos la cocina de mi casa, al contrario. En los restaurantes de este hotel de Córcega cocinaban para mí y pagaba mi esposo.
Otra de mis ocupaciones en el Misincu Hotel en Córcega fue el spa. Me relajó un montón. Me hubiera quedado en el hotel sólo por el spa. Lo del spa es habituarte. Yo empecé a ir y ahora siempre miro que los hoteles tengas spa para hacer la reserva. El spa del Misincu Hotel no es grande, pero está muy bien en sus dimensiones reducidas.
Os recomiendo este hotel por lo bien que te lo pasas cuando quieres alejarte del mundanal ruido en el extranjero. Mi marido no se alejó mucho de su mundanal ruido porque alguno de sus socios se alojaba también en este hotel. Yo, en cambio, tuve más tiempo libre. Pero, pese a sus ocupaciones laborales, mi santo hizo un hueco para bajar conmigo a una preciosa cala a la que había acceso directo desde el hotel.
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