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Para conocer la exuberante naturaleza cubana me fui con unas amigas a un viaje a Los Cayos de Cuba. Yo no soy muy de vacaciones de aventuras en la Naturaleza poco domesticada, pero lo pasé bien. No me imaginaba que Cuba tuviera una Naturaleza tan bonita.
En los Cayos de Cuba encontramos playas de aguas cristalinas y finas arenas blancas. Son playas que tienen muy cuidadas pese a que cada vez hay más turistas por allí. En todos los Cayos había hoteles de cadenas hoteleras internacionales que ofrecían todos los servicios y comodidades a los turistas extranjeros que visitan la isla.
Nosotras recorrimos varios cayos con un coche alquilado. Yo hubiera preferido una visita organizada, pero mis amigas decidieron que era mejor viajar por nuestra cuenta. La isla de Cuba es un lugar seguro para las mujeres. Y la gente es maravillosa. Te venden de todo, eso sí, pero son amables y no te agobian mucho.
En el Cayo Coco vimos marismas con aves que me pusieron algo nerviosa. No me gustan las aves. La colonia nativa de flamencos tampoco me gustó demasiado. Los animales con plumas me dan asquito. Me gustó más el Cayo Gillermo con sus fantásticas dunas de arena y los arrecifes de coral a los que nos acercamos con un barquito de pesca que pilotaba un señor. Se dedicaba a llevar a los turistas a ver de cerca la colorida vida marina que había por los arrecifes de coral. Mis amigas se lo pasaron de cine en el Cayo Largo con las tortugas marinas. Eran enormes. No tenían nada que ver con las dos tortuguitas que tienen mis hijas en casa en un acuario. El último cayo que visitamos fue el Cayo Santa María. Yo ya no podía más. Mis amigas, en cambio, tuvieron fuerzas para practicar deportes acuáticos. Me quedé varada en la playa contemplando tantas fuerzas. El mejor deporte que puede practicar una mujer como yo es la contemplación de las amigas deportistas que tiene.
Os recomiendo visitar los Cayos de Cuba. Es una cuba distinta a la que tienes en la cabeza. No tiene nada que ver con la Cuba de La Habana y de otras ciudades venidas a menos por temas políticos.
En los Cayos de Cuba encontramos playas de aguas cristalinas y finas arenas blancas. Son playas que tienen muy cuidadas pese a que cada vez hay más turistas por allí. En todos los Cayos había hoteles de cadenas hoteleras internacionales que ofrecían todos los servicios y comodidades a los turistas extranjeros que visitan la isla.
Nosotras recorrimos varios cayos con un coche alquilado. Yo hubiera preferido una visita organizada, pero mis amigas decidieron que era mejor viajar por nuestra cuenta. La isla de Cuba es un lugar seguro para las mujeres. Y la gente es maravillosa. Te venden de todo, eso sí, pero son amables y no te agobian mucho.
En el Cayo Coco vimos marismas con aves que me pusieron algo nerviosa. No me gustan las aves. La colonia nativa de flamencos tampoco me gustó demasiado. Los animales con plumas me dan asquito. Me gustó más el Cayo Gillermo con sus fantásticas dunas de arena y los arrecifes de coral a los que nos acercamos con un barquito de pesca que pilotaba un señor. Se dedicaba a llevar a los turistas a ver de cerca la colorida vida marina que había por los arrecifes de coral. Mis amigas se lo pasaron de cine en el Cayo Largo con las tortugas marinas. Eran enormes. No tenían nada que ver con las dos tortuguitas que tienen mis hijas en casa en un acuario. El último cayo que visitamos fue el Cayo Santa María. Yo ya no podía más. Mis amigas, en cambio, tuvieron fuerzas para practicar deportes acuáticos. Me quedé varada en la playa contemplando tantas fuerzas. El mejor deporte que puede practicar una mujer como yo es la contemplación de las amigas deportistas que tiene.
Os recomiendo visitar los Cayos de Cuba. Es una cuba distinta a la que tienes en la cabeza. No tiene nada que ver con la Cuba de La Habana y de otras ciudades venidas a menos por temas políticos.
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Mi suegra siempre quiere ir de vacaciones a Santa Ponsa porque dice que es la ciudad de los ricos en Malorca. No le falta razón en Santa Ponsa y en sus alrededores están las casas de las familias más pudientes de la isla. Son los propietarios de los mejores yates que ves en Port Adriano. Por eso, porque todo se pega, como dice mi suegra, solemos ir con cierta frecuencia por Santa Ponsa. Mi marido aprovecha para jugar al golf en los maravillosos campos de golf que tienen por allí. Jugando al golf es como mi santo hace sus mejores negocios.
A mí me gusta más la ciudad de Santa Ponsa que sus alrededores. La ciudad tiene unas maravillosas vistas a las montañas y a los bosques que la rodean. También tiene las mejores marcas con tienda abierta para comprar la moda más chic si tus ingresos te lo permiten. Cuando mi cartera no me permite muchas compras me pasó el tiempo en la playa. Santa Ponsa cuenta con dos playas: una grande y otra pequeña. Yo suelo ir a la pequeña, a la Caló d'en Pallisser. La encuentro mucho más acogedora.
No falta turismo e naturaleza en Santa Ponsa. Encuentras áreas verdes protegidas con vistas espectaculares para los que quieran fotografiar el paisaje, tales como la mágica montaña Galatzó que tanto gusta a mi suegra. No hay vacaciones en Santa Ponsa que no se acerque a su montaña mágica.
Lo mío, en cambio, como os he dicho, es el turismo de tiendas. En Santa Ponsa encuentro todo tipo de tiendas para ir de compras. Hasta hay un típico mercado semanal que se celebra los sábados. Cerca se encuentra el Polígono Son Bugadelles, un polígono industrial (donde mi marido va al gimnasio aprovechando que es de esos gimnasios enormes tan a su gusto) y todo tipo de tiendas que venden al por mayor y menor, tiendas relacionadas con el mundo náutico tan presente en Mallorca, e incluyendo varias tiendas de diseño, como Knox Design, una tienda para ricos.
Os recomiendo visitar Santa Ponsa. Está al suroeste de Mallorca. Si vas con niños, es mejor que los lleves a la Playa Grande. Allí hay siempre socorristas. Tienen para los niños una área acotada donde están mucho más seguros que en otras zonas de la playa.
A mí me gusta más la ciudad de Santa Ponsa que sus alrededores. La ciudad tiene unas maravillosas vistas a las montañas y a los bosques que la rodean. También tiene las mejores marcas con tienda abierta para comprar la moda más chic si tus ingresos te lo permiten. Cuando mi cartera no me permite muchas compras me pasó el tiempo en la playa. Santa Ponsa cuenta con dos playas: una grande y otra pequeña. Yo suelo ir a la pequeña, a la Caló d'en Pallisser. La encuentro mucho más acogedora.
No falta turismo e naturaleza en Santa Ponsa. Encuentras áreas verdes protegidas con vistas espectaculares para los que quieran fotografiar el paisaje, tales como la mágica montaña Galatzó que tanto gusta a mi suegra. No hay vacaciones en Santa Ponsa que no se acerque a su montaña mágica.
Lo mío, en cambio, como os he dicho, es el turismo de tiendas. En Santa Ponsa encuentro todo tipo de tiendas para ir de compras. Hasta hay un típico mercado semanal que se celebra los sábados. Cerca se encuentra el Polígono Son Bugadelles, un polígono industrial (donde mi marido va al gimnasio aprovechando que es de esos gimnasios enormes tan a su gusto) y todo tipo de tiendas que venden al por mayor y menor, tiendas relacionadas con el mundo náutico tan presente en Mallorca, e incluyendo varias tiendas de diseño, como Knox Design, una tienda para ricos.
Os recomiendo visitar Santa Ponsa. Está al suroeste de Mallorca. Si vas con niños, es mejor que los lleves a la Playa Grande. Allí hay siempre socorristas. Tienen para los niños una área acotada donde están mucho más seguros que en otras zonas de la playa.
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