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La Ruta Costa Doce en Sada, La Coruña, tiene dos alternativas, es decir, dos caminos. Los hicimos mi chico y yo un día que nos pusimos a andar como peregrinos.
Me gustó más la ruta que va por Soñeiro y la Costa de Carnoedo que la ruta de la Playa de As Delicias, Agra das Arcas. La primera trascurre por el concello de Sada. Vas andando por pistas asfaltadas y también por senderos de tierra desde la parroquia de Carnoedo hasta la parroquia de Soñeiro. Son 8,7 kilómetros. Los anduvimos en dos horas miradas pro reloj. Yo no creía que hubiera andado tan rápido. Mi chico tampoco. Siempre me acusa de ir a paso de tortuga. Durante todo ese trayecto vimos arquitectura tradicional y lavaderos en los que ya no lava nadie. Alguno daba pena. Deberían cuidarlos y usarlos. Los lavados en la lavadora de casa salen caros. Yo, si tuviera tiempo, lavaría toda la ropa a mano en uno de esos lavaderos en los que no gastas agua porque la agua procede del río. Al final de la ruta llegamos al famoso Pazo de Meirás. Me hubiera gustado verlo por dentro, pero no era día de visita. Además, las visitas las dan con mucho rollito. Hay que pedirlas por correo electrónico. El pazo de Meirás fue la casa de la famosa escritora Emilia Pardo Bazán. También fue el pazo gallego de Franco.
Hecha la primera alternativa de la Ruta Costa Doce en Sada, La Coruña, nos atrevimos con la segunda alternativa, la de la Playa de As Delicias, Agra das Arcas. Una alternativa de 15,6 kilómetros que hicimos en un segundo día. Me dejó más cansada que la primera alternativa. Emepezamos a andar en la parroquia de O Castro, cerca de la fábrica de cerámicas de Sargadelos. Pasamos por regatos, ríos hasta Sada, una villa con arquitectura modernista. Yo ya conocía el edificio de A Terraza. Mi marido también. Es un edifico que está situado en la misma playa de Sada. Es precioso. La ruta va por el paseo marítimo y acaba en las ruinas del castillo de Fontán.
Os recomiendo hacer la Ruta Costa Doce en Sada, La Coruña, sobre todo la alternativa que termina en el Pazo de Meirás. Aunque no lo puedas ver por dentro, lo puedes ver por fuera. Siempre me pareció muy bonito.
Me gustó más la ruta que va por Soñeiro y la Costa de Carnoedo que la ruta de la Playa de As Delicias, Agra das Arcas. La primera trascurre por el concello de Sada. Vas andando por pistas asfaltadas y también por senderos de tierra desde la parroquia de Carnoedo hasta la parroquia de Soñeiro. Son 8,7 kilómetros. Los anduvimos en dos horas miradas pro reloj. Yo no creía que hubiera andado tan rápido. Mi chico tampoco. Siempre me acusa de ir a paso de tortuga. Durante todo ese trayecto vimos arquitectura tradicional y lavaderos en los que ya no lava nadie. Alguno daba pena. Deberían cuidarlos y usarlos. Los lavados en la lavadora de casa salen caros. Yo, si tuviera tiempo, lavaría toda la ropa a mano en uno de esos lavaderos en los que no gastas agua porque la agua procede del río. Al final de la ruta llegamos al famoso Pazo de Meirás. Me hubiera gustado verlo por dentro, pero no era día de visita. Además, las visitas las dan con mucho rollito. Hay que pedirlas por correo electrónico. El pazo de Meirás fue la casa de la famosa escritora Emilia Pardo Bazán. También fue el pazo gallego de Franco.
Hecha la primera alternativa de la Ruta Costa Doce en Sada, La Coruña, nos atrevimos con la segunda alternativa, la de la Playa de As Delicias, Agra das Arcas. Una alternativa de 15,6 kilómetros que hicimos en un segundo día. Me dejó más cansada que la primera alternativa. Emepezamos a andar en la parroquia de O Castro, cerca de la fábrica de cerámicas de Sargadelos. Pasamos por regatos, ríos hasta Sada, una villa con arquitectura modernista. Yo ya conocía el edificio de A Terraza. Mi marido también. Es un edifico que está situado en la misma playa de Sada. Es precioso. La ruta va por el paseo marítimo y acaba en las ruinas del castillo de Fontán.
Os recomiendo hacer la Ruta Costa Doce en Sada, La Coruña, sobre todo la alternativa que termina en el Pazo de Meirás. Aunque no lo puedas ver por dentro, lo puedes ver por fuera. Siempre me pareció muy bonito.
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Este año fuimos a Elche de la Sierra a ver las alfombras de serrín que hacen para celebrar el Corpus ahora en junio. Son alfombras fabulosas. Yo había visto fotos, pero son más bonitas verlas delante de ti. Llevan un trabajo increíble. Están horas y horas haciendo las escenas religiosa que recrean las alfombras que amanecen el domingo en un amanecer inolvidable.
Elche de la Sierra es más que sus fiestas del Corpus, por supuesto. Estuvimos haciendo turismo de edificios religiosos y de edificios no religiosos. El pasado romano de esta localidad castellano manchega se ve en alguna ruina que tienen bastante bien conservada para enseñar a los turistas. Fuimos a ver la iglesia de Santa Quiteria, un gran edificio neoclásico construido en el siglo XVIII. Mi chico entró con las niñas. Yo no entré porque las iglesias por dentro suelen depremirme con sus Cristos difuntos en sus cruces. Ma´s que la iglesia de Santa Quiteria me gustó la Casa Consistorial, que fue construida a principios del siglo XIX. Es una arquitectura más próxima a nuestros días y a los gustos de la moda arquitectónica libre de ornamentos superfluos. Mi marido me convenció para salir del caso urbano de esta bonita localidad de Albacete. Fuimos hasta los bellos parajes naturales que nos ofrecen los cañones del río Segura en un ambiente silencioso. Sólo se escuchaban los cantos de los pajaritos.
Os recomiendo visitar Elche de la Sierra en Albacete. A mis hijas lo que les llamó más la atención fue el lavadero municipal. Está en el barrio de "La Puentecilla". Este lavadero fue restaurado en torno al año 2010. Es bastante grande. Cuenta con 75 zonas de lavado realizadas en granito y dos caños de agua proveniente de "La Poza", manantial natural da la localidad. A mis hijas les parecía enorme. Lo comparaba con los lavaderos que se ven en las aldeas de Galicia y les parecía enorme. No era tan grande teniendo en cuenta que en aquellos lejanos tiempos no había lavadora y las mujeres (los hombres no lavaban nada) tenían que lavar todo a mano.
Elche de la Sierra es más que sus fiestas del Corpus, por supuesto. Estuvimos haciendo turismo de edificios religiosos y de edificios no religiosos. El pasado romano de esta localidad castellano manchega se ve en alguna ruina que tienen bastante bien conservada para enseñar a los turistas. Fuimos a ver la iglesia de Santa Quiteria, un gran edificio neoclásico construido en el siglo XVIII. Mi chico entró con las niñas. Yo no entré porque las iglesias por dentro suelen depremirme con sus Cristos difuntos en sus cruces. Ma´s que la iglesia de Santa Quiteria me gustó la Casa Consistorial, que fue construida a principios del siglo XIX. Es una arquitectura más próxima a nuestros días y a los gustos de la moda arquitectónica libre de ornamentos superfluos. Mi marido me convenció para salir del caso urbano de esta bonita localidad de Albacete. Fuimos hasta los bellos parajes naturales que nos ofrecen los cañones del río Segura en un ambiente silencioso. Sólo se escuchaban los cantos de los pajaritos.
Os recomiendo visitar Elche de la Sierra en Albacete. A mis hijas lo que les llamó más la atención fue el lavadero municipal. Está en el barrio de "La Puentecilla". Este lavadero fue restaurado en torno al año 2010. Es bastante grande. Cuenta con 75 zonas de lavado realizadas en granito y dos caños de agua proveniente de "La Poza", manantial natural da la localidad. A mis hijas les parecía enorme. Lo comparaba con los lavaderos que se ven en las aldeas de Galicia y les parecía enorme. No era tan grande teniendo en cuenta que en aquellos lejanos tiempos no había lavadora y las mujeres (los hombres no lavaban nada) tenían que lavar todo a mano.
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Salou es una localidad de Tarragona en la que he pasado muchos veranos cuando era pequeña. Tenía una tía que vivía allí mientras estuvo casada con su primer marido. Salou es famosa por sus playas y calas cautivadoras. Encuentras pequeñas calas perfectas para pasar una tarde en pareja mientras te doras con el sol de agosto. Pero es mejor ir en junio. En julio y en agosto te derrites con la calor.
Mis hijas siempre quieren ir a las Playas de Levante y Poniente. Les van las multitudes. Estas dos playas son las más famosas y concurridas de Salou. Yo prefiero las pequeñas calas rocosas donde puede que estés tú sola con tu familia con un poco de suerte. La última vez que estuvimos por allí mi chico alquiló un pequeño barquito para navegar. Lo hace mucha gente. Mi marido también aprovechó para practicar el golf. En Salou hay campos de golf fantásticos.
Os recomiendo visitar Salou. No debes perderte su magnífico paseo marítimo Jaime I, el verdadero epicentro de la ciudad. Nosotros siempre vamos por esa zona. El paseo se extiende a lo largo de un largo kilómetro salpicado de grandes palmeras y rodeado de zonas verdes ajardinadas, parques infantiles y multitud de fuentes que dan sensación de frescura cuando la calor aprieta.
A mi marido también le gusta mucho el puerto de Salou. Justo enfrente encontramos las impresionantes casas históricas de mediados del siglo XIX. Los ricos vivían de maravilla mientras los pobres vivían en casas muy humildes. Igual que ahora. Por el paseo marítimo hay que tener cuidado con las bicicletas. Mi cuñada el verano pasado tuvo un accidente con una señora que iba en bicicleta. No fue nada, pero se llevó un buen susto y un hematoma horrible en una pierna.
Salou es el pueblo de las fuentes, las palmeras, las playas y las calas rocosas. En verano se multiplica la población con los turistas. Sin turistas los habitantes quedan en menos de 30.000 habitantes.
Mis hijas siempre quieren ir a las Playas de Levante y Poniente. Les van las multitudes. Estas dos playas son las más famosas y concurridas de Salou. Yo prefiero las pequeñas calas rocosas donde puede que estés tú sola con tu familia con un poco de suerte. La última vez que estuvimos por allí mi chico alquiló un pequeño barquito para navegar. Lo hace mucha gente. Mi marido también aprovechó para practicar el golf. En Salou hay campos de golf fantásticos.
Os recomiendo visitar Salou. No debes perderte su magnífico paseo marítimo Jaime I, el verdadero epicentro de la ciudad. Nosotros siempre vamos por esa zona. El paseo se extiende a lo largo de un largo kilómetro salpicado de grandes palmeras y rodeado de zonas verdes ajardinadas, parques infantiles y multitud de fuentes que dan sensación de frescura cuando la calor aprieta.
A mi marido también le gusta mucho el puerto de Salou. Justo enfrente encontramos las impresionantes casas históricas de mediados del siglo XIX. Los ricos vivían de maravilla mientras los pobres vivían en casas muy humildes. Igual que ahora. Por el paseo marítimo hay que tener cuidado con las bicicletas. Mi cuñada el verano pasado tuvo un accidente con una señora que iba en bicicleta. No fue nada, pero se llevó un buen susto y un hematoma horrible en una pierna.
Salou es el pueblo de las fuentes, las palmeras, las playas y las calas rocosas. En verano se multiplica la población con los turistas. Sin turistas los habitantes quedan en menos de 30.000 habitantes.
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