Friday, August 09, 2019

Mis vacaciones medievales con playa



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Mi chico pasó algún verano de su infancia en Ribadelago en Zamora, un pueblo que tiene su encanto. Me refiero al pueblo nuevo, al que construyeron después de la tragedia que acabó con las vidas de muchas personas en el Ribadelago antiguo, en el año 1959. Aún hoy se ven viejas casas y muchas lápidas con los nombres de las personas que murieron cuando se rompió la presa vieja.

Nosotros llevamos a las niñas a la playa del río. Es una playa con arena y sombrillas que alivian mucho las calores del verano. Mis hijas, acostumbradas a las playas de mar, decían que era una playa de mentira. Mi marido les explicó que muchos niños, sobre todo hace años, era la playa que podían disfrutar. No todos podían permitirse unas vacaciones en el mar.

El entorno del pueblo es precioso. Hay muchas montañas. Vimos mucha gente haciendo senderismo. Nosotros mismos nos animamos a dar unas caminadas por aquellos parajes verdes y silenciosos. Falta nos hacía andar después de haber comido en la casa de unos tíos de mi chico un arroz a la zamorana que os recomiendo tanto como el pueblo. El arroz a la zamorana es un arroz de toda la vida pero con carne de cerdo de caldo gallego. Está que te chupas los dedos. Yo anoté la receta para hacerlo en casa. Me sale casi tan bien como a la tía de mi chico.

Os recomiendo visitar Ribadelago en Zamora. La zona del Lago de Sanabria es la más turística. Ves tantos turistas y tanta gente local que no piensas en el triste pasado de este pueblo. Han estado muy acertadas las autoridades en pensar en el futuro adaptando un entorno natural precioso a los nuevos tiempos. Nosotros llevamos unos bocadillos para hacer una merienda en los merenderos que tienen por allí. Había muchas familias haciendo picnics. Diversión barata que diría mi madre.



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Ir a la playa en Bombay no es tarea fácil si vas a una de esas playas en las que predominan los bañistas locales y quieres lucir tu bikini como si estuvieras en esta España nuestra. Te miran los lugareños como si fueras una mujer que se vende. Por eso agradecí mucho que en el hotel en el que estuvimos alojados durante nuestra estancia en Goa, en Bombay, nos recomendaran un par de playas a las que van muchos turistas occidentales.

Una fue la Playa de Morjim y la otra la Playa de Arambol, las dos están muy frecuentadas por occidentales. Te sientes casi como en casa. Son playas bonitas, con arenales limpios y aguas bastante cristalinas. había muchas chicas occidentales cuando estuvimos nosotros por allí.

En Goa en Bombay las castas están muy presentes en las relaciones personales de la gente. Lo vimos en una macrofiesta en la que pinchaban DJs internacionales. Había indios de clase alta que se podían permitir pagar la entrada. Los socios de mi marido nos presentaron algunos. Son gente simpática, muy interesada por la tecnología. Están más puestos en cacharros electrónicos que nosotros.

Poco tiempo estuvimos en Goa. Fueron tres días intensos. Entre la macrofiestas, las reuniones de negocios de mi chico y algo de tiendas y de playas me voló el tiempo. Apenas pudimos hacer turismo de monumentos. Tampoco me apetecía. En la macrofiesta bailé tanto que quedé para el arrastre a la mañana siguiente. Marché de Goa con la sensación de haber visto muchos altares, té y alfombras. Como en toda la India.

Espero volver. Me quedaron ganas de ver más de esta parte de la India. Os recomiendo visitar Goa en Bombay, sobre todo conocer sus clases bien. Te aseguro que viven mejor que algunas personas de la clase media española. A nosotros nos invitaron a tomar té a su casa. Es gente muy amable. Me llamó la atención que dentro de su casa tuvieran un altarcito a no sé que dios de ellos. Rezan mucho.



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