Regalos personalizados

AUDIBLE: libros leídos por famosos

Saturday, July 22, 2006

Reportaje en el Jardín Botánico

Si hay algo en lo que creo es en el destino. No como unos sucesos concretos sino como una tendencia que te arrastra por un camino y te aleja de otro que quizá a ti te gustaría más.

Mi destino parece que es Carlos. tuve que regresar dos días después de nuestra cita al Jardín Botánico para hacer un reportaje para la revista "Miss". Resultó agobiante, no sólo por el calor que hacía sino porque Mara decidió hacerlo con dos fotógrafos. La idea era que en el montaje fotográfico saliéramos los tres.

Tuve que recurrir a toda mi profesionalidad para mantenerme seria cuando el traje lo requería. Ver a Ambrosio mirándome con mirada de tierno enamorado que le quita una foto a la mujer de sus sueños me provocaba una hilaridad incontenible. Peor era cuando Gregorio interpretaba al marido celoso.

-¡Miss! No te rías -me gritaba Mara-. Gregorio es el esposo que inmortaliza en una foto a la esposa antes del divorcio.
-Pero Mara... ¡por favor! Gregorio pone cara de asesino doméstico.
-No me gustas.
-Calmate, Gregorio; no eres mi esposo.
-Ese vestido te queda fatal, es para una talla cuarenta.
-¡Basta! -chilla Mara-. Eso no te lo permito, Gregorio. Es un vestido estampado de Hermés talla 36. ¿Todavía no sabes que en la revista "Miss" no publicamos colecciones para gordas? Vete enterando o te quitaré el puesto de fotógrafo oficial.

Mi cabeza había empezado a volar porque soy muy fantasiosa. ¿Cómo funcionaríamos de cuarteto en una cama? Gregorio es muy antiguo, me lo imaginaba rezando un padrenuestro y confesando su pecado a distancia a la curia vaticana. Mara es tan marchosilla que se apunta a todo. ¿Y Ambrosio? No podría creer que fuera cierto tenerme en carne extasiada.

-Así así,... no cambies la expresión -me dijo Mara-. Has puesto la cara adecuada para lucir el short Max Mara con la camiseta de algodón de Paul&Joe.

Seguí soñando. Me imaginaba a Ambrosio esposado con el cinturón de Hermés, desnudo y subido a las altas sandalias de Chloê rogándome que lo hiciera feliz. Hum... ¡qué gozada!

No comments:

Prueba primero, paga después